"Que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada errante en las sombras, te busca y te nombra". Simeone ha hecho suyo el ilustre 'Volver' de su compatriota Carlos Gardel, y, aunque por el momento su trayectoria es aún de la mitad, su vuelta al Atlético el 23 de diciembre de 2011 cambió la historia de un gigante dormido para situarle de nuevo entre los clubes más grandes de España y competir de tú a tú con cualquier club del mundo. Quizá para la última hornada de colchoneros no ha existido otro Atlético que el actual, habituado a jugar la Champions año tras año, a pelear por títulos, a emocionar los veranos con fichajes de relumbrón y a tener una estabilidad total con un técnico inamovible en el banquillo.

Sin embargo, como si de un testamento se tratase, hay una época A.C. (Antes del Cholo) y otra D. C. (después de su llegada). Simeone tomó las riendas de un Atlético en crisis a mitad de temporada 2011-12, undécimo en Liga, eliminado de Copa del Rey por un Segunda División B, sin ganar un partido fuera de casa en todo el curso y con futbolistas de renombre a un rendimiento muy por debajo de su mejor versión. En todo el siglo XXI, el Atlético había ganado dos títulos (la Europa League de 2010 y su posterior Supercopa de Europa) y había participado en dos fases de grupo de la Champions (2007-08 y 08-09) tras quedar en la cuarta posición, la mejor desde el Doblete (1995-96) donde el Cholo era uno de los grandes centrocampistas de aquel equipo.

Pero el Cholo es un hombre de retos y que no se deja intimidar por la magnitud de la situación. El técnico había dado sus primeros pasos como técnico en su Argentina natal (Racing, Estudiantes, con quien salió campeón, River y San Lorenzo) y tenía una mínima experiencia europea (en el Catania italiano) antes de recibir la llamada de un club con el que había vivido noches de glorias en su etapa de jugador. Para muchos prematura, su llegada al banquillo del Vicente Calderón fue uno de los mayores giros históricos que ha vivido un club en la época moderna. En su presentación, el 27 de diciembre de 2011, ya dejaba claras las bases de su proyecto. "Sé la exigencia que tiene el Atlético. No me asusta, me entusiasma como todas las situaciones que generan desafíos. Esta es una más. Aquí estamos para recuperar un poco de lo que siempre tuvimos. Nos gusta un equipo agresivo, un equipo fuerte, aguerrido, contragolpeador. Lo que nos llevó a los Atléticos a identificarnos con esta gloriosa camiseta".

Y, desde entonces, no ha parado de evolucionar a la par de un equipo que ha ido consiguiendo gestas. Pese a que acaba 2021 con una sensación agridulce por la situación actual del Atlético en Liga, con cuatro derrotas seguidas y sus peores números en las primeras 18 jornadas, despide un año donde consiguió su segundo título de Liga, renovó su contrato hasta 2024 y volvió a demostrar al mundo de la pasta que está hecha el conjunto colchonero. Es imposible reducir diez años a unas pocas palabras. Pero, si algo ha definido a Simeone es la garra, competitividad, fuerza, mentalidad, identificación y pasión con la que se ha vivido la década prodigiosa cholista.

Con Simeone en el banquillo, el Atlético ha levantado ocho títulos y se ha vuelto a colar entre Real Madrid y Barcelona como un equipo durísimo al que enfrentarse. Si en sus 108 años de historia anteriores a su llegada había disputado una única final de Copa de Europa (en 1974), con el Cholo se ha quedado la espina de la Champions después de alcanzar dos finales (2014 y 2016). Unas participaciones europeas que llevaron al club rojiblanco a situarse como el segundo con mayor coeficiente UEFA, su mejor situación de siempre.

El Atlético del Cholo ha conquistado dos veces LaLiga, otras dos la Europa League, la Copa del Rey, dos Supercopa de Europa y la Supercopa de España, lo que le convierte en el técnico más laureado de la historia del club. En esta etapa gloriosa ha acabado nueve años seguidos entre los tres primeros clasificados en Liga, todos desde que Simeone dirigió su primera temporada completa para conseguir el periodo más estable que se haya vivido nunca. Dos primeras plazas, dos segundos puestos y cinco terceros son su bagaje. Con esa final de Copa levantada en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid se acabó con una losa de 14 años sin derrotar al máximo rival. En Europa League goleó a Athletic y Olympique de Marsella en dos grandes finales, en la Supercopa de Europa se impuso al Chelsea y al Real Madrid y en la española también al equipo blanco, equipo que más le ha hecho sufrir por esas finales de Champions, pero también contra el que ha ganado más títulos en finales.

Cholito, sé que no eres de felicitaciones en medio de la batalla, pero 10 años de entrenador en el fútbol actual, aunque no sea con tarta y confetis, merecen al menos un artículo de agradecimiento a tu labor. Que sí, que sí, que sé que estamos en diciembre Zimeone (con Z como me gusta comunicarme con él). Solo es para recordarte la fe ciega que tengo en tu pasión y capacidad para seguir identificándonos orgulloso de nuestro equipo, aquel que cogiste el 23 de diciembre de 2011 al borde de un acantilado y que hoy habita saludable en el ático del fútbol europeo, reconocido por todos por su pasión por competir, ah, y ocho títulos.

Diez años en los que tu partido a partido se ha convertido en una forma de vida, diez años dónde has conseguido como un gran psicólogo o cirujano, cambiarnos la cara y el estado de ánimo. Diez años dónde Neptuno se ha sentido tan arropado como en el pasado, diez años donde la cúpula te considera el entrenador más barato, sumando lo que se generó y restándole el sueldo. Vale Zimeone voy terminando, ya sé que en diciembre no es tiempo de recopilaciones, pero déjame felicitar también a esos futbolistas que has tenido a tus órdenes en ese tiempo, y que nos hicieron dormir tranquilo, sabiendo que pasase lo que pasase nos íbamos a sentir orgullosos de su identificación con el esfuerzo no se negocia.

Zimeone con tus muuuuchas luces y alguna sombra, son 10 años carajo, y él entrador infalible no nació todavía. Desearte que nos sigas guiando con tu capacidad, pasión y números otros 10 años más, con esas cifras que nos cambió la cara y el estado de ánimo. Ya termino Zimeone, te dejo trabajar en tu afán de encontrarle la tecla a la plantilla de la temporada 2021-22 como ya lo hiciste en un momento más complicado en la 11/12. Te admiro amigo.

Si con Simeone ha llegado la estabilidad en el banquillo, mantener a un técnico tantos años a cargo del Atlético parecía misión imposible tiempo atrás. Aunque lejos de los años calientes de Jesús Gil en la presidencia, donde era habitual ver hasta tres y cuatro entrenadores en una misma temporada en el banquillo, el club nunca se había caracterizado por la paciencia en el banquillo y nadie en la historia había tenido tal continuidad. Tanto es así, que Simeone alcanzó en Granada los 551 partidos al mando del equipo en una misma etapa.

El segundo técnico con más encuentros dirigidos en la historia del Atlético tras Luis Aragonés (611), aunque en el caso del Sabio de Hortaleza en cuatro periodos diferentes, el primero al cambiar las botas por la libreta en 1974 tras la final de Copa de Europa contra el Bayern. El Cholo se encuentra a 60 duelos de igualarle y es el técnico con más victorias dirigiendo al Atlético (326), superando al propio Luis (307) y a años luz de Ricardo Zamora, tercero en la lista con 103 triunfos. En la historia de LaLiga, Simeone ya es el tercer técnico con más partidos dirigidos a un mismo club (382), solo superado por Luis, también con el Atlético (407) y Miguel Muñoz (424) con el Real Madrid.

Para poder sostener un periodo tan prolongado y exitoso en un mismo club es necesario ir variando los sistemas tácticos y evolucionando a la par que varían los futbolistas de la plantilla. Únicamente Koke ha convivido desde el primer día con Simeone, que siempre se ha sostenido por una defensa férrea (algo que está fallando este año) que le ha servido para que, entre Oblak (cinco) y Courtois (dos), sumen siete premios Zamora como el club que ha arrasado en el premio en la última década. Y en la delantera, el equipo se ha regido según las características de su nueve. Un futbolista de área al que suministrar balones con un bloque más alto (Falcao, Mandzukic o Luis Suárez) o un ariete con mayor capacidad para correr al espacio y contragolpear (Diego Costa, Gameiro, Torres o Morata).

Con Radamel Falcao de killer en su primer año y medio, Simeone dio vuelo a los laterales, balón para Diego, Arda Turan y Koke ya sin el brasileño y mucha importancia a otro delantero veloz, pasando de Adrián a Diego Costa y del 4-2-3-1 al 4-4-2. Ese sistema que se asentaría con una presión alta sustentada por una defensa impenetrable, un doble pivote muy físico (siempre con Gabi a la cabeza), dos interiores de posesión y la presencia de Villa junto a Costa para acabar levantando el título de Liga 2013-14 con el récord de puntos rojiblanco (90) y la mayor cifra histórica de goles (77). Pese a las bajas, se seguiría trabajando sobre ese sistema, con Griezmann convertido en la nueva referencia del equipo y moviendo su posición desde la banda hasta la delantera. El francés fue el máximo goleador del equipo cinco temporadas seguidas y el Atlético se quedó a las puertas de su primera Champions, después de haber perdido en 2014 con el gol del empate en el descuento y en 2016 con una fatídica tanda de penaltis.

Las piezas cambiaban, pero la estructura y columna vertebral se mantenía hasta que en el verano de 2019 se produjo el gran cambio de ciclo de la era Simeone. La transición comentada por el técnico donde ya no estaban Griezmann, Godín, Juanfran, Filipe, Lucas, Rodrigo (que había llegado un año antes por Gabi) ni esa base de equipo campeón que llevaba tantos años compitiendo en la élite. Y el Cholo se reinventó, ahora eran otros jugadores los que tenían que llevar el peso del equipo, pero siempre con la intención de competir, como en la inolvidable noche de Anfield con la gran explosión de Llorente. En el verano de 2020 Simeone cambió de segundo entrenador, diciendo adiós al hasta entonces inseparable Mono Burgos y dando entrada a Nélson Vivas, que ya llevaba esa temporada completa en el club.

Y en el curso 2020-21 el Atlético se volvería a alzar con el título liguero en el equipo más revolucionario con el Cholo en el banquillo. Un cambio de sistema, la formación con tres centrales, dos carrileros y un centro del campo de posesión y toque para suministrar balones al gran fichaje de Luis Suárez. Los Koke, Oblak, Savic, Giménez, Llorente, Lemar, Carrasco, Correa y compañía asumieron los galones para otra gesta que ya forma parte del libro histórico de LaLiga. Ahora, en el actual momento de dudas, el Cholo está variando de nuevo entre una defensa de cuatro y los tres centrales en una nueva reconversión en busca de una mejor versión del equipo.

Una constante adaptación desde su primer once formado por Courtois, Perea, Godín, Domínguez, Filipe, Tiago, Gabi, Juanfran, Salvio, Diego y Falcao, empatando ante el Málaga por 0-0 en su debut el 7 de enero de 2012 hasta el de ayer mismo en la visita al Granada, con Oblak, Trippier, Felipe, Kondogbia, Hermoso, Carrasco, Koke, De Paul, Lemar, João Félix y Luis Suárez defendiendo los intereses rojiblancos.

Aún recuerdo el día que Simeone fue presentado como nuevo entrenador del Atlético, una fría mañana de diciembre en el añorado Vicente Calderón. Con una sonrisa de oreja a oreja fue explicando a todos lo que quería de su Atleti: un equipo fuerte, aguerrido, con las líneas juntas, contragolpeador… Pude hablar con él un rato, recordamos su etapa como futbolista y también todo el trabajo que tenía por delante. El Cholo despertó una tremenda ilusión entre una hinchada que había perdido cualquier esperanza de ver a su equipo entre los mejores. Diez años después se puede decir que Simeone cumplió con todos sus objetivos y el Atlético es uno de los equipos más fuertes no sólo del fútbol español sino también de Europa. Y además de los ocho títulos que ha conquistado, el Cholo ha dejado una manera de actuar y de pensar que conoce todo el mundo y que va más allá de lo propiamente futbolístico. El 'partido a partido', el 'nunca dejes de creer' se aplica ya casi a diario como sinónimo de esfuerzo, de lucha, de solidaridad… Y que cada uno le emplee en lo que quiera.

El Cholo cumple una década en el Atlético en un momento un tanto complicado, con el equipo lejos de la lucha por el campeonato liguero, con altibajos, con dudas… Saldrá adelante, como lo hizo en otras ocasiones donde el conjunto rojiblanco atravesó situaciones difíciles. Porque el otro logro de estos diez años es la ambición que ha logrado inculcar a dirigentes y a hinchas del Atlético. Los más jóvenes ya ven posible pelear por títulos y ya se ven a la misma altura que los demás.

Luego puedes ganar o no hacerlo, pero esa ambición es el mejor legado de Simeone. En estos diez años el Atlético se ha fortalecido a nivel social, económico, deportivo… La entidad era una antes y ahora es otra, tanto a nivel de socios, peñas, aficionados… Al club madrileño le conocen ya en cualquier parte del mundo. Hay una generación joven que se ha hecho del Atlético, que ha mamado un equipo ganador aunque también ha llorado por derrotas dolorosas. De lo contrario no sería el Atleti. Los que pasamos del medio siglo dejamos atrás recuerdos de infancia donde ser del equipo rojiblanco era duro, en clara minoría con los amigos y compañeros que presumían de ser de equipos ganadores.

Ahora eso ha cambiado y hay tantos niñas y niños del Atlético como de otros clubes. Y lucen orgulloso ese escudo. En los colegios, por la calle se ven camisetas del Atleti. Y al Wanda Metropolitano, un estadio que es la envidia de muchos, acude un público joven, familiar, con ganas de pasárselo bien…. Eso es ahora el club madrileño. Simeone hizo posible todo ese cambio con su pelea diaria para borrar muchos fantasmas del pasado. Simeone levantó una entidad que ahora se siente fuerte. Felicidades míster por esta década y mucho ánimo para continuar en la pelea. Porque el 'partido a partido' sigue vigente.

Durante la etapa Simeone, son muchos los jugadores que han visto como su carrera daba un vuelco bajo el mando del técnico (Griezmann, Juanfran, Arda, Saúl, Oblak, Miranda, Llorente, Carrasco…). Pero, cuatro son los futbolistas que han ejercido como primer capitán y extensión del técnico sobre el campo. El primero de ellos, un Antonio López con el que convivió en su llegada y que fue el encargado de levantar la Europa League de 2012. Un jugador de club ya veterano y con Filipe por delante, pero siempre con los valores colchoneros por delante.

Con el adiós del lateral izquierdo al final de curso, el brazalete recayó sobre Gabi, que con su '14' a la espalda demostró como nadie el carácter y la fuerza atlética. El canterano había regresado al club únicamente seis meses antes de la llegada de Simeone. Había madurado en el Zaragoza y llegaba para tomar los mandos del centro del campo. Seis temporadas completas como líder del equipo de Simeone y dejando su mejor versión y grandes exhibiciones en todas las finales. El equilibrio, la salida de balón y la intensidad de una máquina perfectamente engrasada en el centro del campo. Encargado de recibir la Supercopa de Europa 2012, la Copa del Rey 2013, Liga 2014, Supercopa de España 2014 y Europa League 2018.

Tras derrotar al Olympique de Marsella y marcar el 3-0 de la final, Gabi puso rumbo en ese verano de 2018 a Qatar y le llegó el turno a Godín como capitán. En su novena temporada en el club, el uruguayo tomaba los mandos, aunque llevaba mucho tiempo ejerciendo como tal. Todo un peso pesado del vestuario y el extranjero con más partidos en la historia del Atlético. El Faraón rojiblanco alzó la Supercopa de Europa de 2018 contra el Real Madrid y dejó un último año para aumentar su leyenda como uno de los mejores centrales de la historia del club y de los jugadores más queridos por la afición.

Y, por último, la salida del uruguayo otorgó a Koke los galones de primer capitán. Un one club man que siempre ha defendido la camiseta rojiblanca con honor, orgullo y vitalidad a pesar de las múltiples ofertas para sacarle del equipo. Koke, pieza clave y encargado de levantar la pasada Liga, es el segundo futbolista con más partidos en la historia del Atlético. Con 523 encuentros oficiales (486 con Simeone), ya se encuentra a 30 de igualar a Adelardo en lo más alto y todavía no ha cumplido la treintena. El único futbolista que ha vivido toda la década de Simeone en el Atlético y que con él ha ido evolucionando desde un centrocampista que podía salir cedido en busca de minutos a uno de los máximos asistentes y mejores medios de LaLiga en los últimos diez años. Koke quiere seguir levantando títulos con Simeone en el banquillo.

Cuatro capitanes y tres de ellos brotados de las categorías inferiores. Aunque ha costado que jugadores jóvenes se hagan fuertes y se mantengan en la primera plantilla en esta década, un total de 38 canteranos han debutado con el técnico argentino en el primer equipo: Saúl, Kader, Óliver Torres, Dani Aquino, Carlos Ramos, Héctor Hernández, Lucas Hernández, Keita, Iván Pérez, Nacho Monsalve, Thomas, Caio Henrique, Rober Núñez, Juan Moreno, Roberto Olabe, Keidi, Sergi González, Toni Moya, Antonio Montoro, Carlos Isaac, Arona Sané, Borja Garcés, Solano, Joaquín Muñóz, Víctor Mollejo, Montero, Camello, Rodrigo Riquelme, Darío Poveda, Manu Sánchez, Óscar Clemente, Germán Valera, Sanabria, Ricard, San Román, Mario Soriano, Javi Serrano y Carlos Martín.

Desde la llegada de Simeone, el Atlético ha vivido la etapa más estable de su historia y ha llevado a cabo grandes cambios presupuestarios. Y, quizás el más importante, un nuevo cambio de estadio. El Atlético se despidió en la temporada 2016-17 del Vicente Calderón, con aforo para 54.000 aficionados, para decirle hola al Wanda Metropolitano, con una capacidad de 68.000 espectadores. Un estadio moderno que ya ha albergado la final de la Champions de 2018 y ha mantenido el fortín que era el Vicente Calderón, con únicamente tres equipos capaces de ganar en la máxima competición europea como visitantes. Todavía tiene que ir ganando las noches históricas que vivió el tan querido antiguo feudo. También se produjo una modificación del escudo, algo que trajo controversia entre la masa social rojiblanca.

El Atlético iniciaba el año 2012 con 60.000 socios, dos únicas participaciones en Champions en el siglo XXI (en una eliminados en grupos y otra en octavos) y en el puesto número 23 en el ránking de la UEFA con 70.463 puntos. Si las nuevas generaciones se han acostumbrado al éxito, eran objetivos inalcanzables hasta la llegada de Simeone. En 2017, a los cinco años con el técnico, se alcanzaron los 100.000 socios, aumentando la cifra año tras año, el equipo se situó en la segunda plaza del ranking UEFA (tiene en cuenta los cinco años anteriores) con 133.871 puntos y se acortó la deuda económica pese al cambio de estado al Wanda Metropolitano. En el año 2021 el Atlético tiene más de 130.000 socios a pesar de la pandemia que ha golpeado a la sociedad mundial, es décimo en el coeficiente UEFA con 100.000 puntos y sin rastro de aquella deuda, aunque la pandemia por coronavirus ha removido las cuentas económicas.

Simeone no sólo ha formado un equipo ganador, también ha instaurado una filosofía y forma de entender el fútbol y la vida para los atléticos. Y ha dejado frases y momentos para la posteridad. Desde aquel "partido a partido" que ha regido sus diez años en el club, "el esfuerzo no se negocia" o hasta el reciente "tengo la misma ilusión que el primer día que llegué", varios son los mensajes del Cholo inolvidables para cualquier atlético.

"Estoy feliz por los jugadores, por la gente y porque mañana los chicos llevarán al colegio la camiseta del Atlético de Madrid. Eso es lo más maravilloso", (tras ganar la Europa League de 2012).

"Las finales no se eligen, se juegan y se ganan", (antes de la Supercopa de Europa de 2012).

"Aspiro únicamente a ser un equipo molesto. La gente se ve identificada con el Atlético de Madrid", (en la Cadena Cope, año 2013).

"Estos chicos ganaron ayer porque jugaron con el corazón de todos ustedes, el corazón del hincha del Atlético de Madrid", (celebrando la Copa del Rey de 2013).

"Quiero felicitar a las mamás de estos jugadores, porque nacieron con unos huevos así de grandes", (tras ganar en Stamford Bridge en las semifinales de la Champions en 2014).

"Esto no es solamente una Liga, muchachos, mujeres... Es mucho más importante lo que transmite este triunfo: si se cree y se trabaja, se puede", (celebrando el título de Liga en 2014).

"Los partidos no los ganan los que mejor juegan, sino los que están más seguros de lo que hacen. Como en las grandes batallas, a veces no gana el mejor, sino el que está más convencido", (El Efecto Simeone).

"Sí, me voy a quedar. ¿Y saben por qué? Porque este club tiene futuro y el futuro somos todos nosotros", (micrófono en mano en la despedida del Vicente Calderón en 2017).

"Hay que saber el año de transición en el que estamos. Paciencia y tranquilidad", (tras caer contra el Barcelona en el año 2019).

"Que no nos confundan. A nosotros nos gusta la pizza. Si te gusta la pizza, come pizza. No comas otra cosa", (ante las críticas al estilo en 2019).

"Estamos en un momento de resistencia, me gusta esa palabra. Empezaron mal Madrid y Barcelona y ahora estamos irregulares nosotros. Me encanta este momento", (el curso pasado tras empatar contra el Betis y ver como se acortaba la ventaja en el liderato).

"Me viene reírme, me sale naturalmente empezar a reírme, no sé por qué, pero me río, es una alegría que me sale de adentro. Era el año indicado para que el Atlético saliese campeón", (tras conquistar la pasada Liga).

"No me exalto ante las palabras bonitas ni en un mal momento. Trato de ir a buscar lo que me hace sentir identificado con lo que veo", (esta temporada, antes de visitar al Cádiz).