Dos años después del inicio de la guerra, varios equipos han pasado un mes en Pinatar. Además, buscan fichajes a través de una web de empleo española.

La liga de Ucrania se recompone en España

Dos años después del inicio de la guerra, varios equipos han pasado un mes en Pinatar. Además, buscan fichajes a través de una web de empleo española.

Julián Burgos / Reportaje fotográfico: Fito González

El 24 de febrero de 2022, estalló la guerra en Ucrania. Ese día, el fútbol ya no importaba. Con el paso de los meses, la Premier League de Ucrania se reanudó. Dos años después, varios equipos encontraron en España un lugar para seguir recomponiéndose.

El 24 de febrero de 2022, estalló la guerra en Ucrania. Ese día, el fútbol ya no importaba. Con el paso de los meses, la Premier League de Ucrania se reanudó. Dos años después, varios equipos encontraron en España un lugar para seguir recomponiéndose.

El germen de las llegadas del líder Kryvbas, el Polissya (y su filial) y el Metalist a Pinatar Arena surgió en noviembre cuando Ucrania sub-21, cuyo seleccionador es el español Unai Melgosa, jugó dos partidos de la Eurocopa 2025 en la Nueva Condomina.

El germen de las llegadas del líder Kryvbas, el Polissya (y su filial) y el Metalist a Pinatar Arena surgió en noviembre cuando Ucrania sub-21, cuyo seleccionador es el español Unai Melgosa, jugó dos partidos de la Eurocopa 2025 en la Nueva Condomina.

“En los partidos europeos no podemos jugar como local en Ucrania. Vimos alternativas y me preguntaron por España. La de ir a Pinatar y jugar en Murcia fue la que más les cuadró y luego varios equipos se han interesado por ir a España”, señala Melgosa.

“En los partidos europeos no podemos jugar como local en Ucrania. Vimos alternativas y me preguntaron por España. La de ir a Pinatar y jugar en Murcia fue la que más les cuadró y luego varios equipos se han interesado por ir a España”, señala Melgosa.

FOTO: David Balogh/Getty Images

Los equipos han estado un mes en Pinatar y han disputado unos 24 amistosos, intentando conciliar su situación con una concentración totalmente profesional: periodistas, aficionados, incluso se han traído el bus oficial del equipo hasta Murcia.

Los equipos han estado un mes en Pinatar y han disputado unos 24 amistosos, intentando conciliar su situación con una concentración totalmente profesional: periodistas, aficionados, incluso se han traído el bus oficial del equipo hasta Murcia.

La ‘fiebre’ por estar un mes concentrados en España ha sido tal que hasta cinco equipos más de la liga, incluyendo el Dinamo de Kiev, intentaron contratar su estancia en Pinatar. Al ser estancias tan largas, la organización no pudo hospedarles.

La ‘fiebre’ por estar un mes concentrados en España ha sido tal que hasta cinco equipos más de la liga, incluyendo el Dinamo de Kiev, intentaron contratar su estancia en Pinatar. Al ser estancias tan largas, la organización no pudo hospedarles.

FOTO: Yurii Yuriev/Getty Images

España se ha convertido para la selección (jugará en Marbella) y para los equipos en su segunda casa. Los jugadores han saltado a los amistosos enfundados en su bandera y el himno de Ucrania ha retumbado por la megafonía antes de los partidos.

España se ha convertido para la selección (jugará en Marbella) y para los equipos en su segunda casa. Los jugadores han saltado a los amistosos enfundados en su bandera y el himno de Ucrania ha retumbado por la megafonía antes de los partidos.

No obstante, tras la aparente normalidad con la que han trabajado un mes en España, sus cabezas no olvidan que hay que volver a Ucrania y seguir la competición en un país en guerra. Los partidos de la Premier League ucraniana sí se juegan en el país. Solo el Shakhtar, en los partidos de Europa League, sale fuera de Ucrania a jugar. Cada partido se sabe cuándo empieza pero no cuándo acaba. Cada estadio tiene un búnker a menos de 500 metros. Si suena la alarma hay que meterse en el búnker porque comienza un bombardeo. Después se sigue. En noviembre, un Dnipro-Oleksandria duró casi seis horas.

No obstante, tras la aparente normalidad con la que han trabajado un mes en España, sus cabezas no olvidan que hay que volver a Ucrania y seguir la competición en un país en guerra. Los partidos de la Premier League ucraniana sí se juegan en el país. Solo el Shakhtar, en los partidos de Europa League, sale fuera de Ucrania a jugar. Cada partido se sabe cuándo empieza pero no cuándo acaba. Cada estadio tiene un búnker a menos de 500 metros. Si suena la alarma hay que meterse en el búnker porque comienza un bombardeo. Después se sigue. En noviembre, un Dnipro-Oleksandria duró casi seis horas.

FOTO: Diego Herrera Carcedo/GETTY IMAGES

“Una vez tuve que entrar al búnker ante un bombardeo. He pasado mucho miedo pero los soldados trabajan para que poco a poco mejore la situación. Yo ya vivía en Ucrania antes de empezar la guerra”, explica Raymond Owusu, ghanés del Metalist. los que sabían hablar mejor inglés en la parte delantera. Y junto a otros músicos, grabaron cinco canciones diferentes el 27 de enero.

“Una vez tuve que entrar al búnker ante un bombardeo. He pasado mucho miedo pero los soldados trabajan para que poco a poco mejore la situación. Yo ya vivía en Ucrania antes de empezar la guerra”, explica Raymond Owusu, ghanés del Metalist.

Para los ucranianos, cada partido es la forma de luchar por su país. “Jugamos para lograr la libertad y que nuestro país pueda continuar viviendo. Me motivo al jugar, sabiendo que hay amigos que están luchando en el frente”, relata Yevgeniy Tkachuk.

Para los ucranianos, cada partido es la forma de luchar por su país. “Jugamos para lograr la libertad y que nuestro país pueda continuar viviendo. Me motivo al jugar, sabiendo que hay amigos que están luchando en el frente”, relata Yevgeniy Tkachuk.

FOTO: Diego Herrera Carcedo/Getty Images

La confección de las plantillas es muy diferente a los años de antes del conflicto cuando había equipos enteros con futbolistas extranjeros. “A nosotros nos beneficia porque juegan más ucranianos jóvenes pero los equipos están volviendo a fichar”, explica Melgosa. Cuando estalló el conflicto se produjo un éxodo de futbolistas extranjeros de todos los equipos, pero ya hay jugadores que están dispuestos a fichar por un equipo de un país en guerra. El Shakhtar ha fichado en este mercado de invierno, entre otros, a los brasileños Marlos Gomes y Kevin, por 12 millones cada uno.

La confección de las plantillas es muy diferente a los años de antes del conflicto cuando había equipos enteros con futbolistas extranjeros. “A nosotros nos beneficia porque juegan más ucranianos jóvenes pero los equipos están volviendo a fichar”, explica Melgosa. Cuando estalló el conflicto se produjo un éxodo de futbolistas extranjeros de todos los equipos, pero ya hay jugadores que están dispuestos a fichar por un equipo de un país en guerra. El Shakhtar ha fichado en este mercado de invierno, entre otros, a los brasileños Marlon Gomes y Kevin, por 12 millones cada uno.

FOTO: Diogo Cardoso/Getty Images

Los equipos intentan reforzarse. Y recurren a las nuevas tecnologías. La web de empleo española FutbolJobs ha recibido y publicado tres ofertas para futbolistas la liga ucraniana. Una de ellas ofrece un sueldo de entre 5.000 y 8.000 dólares al mes.

Los equipos intentan reforzarse. Y recurren a las nuevas tecnologías. La web de empleo española FutbolJobs ha recibido y publicado tres ofertas para futbolistas la liga ucraniana. Una de ellas ofrece un sueldo de entre 5.000 y 8.000 dólares al mes.

La liga se va recomponiendo y pese a los inconvenientes sigue su curso. Este año, hay un líder sorprendente: el Kryvbas. Es el ‘Girona ucraniano’ que de momento supera a los clásicos Dinamo Kiev o Shakhtar Donets y al nuevo rico Polissya.

La liga se va recomponiendo y pese a los inconvenientes sigue su curso. Este año, hay un líder sorprendente: el Kryvbas. Es el ‘Girona ucraniano’ que de momento supera a los clásicos Dinamo Kiev o Shakhtar Donetsk y al nuevo rico Polissya.

El Kryvbas es un club especial. Su entrenador, Yuryi Vernydub, se alistó al frente al principio  la guerra. “Había que movilizarse e ir al ejército. Estuve cuatro meses. Ahora me permiten entrenar pero si los comandantes me llaman debo ir”, explica.

El Kryvbas es un club especial. Su entrenador, Yuryi Vernydub, se alistó al frente al principio la guerra. “Había que movilizarse e ir al ejército. Estuve cuatro meses. Ahora me permiten entrenar pero si los comandantes me llaman debo ir”, explica.

Yuriy Vernydub decidió dejarlo todo e ir a primera línea de la guerra. El día que estalló el conflicto, él había jugado un partido de Europa League contra el Braga con el Sheriff Tiraspol. “Les dije a los directivos que me iba a casa. Cuando vi que toda mi familia estaba bien, me fui al frente”, confiesa orgulloso. Meses antes había dado la campanada en Champions, ganando al Real Madrid (1-2) en el Bernabéu, algo que para él casi es una anécdota: “Fue emocionante, un día histórico, para recordar siempre. Pero unos meses después llegó la guerra”.

Yuriy Vernydub decidió dejarlo todo e ir a primera línea de la guerra. El día que estalló el conflicto, él había jugado un partido de Europa League contra el Braga con el Sheriff Tiraspol. “Les dije a los directivos que me iba a casa. Cuando vi que toda mi familia estaba bien, me fui al frente”, confiesa orgulloso. Meses antes había dado la campanada en Champions, ganando al Real Madrid (1-2) en el Bernabéu, algo que para él casi es una anécdota: “Fue emocionante, un día histórico, para recordar siempre. Pero unos meses después llegó la guerra”.

Este fin de semana, justo dos años después del estallido de la guerra, vuelve la liga tras el parón invernal con el LNZ-Kryvbas. El conflicto sigue pero la competición avanza: “Jugar es la mejor forma de ayudar a nuestra gente”, sentencia Tkachuk.

Este fin de semana, justo dos años después del estallido de la guerra, vuelve la liga tras el parón invernal con el LNZ-Kryvbas. El conflicto sigue pero la competición avanza: “Jugar es la mejor forma de ayudar a nuestra gente”, sentencia Tkachuk.

Hany Mukhtar levanta pasiones en Nashville
Por:
Julián Burgos
Reportaje fotográfico:
Fito González