La inminente entrada de inversores en la DFL, órgano responsable de la Bundesliga1 y la Bundesliga2, ha desatado protestas toda Alemania. Desde la votación a favor de los inversores (el pasado diciembre), prácticamente no hubo partidos sin tensiones en las gradas. Se vive un ambiente muy caldeado que amenaza con estallar en cualquier momento. Los aficionados expresan su resistencia a la creciente comercialización del fútbol, temiendo que la influencia de inversores extranjeros afecte los valores y la esencia tradicional.
FOTO: Daniel Karmann/USA TODAY Sports