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CASO RUBIALES

La madre de Rubiales, trasladada al hospital por una crisis de ansiedad

La madre de Rubiales ha sido trasladada al hospital de Motril con una crisis de ansiedad, según el párroco de la Iglesia donde lleva su encierro.

Actualizado a
Ángeles Béjar durante su encierro.
Ángeles Béjar durante su encierro.Alba FeixasEFE

Hace tres días, la madre de Luis Rubiales, Ángeles Béjar, anunció que se encerraría en la Iglesia de Divina Pastora hasta que Jenni Hermoso “diga la verdad” sobre lo que sucedió en la ceremonia de entrega de medallas del Mundial, hace ya diez días. Sin embargo, su huelga de hambre en el templo religioso ha tenido que parar, al menos momentáneamente. Ángeles, de 76 años, ha tenido que ser trasladada de urgencia al hospital de Motril, su ciudad natal y donde creció Rubiales, con una crisis de ansiedad.

Ha sido el párroco de la ciudad quien ha avisado a los medios de comunicación de que Ángeles ya no estaba en el templo. “Ha sido ahora por la calor y por todo. Tenía los pies hinchados y se encontraba cansada. También estaba nerviosa”, ha asegurado el padre Antonio. Eso sí, su salida fue por una puerta trasera ya que en la puerta principal no se vio salir a Ángeles, que tenía pensado hablar con los medios de comunicación poco después. La madre de Rubiales llevaba tres días de encierro sin comer en su huelga de hambre y la expectación ya había creado algunos incidentes, sobre todo el domingo, día de culto.

En la puerta de la iglesia motrileña se agolpan los medios de comunicación. También hay manifestaciones a favor y en contra del expresidente de la RFEF. Y curiosos, muchos curiosos que se acercan para ver qué pasa en la tranquila ciudad de la costa granadina. Allí se iba a presentar Ángeles para hablar con la prensa y contar cómo se encuentra además de volver a exculpar a su hijo y pedir que se diga “la verdad” de lo sucedido. De hecho, tres agentes de policía ya estaban en la puerta del templo para que no hubiera disturbios. El domingo la prensa accedió al templo y hubo feligreses que se quejaron de la invasión, por eso el párroco le había convencido para hablar con los medios.

La madre de Rubiales tiene que parar obligatoriamente su huelga de hambre y encierro. Ahora falta por ver si una vez recuperada en el hospital de la ciudad de la costa de Granada, volverá a la Iglesia para mantener su protesta o regresará a casa por indicación médica para evitar otro susto que pudiera ser más grave. En la tranquila ciudad costera a quien todavía no se ha visto es a Luis Rubiales, que anunció el viernes que estaría en la ciudad donde se crio...