La resiliencia de Ann-Katrin Berger para intentar frenar al Barcelona

La historia de Ann-Katrin Berger (Göppingen, Alemania, 1990) traspasa las líneas del terreno de juego. Hace siete meses, la portera del Chelsea estaba en la cama de un hospital luchando contra el cáncer. Su segundo cáncer. Sin embargo, nunca pensó en colgar los guantes y, frente al Lyon, fue la heroína blue que guió a las suyas a la semifinal. Hoy tendrá enfrente al todopoderoso Barcelona (13:30 horas). Las de Hayes reciben a las azulgranas sin miedo y con la resiliencia de una portera que ya no teme a nada.

En 2017, cuando militaba en el Birmingham, le diagnosticaron su primer cáncer de tiroides. La alemana luchó contra la enfermedad sin dejar de defender la portería de su equipo. Ni durante la parte más severa del tratamiento abandonó el fútbol. Se recuperó y, en 2019, aterrizó en Londres para ser parte de un equipo que soñaba con ganar todo. Pero, de nuevo, llegó el maldito cáncer. Fue durante la pasada Eurocopa cuando, antes de la final, le anunciaron que la enfermedad había vuelto. Jugó, sabiéndolo, la final del campeonato. Tocaba pasar otra vez el tratamiento, pero Berger sólo se perdió un partido de liga. “El fútbol realmente me ha salvado”, explicó. Fue una de las tres mejores porteras del mundo este mismo año. La alemana lo tiene muy claro: “Quiero que vean que, tras el cáncer, vuelvo a ser una persona normal”.

En un documental en la BBC, la guardameta contó cómo vivió su por primera vez su enfermedad. “Mi primer pensamiento fue: ¿Por qué yo?”, decía. “¿Por qué yo, si no he bebido ni fumado nunca y llevo una vida muy saludable? Es injusto”, reflexionaba en la BBC. Lo superó y, nada más volver a estar disponible jugó: “Hablé con el entrenador Marc Skinner y le rogué que me dejara jugar ese partido, se lo supliqué. ‘Estoy preparada, sé que estoy preparada’, le insistí”. Berger se había curado y quería que la gente supiese que es posible volver a tu vida después de esta enfermedad. Tras superarlo por primera vez dijo: “Nunca me he sentido tan orgullosa de mi misma”. Ahora se sentirá doblemente orgullosa...

El Barça con todo, el Chelsea con problemas atrás

El Barcelona visita un Stamford Bridge que rozará el lleno con un grato recuerdo ante las Blues. El último enfrentamiento entre ambos conjuntos acabó con la primera Champions de la historia del club en las vitrinas. Tras una final fallida el pasado curso ante el Olympique Lyon, las de Giráldez quieren repetir éxito esta temporada. Y tienen muchas opciones de hacerlo. Pero primero toca medirse ante uno de los ‘cocos’. Un Chelsea plagado de estrellas que viene de eliminar al Olympique de Lyon en cuartos. Se espera partidazo.

Emma Hayes cuenta con un elenco de estrellas en su plantilla: Berger, Buchanan, Perisset, Brigth, Kirby, Ingle, Harder, James o Kerr. Un equipazo que, sin embargo, está segundo en la WLS. Las Blues quieren hacer historia y, además, tienen esa espinita clavada de hace dos temporadas. La preparada sabe de la dificultad de duelo y da el papel de favorito al Barça: “El Barça hace el mejor fútbol de Europa”. Ya advierte que tocará defender, pero, para ello, no tendrá a su dos baluartes: Brigth y Buchanan, ambas lesionadas. Sin sus centrales titulares, la capitana Eriksson y la noruega Mjede ocuparán el centro de la zaga. Harder volverá a empezar desde el banquillo para que James, Reitten y Kerr ocupen el tridente de ataque.

Por su parte, el Barcelona viajó con toda su plantilla, incluida Alexia, aunque la capitana no entró en la convocatoria. Con todas disponibles por primera vez esta temporada, incluidas Oshoala y Pina, que tampoco saldrán de inicio. El técnico puede alinear a su once de gala y la duda radica en su buscará la verticalidad y potencia de Salma o la asociación y posesión de Mariona. Con Rolfö ocupando el carril, Giráldez podría optar por al segunda opción para ganar el balón en la medular y la rapidez de circulación ante lo que se preve una defensa muy cerrada.

Se abre el telón de esta semifinal entre dos de los grandes favoritos al título. Un partidazo con todos los alicientes y con una final en el horizonte. Pero, como recalcó Giráldez, es una eliminatoria de 180 minutos y será el Camp Nou quien dicte sentencia.