El Fuenlabrada todavía no se define en fase defensiva
Los azulones están mostrando su peor imagen en esta faceta desde su llegada a Segunda. Sin embargo, han dejado a cero a Pucela y Eibar en la vuelta.
La defensa del Fuenlabrada vive su peor campaña desde su llegada a Segunda División. Con 36 goles en contra en las 29 jornadas disputadas, los azulones están a sólo cuatro goles de sus registros defensivos en la 2019-20, sólo 40 tantos en contra, y a diez de la 2020-21, con 46. Ambas temporadas ya con las todas las jornadas disputadas. Una fragilidad atrás que, junto a la escasa capacidad de gol, ha anclado a los del Torres en los puestos de descenso.
Las lesiones han sido una pesadilla en varias líneas fuenlabreñas esta campaña, pero la zaga es una de las que más las han sufrido. Juanma se pierde toda la temporada por una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, pero no es el único defensa que se ha lesionado. Todos, incluidos los laterales, han sufrido algún percance físico que ha impedido configurar una defensa habitual. Iribas, Pulido, Diéguez, Gozzi, Pol Valentín y Sotillos se han perdido más de un partido esta temporada. Tachi es el único que, de momento, no se ha perdido ningún duelo y llegó en invierno.
No es el único problema del equipo en lo que a defender se refiere. Las faltas de concentración están siendo algo habitual esta temporada como se pudo ver en el empate ante el Alcorcón (dos goles en menos de diez minutos), las tablas ante el Mirandés (un gol al final del duelo) y la derrota ante el Girona tras empatar en el descuento, por ejemplo. Puntos que se han ido de un Torres escaso de ellos por las desconexiones de todo el equipo y no sólo de los defensas. Las jugadas en las que los centrocampistas y atacantes no siguen a su marca son demasiado frecuentes.
Motivos para creer
Sin embargo, en el Fuenlabrada tienen motivos para creer que su defensa tiene visos de ser la que antaño fue. A Umar Sadiq, delantero de categoría superior, no se le pudo parar, pero hay que remontarse a sólo dos semanas atrás para ver que se pudo ‘secar’ a dos ataques como el del Valladolid, con Weissman, León y compañía, y Eibar, con Leschuk, Expósito y Stoichkov. Con esa versión defensiva del equipo y un ataque que cada vez carbura más, el Fuenlabrada puede creer en la ahora alejada permanencia.