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REAL SOCIEDAD

La Real vuelve a asomarse la pelea por la Champions

El equipo de Imanol, que está completando una temporada soberbia, tiene que recibir en el Reale Arena al Betis, Barça y Atlético. Tiene el cuarto puesto a tres puntos

San Sebastián
SAN SEBASTIAN, SPAIN - APRIL 04: Alexander Isak of Real Sociedad  celebrates after scoring their first side goal during the LaLiga Santander match between Real Sociedad and RCD Espanyol at Reale Arena on April 04, 2022 in San Sebastian, Spain. (Photo by J
Juan Manuel Serrano ArceGetty Images

La Real Sociedad vuelve a ilusionarse con jugar la Champions League la próxima temporada. Puede que este reto, del que ya se ha hablado en otros momentos de la temporada, fuera una quimera hace unos meses, cuando todavía faltaba demasiado como para hablar de cosas tan serias; pero ahora con sólo siete jornadas por delante, y habiéndose colocado a tres puntos del cuarto clasificado, ya no es ninguna broma, es algo que se puede mencionar de manera muy seria. Las dos victorias de los donostiarras en la última semana le han dado alas, le han permitido afianzar su candidatura para la Europa League, y asomarse de nuevo a la pelea por el premio europeo más gordo.

El equipo txuri-urdin saca ocho puntos al séptimo clasificado y nueve al octavo, y se ha acercado a tres puntos del Atlético de Madrid. Pero lo que es más importante, se puede decir que ha pasado a depender de sí mismo. Es algo paradójico, suena hasta un poco a chiste, cuando es el conjunto que va por detrás en la clasificación. Pero es que la Real debe jugar la baza de los enfrentamientos directos en el Reale Arena. Por San Sebastián deben pasar en estas ultimas siete jornadas el Betis, el Atlético y el Barça. O lo que es lo mismo, los tres equipos que van por delante en la clasificación y que son sus rivales directos si lo que pretende es soñar con volver a jugar la Champions. Hay que añadir al Villarreal, al que tiene que visitar en la penúltima jornada, pero en ese caso puede ser la baza para afianzar su presencia, al menos, en la Europa League. Al 'submarino amarillo' le saca ocho puntos con 21 por jugarse, una distancia a tener bastante en cuenta, pero que no le permite relajarse para nada. Visto así el calendario que le queda a los realistas, la temporada puede terminar por la puerta grande o arrollado por el toro. Bodegón o barbería, que se dice en estos casos.

Sea como fuere, los 54 puntos con los que ha llegado la Real de Imanol a la jornada 31 de la presente liga le permite igualar a estas alturas con la trayectoria que llevó el equipo donostiarra con Phillipe Montanier en la histórica temporada 2012-13 en la que logró la última clasificación para la Champions League de la historia del club donostiarra. Son palabras mayores, porque le colocan a día de hoy como la segunda mejor puntuación de las últimas dos décadas de un equipo de la Real. Y si se coge como referencia aquella campaña de Montanier, la Real debería sumar doce puntos más para alcanzar la cuarta plaza. El equipo txuri-urdin del técnico francés sumó 12 de los últimos 21 puntos (más de la mitad) para alcanzar en la última jornada la cuarta plaza.

Así que el reto para los de Imanol está encima de la mesa, ganar cuatro de los siete partidos que les quedan, porque con eso podría ser suficiente para repetir la hazaña que hicieron en 2013, cuando ganaron en la última jornada en Riazor. Con esos resultados sumaría 66 puntos, que son los que le hicieron falta la última vez que alcanzaron la Champions. Hay quien le parece escaso, y considera que habrá que llega a un mínimo de 70 puntos, lo que obligaría a la Real a sumar 16 puntos más, lo que significaría ganar cinco partidos, empatar otro y solo poder perder uno de los siete que quedan. Pero hay que tener en cuenta que la Real tiene enfrentamientos directos contra rivales directos en esa lucha, por lo que eso puede hacer que se sumen menos puntos en global. Lo que está claro es que la empresa es muy compleja, pero también lo es que la Real se ha ganado por méritos propios el derecho a ilusionarse con esa pelea. Los dos próximos partidos en San Sebastián, contra el Betis y el Barça, dilucidarán si es una simple ilusión o una bonita realidad.