
El motín de las pelotas de tenis en la Bundesliga
Los aficionados, en contra de los inversores extranjeros en los equipos, están arrojando objetos al campo casi en cada partido.

La inminente entrada de inversores en la DFL, órgano responsable de la Bundesliga1 y la Bundesliga2, ha desatado protestas toda Alemania. Desde la votación a favor de los inversores (el pasado diciembre), prácticamente no hubo partidos sin tensiones en las gradas. Se vive un ambiente muy caldeado que amenaza con estallar en cualquier momento. Los aficionados expresan su resistencia a la creciente comercialización del fútbol, temiendo que la influencia de inversores extranjeros afecte los valores y la esencia tradicional.

La Bundesliga, donde el modelo 50 + 1 sigue en vigor para evitar que los clubes caigan en manos pudientes ajenas, sigue abogando por un fútbol por y para los aficionados, que no quieren que el modelo cambie y se comercialice su fútbol.

La principal preocupación de los seguidores radica en la posible pérdida de la identidad del fútbol alemán, con el temor de que los intereses financieros prevalezcan sobre los aspectos deportivos y comunitarios.

Las protestas han llevado a interrupciones prolongadas en los partidos. Se arrojaron pelotas de tenis, golosinas, monedas de chocolate e incluso sillas. Los hinchas alemanes consideran que es la única forma para ser escuchados.

Martin Kind, máximo accionista del Hannover 96, está en el ojo del huracán al llevar mucho tiempo proponiendo cambios en la regla del 50 + 1 y dar el sí en la ajustada votación que se aprobó por dos tercios, muy a pesar de que la junta directiva del Hannover le instara a votar en contra.

Las protestas reflejan a su vez un rechazo generalizado a la idea de una Superliga que, desde el punto de vista del aficionado, podría favorecer a los clubes más ricos, rompiendo de esta manera con la igualdad competitiva característica en el fútbol alemán.

Algunos clubes y la DFL han iniciado conversaciones con sus seguidores para abordar las preocupaciones y buscar soluciones que equilibren la necesidad de inversión con la preservación de la identidad del fútbol alemán.

La organización de aficionados "Unsere Kurve" (nuestra grada) tacha la retirada del posible inversor Blackstone (empresa estadounidense de gestión de inversiones y servicios financieros) como consecuencia de las protestas de un primer éxito en esta guerra.

Con la retirada de Blackstone, el único inversor que permanece en el proceso es CVC. CVC Capital Partners es una firma de inversión con experiencia en el ámbito deportivo. Cabe destacar que CVC también tiene vínculos con LaLiga.

Tras las demandas de repetir la votación sobre la entrada de inversores en la DFL, el miembro de la presidencia Axel Hellmann ha expresado su posición, rechazando categóricamente la idea de reconsiderar este escenario. Esta guerra aún no ha acabado.

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