SOPHIA SMITH
Una estrella ‘rota’ antes de brillar
El nombre de Sophia Smith, delantera de la tetracampeona mundial Estados Unidos, dio la vuelta al mundo en 2017 cuando, con apenas 16 años, fue convocada por Jill Ellis con la selección absoluta, que había sufrido la baja de tres futbolistas por lesión. Su carrera ascendía de forma meteórica hasta que, a finales de 2018, una entrada por detrás de una defensora rival de destrozó el tobillo y sus ligamentos…
La larga cicatriz que decora el tobillo derecho de Sophia Smith (Colorado, 2000) ha marcado su carrera deportiva. Con apenas 22 años la futbolista estadounidense ha saboreado el lado más amargo del fútbol, pero también el más dulce: campeona y MVP de la NWSL, la considerada mejor liga del mundo. Todo después de sufrir una grave lesión que la mantuvo ocho meses fuera del terreno de juego y puso en peligro su carrera deportiva.
La pequeña Sophia Smith creció en Windsor, Colorado, y alternó la práctica del fútbol con la del baloncesto durante su infancia. Quizá fuera su altura (1,65 metros) lo que la hizo decidirse finalmente por el primero: ese deporte en el que el balón va pegado al pie y no a la mano. Eso se le da especialmente bien a una futbolista que parece deslizarse por el césped y que siempre tiene la portería entre ceja y ceja.
Así, con 15 años ya acudía a las convocatorias de la selección estadounidense Sub-17, categoría que abandonó poco después para avanzar hasta la Sub-20. Adelantada siempre para su edad, con sólo 16 años le llegó su primera llamada para la absoluta. Jill Ellis la llamó a filas después de sufrir la baja de tres de sus futbolistas por lesión.
Sophia Smith no pudo debutar con las mayores de Estados Unidos en aquella cita, aunque ese mismo año, 2017, fue nombrada Mejor Jugadora Joven de la mencionada federación estadounidense. Ya en 2018 empezó a destacar en el fútbol universitario. De hecho, solo tardó 17 minutos en anotar su primer gol en la liga.
La carrera de la delantera de la tetracampeona iba viento en popa hasta que a finales de ese mismo 2018 la entrada por detrás de una defensora rival le destrozó el tobillo y sus ligamentos. “Cuando estaba en el hospital pensé que no había recuperación rápida para una cirugía como esa. Decía adiós a la temporada”, explicaba.
Después del paso por quirófano llegaron ocho largos meses apartada de los terrenos de juego, con una dolorosa rehabilitación de por medio: “Puedes dejar que te rompa y te quite la motivación, o puedes dejar que te motive y te abra los ojos y te ayude a ver cuán agradecida debes estar por poder correr, caminar... Mantuve una actitud positiva y creo que me ayudó”.
Smith obtuvo el alta médica y volvió a jugar en la liga universitaria a un nivel tan alto que la llevó a superar sus anteriores registros: 17 goles en 21 partidos para contribuir así a que las suyas ganaran el título universitario de 2019. La NWSL ya esperaba a una delantera sutil, voraz, con regate y gran disparo...
Y llegó como número 1 del draft. Portland Thorns la eligió y el tiempo demostró que no se equivocó. En 2020 Smith participó en cuatro partidos y marcó un gol, debutando en la selección absoluta de Estados Unidos en noviembre ante Países Bajos. Su nombre quedó escrito en la historia: fue la primera jugadora nacida en la década del 2000 en estrenarse con las mayores del equipo norteamericano.
La estrella emergente, rota en el pasado, no tardó en brillar. En 2021 anotó nueve goles en 26 partidos en todas las competiciones y en 2022 llegó hasta las 18 dianas en 25 encuentros, siendo clave para que Portland Thorns levantara el título.
Tal fue su exhibición ese 2022 que acabó siendo elegida MVP, convirtiéndose en la futbolista más joven de la historia de la NWSL en conseguirlo. No fue su único logro, también fue pionera: primera mujer negra en lograr este prestigioso premio individual con más de 35 años de historia… Ahora, le toca escribir una nueva página en el Mundial.
