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LEGANÉS

Leganés, la defensa de las mil caras

El rendimiento bajo, las muchas lesiones y la meritocracia de Nafti han convertido la profesión de defensa pepinero en un ejercicio de alta volatilidad. Solo Javi Hernández es fijo.

Leganés, la defensa de las mil caras
Juan AguadoDIARIO AS

La defensa del Leganés se ha convertido en la zaga de las mil caras. O al menos, de los nueve nombres distintos. Recurrentes y rotativos. Todo puede suceder con una línea que ha pasado de ser aplaudida por sostener al equipo durante la reciente racha de ocho partidos seguidos sin perder, a convertirse en espacio cuestionado por culpa de los diez goles en cuatro partidos encajados por el equipo en las últimas cuatro jornadas. Quizá de ahí tanta rotación recurrente en los tiempos más cercanos.

Los datos reflejan el movimiento constante en la retaguardia. Tanto es así, que si se hiciera un once ideal con los futbolistas del Leganés que más veces han iniciado en una alineación titular, cinco de ellos serían defensas. A saber, Javi Hernández (éste sí, intocable con 34 titularidades), Sergi Palencia (24), Sergio González (20), Bruno González (17) y Kennet Omeruo (15).

De los otros cuatro zagueros restantes, Nyom ya ha alcanzado los 10 partidos de titular pese a haber llegado en enero, Quintillà ha jugado nueve veces de inicio, Bustinza, siete, y Jimmy Giraudon (el último defensa en aterrizar también en la ventana invernal) ha completado cuatro titularidades. El caso del galo es, por cierto, representativo de lo volátil que pueden ser las titularidades en este Leganés que Nafti ha convertido en un ejercicio de meritocracia pura.

El ejemplo de Giraudon

Giraudon se estrenó ante el Mirandés por las ausencias en la retaguardia y encadenó otros tres duelos de inicio más. Al cuarto, frente a Las Palmas, la goleada canaria (4-2), lo mandó directamente a la grada durante dos encuentros. Después volvió ante el Oviedo (banquillo, sin jugar) y ante el Málaga (disputó los últimos minutos para proteger a Sergio González, apercibido de sanción).

Es precisamente esa meritocracia, unida a la inestabilidad de los números en defensa y los problemas físicos los que han hecho que las rotaciones se hayan convertido en asunto habitual en la zaga. Sólo Javi Hernández es un fijo tanto en el lateral, como de central zurdo cuando ha hecho falta. Sus ausencias han sido siempre forzadas por sanción o lesión. Le sucedió con Garitano y ha repetido con Nafti. Sergio González es el otro caso de relativa continuidad regular al sur de la capital apuntalado en su capacidad para sacar la pelota y criterio para posicionarse.

Lateral derecho, rotación total

A partir de ahí, el resto de posiciones han ido bailando. En el lateral derecho hay de todo. Dientes de sierra que han afectado a tres hombres. Palencia, ahora menos habitual por la presencia de un Nyom que ha ido perdiendo protagonismo. No tanto como Bustinza, capitán y, desde la goleada ante el Burgos, jugador inédito con el Leganés. Ni un minuto desde el 23 de enero.

Omeruo y Bruno completan el elenco. El primero no está viviendo una temporada brillante y especialmente un buen 2022. El segundo, comenzó como un inamovible, pero desde que se lesionó ante el Burgos, no ha vuelto a jugar. Aquel 23 de enero, como le pasó a Bustinza, fue la última vez que se le vio en la defensa del Leganés altamente variable que incluso salpica a la portería: Riesgo (18 titularidades), Iván Villar (10) y Dani Jiménez (8) se suman a esa rotación frenética.