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Las Palmas

Un software de Gran Canaria para el mundo: “No tenemos la necesidad de irnos de aquí”

Nacsport exporta su herramienta de análisis de datos a los cinco continentes. 26 de los 42 clubes profesionales de fútbol españoles, entre sus clientes.

Actualizado a
Un software de Gran Canaria para el mundo: “No tenemos la necesidad de irnos de aquí”
Carlos Diaz-RecioDiario AS

El bullicio de la ciudad encuentra su pequeño oasis tras las puertas de una oficina en calma absoluta. La concentración es máxima, y el silencio apenas se interrumpe a golpe de teclado y con la aparición de los periodistas. El Sebadal, un eterno polígono industrial que creció al alimón del Puerto de La Luz y de Las Palmas, emblemática plataforma tricontinental entre Europa, África y América, exporta de todo. También, tecnología.

En la tercera planta de un modesto edificio, apenas dos puertas de madera adivinan que, detrás de ellas, está la base de operaciones de una empresa de análisis de datos aplicados al deporte, “y a cualquier ámbito”, como bien nos recalcan, 100% grancanaria y que está a la vanguardia mundial de un sector tan caníbal como el tecnológico.

Tan servicial como siempre, acaso el mejor responsable de prensa posible cuando trabajaba para la UD Las Palmas, nos recibe la eterna sonrisa y discurso sereno de Miguel Díaz. Allí, en una sala totalmente diáfana, las horas pasan silenciosas, plena concentración, entre programadores y vendedores. Todo está impoluto. En uno de los coquetos despachos nos está esperando Frank Gornés, socio mayoritario de Nacsport junto a Alberto Rodríguez. Su empresa no solo no cerró durante el confinamiento, sino que en 2021 aumentó su plantilla en un 33%. Toca adaptarse a los nuevos tiempos, tan fugaz cada día la tecnología aplicada al deporte, como él mismo nos cuenta.

Nadie diría la cantidad de kilómetros que Gornés lleva encima (en una semana, por ejemplo, estuvo en Filadelfia, Méjico DF, Tenerife y París), buena percha la suya, y que encima lo cuenta con la mejor sonrisa y gran sentido del humor. El que expone, junto a Miguel, durante más de una hora de conversación. Exportando, de la mejor manera posible, un software desde un rincón de Gran Canaria, al resto del mundo.

Muy resumido, ¿cómo presentaría Nacsport?

Como producto, es un software de videoanálisis específico para el deporte. La función principal es ahorrar tiempo para hacer análisis de tu propio equipo, tanto de partidos como de entrenamientos o cualquier actividad que quisieras y fuera grabada en vídeo. ¿Cómo se gana ese tiempo? Dándole herramientas al cliente para que pueda etiquetar y marcar los momentos específicos y más importantes de ese evento y poderlo revisar y compartir con jugadores, resto de cuerpo técnico y clubes.

Ahora mismo están, además, celebrando el 20º aniversario.

Del germen de lo que somos ahora, sí. Casualmente, Nacsport entró en el mundo del deporte no por el fútbol, que es lo que todo el mundo tiene en mente, sino por el hockey hierba. Aquí decimos que es uno de los deportes más tecnificados. Me sorprendió cuando entro en la dinámica de Nacsport, que fue tres años más tarde, ver la tecnología usada hace 15-16 años en hockey hierba: cómo revisaban las acciones en tiempo real, cómo desde la grada se marcaban y etiquetaban momentos del partido que eran compartidos con el entrenador para que los jugadores pudieran ver en tiempo real cortes en el banquillo. Esto en el fútbol lo estamos empezando a ver desde hace 5-6-7 años para acá, pero en el hockey históricamente han trabajado de una forma tecnificada mucho más que en otros deportes.

¿Cuándo empezaron eran capaces de visualizar la herramienta que tienen ahora?

No, ni en broma (rotundo). Con ese inicio ahora nos demandarían (se ríe). Al principio era bastante básico. Nos reímos muchas veces hablando de eso. La primera versión scout que teníamos solo tenías dos botones: bien y mal. Y encimas no lo podías ni guardar. Etiquetabas el partido así y revisabas la base de datos, pero no podías guardar un vídeo sobre el tema. Perdías los datos cuando fueras a hacer la siguiente. Hubo gente que pagaba por eso porque no había nada que te ayudara en aquel momento. Empezamos de una manera en la que ni se te podía pasar por la cabeza dónde estamos ahora. Pero es que creo que ni ahora mismo nos podemos imaginar hacia dónde vamos o podremos estar dentro de 15 años. El crecimiento de la tecnología es tal que no te permite ver hasta dónde vamos a llegar.

¿Hacia dónde crees que se dirige ahora un campo tan tecnificado como este?

Cada vez hay más inteligencia artificial, más big data, más datos en el mundo del fútbol o en cualquier actividad deportiva en distintos aspectos, no solamente técnico-tácticos. Entran datos físicos, posicionales, nutricionales, de sueño o descanso… Los clubes van hacia todo eso. En el mundo del vídeo-análisis, que estamos más internamente en esto, están los proveedores de datos, que van cada vez dando más opciones tanto en tiempo real como a posteriori. Cada vez se están buscando más datos y parámetros que necesitan los analistas, que son una fuente que te dice qué se podría ver o mejorar con el transcurso del deporte y la propia investigación que hay, como los software que hay alrededor o las empresas que se dedican a esto. Todos se retroalimentan y sacan las necesidades que tienen. A las empresas no nos queda más remedio que atender esas necesidades que tienen los clientes.

Parece evidente que es imposible competir con garantías en el deporte de alto nivel si no tienes un gran trabajo tecnológico, a nivel de datos propios y ajenos, detrás. No basta con saber, por ejemplo, el sistema de juego del equipo contrario.

Tienes que saber qué rendimiento tiene tal jugador, qué pasa cuando tales jugadores están juntos… Empiezas a ver las asociaciones, los +/- que te va dando por ejemplo el baloncesto cuando están estos cinco jugadores en cancha…

Gornés posa para Diario AS en la sede grancanaria de Nacsport.
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Gornés posa para Diario AS en la sede grancanaria de Nacsport.Carlos Diaz-RecioDiario AS

Eso se mide mucho, por ejemplo, en la NBA.

Lo que se mide en la NBA se mide en todos lados. Al final, el dato está extendido. Jugadores o entrenadores que están en la NBA después tienen otras responsabilidades en clubes o selecciones europeas y de otros países. La NBA tiene jugadores de casi todos los países del mundo, donde al final hay esa atracción, y el estudio del dato es único. Es específico de cada deporte. Cada vez se analiza mucho más el dato. No solamente es lo que pasa en el partido, sino por qué pasa, a partir de dónde aparece esa opción… Después tienen que ver cómo etiquetan eso para tenerlo en cuenta. Hacia dónde todo el mundo quisiera ir es a poder detectar en tiempo real, que es lo que hace la inteligencia artificial: cuando pasa esto, normalmente después pasa esto. A través de algoritmos y réplicas, de patrones que se van creando, van sacando las conclusiones finales y hacia dónde te llevan.

¿Entre sus clientes se encuentran también deportistas a título individual?

Los jugadores suelen utilizarlo pero porque el entrenador o el analista les facilita ese vídeo. Sobre todo es el entrenador el que dice lo que tienen que ver los jugadores. Los hay que dicen que lo visualicen solos, y otros prefieren sentarse con el jugador y explicarle las cosas. Ahí depende de la educación del entrenador, de su forma de trabajar…

¿Cuáles han sido las interacciones que hayan detectado y propuesto los clubes?

Nuestro ritmo de actualización es grande, hemos sido muy ambiciosos a la hora de sacar actualizaciones continuas. El año pandémico para nosotros ha sido de menos desarrollo del habitual, pero es algo continuo. Ahora estaba sentando en una reunión con el coordinador de la parte técnica y hablábamos de las actualizaciones para el año que viene. El listado que tenemos… Date cuenta de que cada cliente habla con cada uno de los agentes o los distribuidores que tenemos atendiéndoles, y siempre está el comentario de lo que se podría mejorar si se hiciera algo en concreto.

Te puedes quedar obsoleto de un día para otro.

Es que surgen ideas o actualizaciones nuevas una detrás de otra. Hay gente que va a lo grande. Nosotros, como marca, hemos perseguido no solamente atender a la élite. La élite es algo que a todos nos gusta más seguir, lo que más valor te da después como marca. Si lo utiliza el Atlético de Madrid o el Sevilla, serán la hostia (refiriéndose a Nacsport)… Pero dónde nos llena más es el estar a nivel bajo, ser capaces de crear una herramienta que ayude a un chico que está entrenando a un cadete o un juvenil y que quiera empezar en el análisis del rendimiento para ver a sus críos. Es algo que te emociona mucho. Abajo estás enseñando a los niños esa parte de que aprendan a jugar, a verse. Usar la tecnología para educar. Eso no lo descuidamos. Siempre desarrollas para un nivel superior, pero vamos haciendo trabajo hacia herramientas más básicas para que también tengan esa capacidad de hacer un buen trabajo.

Ahora que habla de ellos, ¿qué suelen pedir los entrenadores de base?

Al final la base es la misma: una plantilla de parámetros en la que sabes lo que quieres analizar o no. Evidentemente, cuando estoy analizando un partido de infantiles, cadetes o de niños pequeños, los parámetros a observar son diferentes de los de un equipo de alto rendimiento. Pero no te quita de ver las recuperaciones, pérdidas, si has estado bien o mal colocado, si defendiste bien o mal. A lo mejor le hace más falta al entrenador del juvenil o del cadete, que por desgracia no vive de eso sino que también tendrá que trabajar, estudiar, dedicarle tiempo a otras cosas, que no el profesional, que al final es su trabajo, se dedica a eso y tiene las ocho horas del día para hacer ese análisis. A lo mejor esa rapidez la necesita más el que se tiene que dedicar a otra cosa. Siempre hemos tenido la voluntad de darle una manera más simplificada. Todo va relacionado, claro, a nivel económico. Las licencias son más más económicas. Hay que darle esa opción para que puedan trabajar y hacer ese análisis de sus críos desde pequeños.

Eso lo hace el Atlético de Madrid con su cantera.

Y Villarreal, Real Sociedad, Athletic de Bilbao, Betis… Desde arriba hasta abajo. En el caso del Atlético de Madrid y el Sevilla analizan hasta los entrenamientos diarios. Se graba todo en vídeo. Ese rendimiento, de esa manera, que nosotros sepamos solo se aplica en el fútbol. Pero es un negocio. Seguir el día a día de tus jugadores hasta que son grandes, el tener información… hablamos de jugadores que, cuando llegan a nivel profesional, no hablamos de mil o dos mil euros. Hablamos de millones, donde la gente se juega mucho. Esa inversión en los clubes que tienen esa filosofía de cantera, de desarrollar jugadores, ese seguimiento cada vez es mayor. Lo hacen todos. Empezar a videoanalizar al final te tira mucho de recursos humanos. Cada vez más, todos los clubes empiezan a poner cámaras inteligentes que te graban las sesiones, y si tienes recursos humanos etiquetas el entrenamiento en tiempo real. Después hacen un post proceso cuando acabas. Pero son entrenadores ya profesionales que están en esos clubes ese número de horas y hacen todo ese trabajo.

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Carlos Diaz-Recio

Esta herramienta se puede aplicar en cualquier deporte, ¿no?

Claro. Tenemos más de 30 deportes y 60 países diferentes. Hay un deporte es que el korfball, que es como el baloncesto pero sin el tablero. No hay selección española y sí catalana. Hay deportes que a nosotros no se nos había pasado por la cabeza y de repente tenemos un cliente que amaestra a perros, por ejemplo. Esto vale para cualquier cosa. Por ejemplo, un evento de esgrima. Aquí yo pondré los parámetros que necesito y sobre la marcha etiqueto. El programa es un sitio donde unirás datos al vídeo que grabas. De un torneo o liga quiero ver todas las veces que has finalizado haciendo en esgrima un movimiento concreto, y simplemente conectando mis vídeos al buscador puedo ver todas esas acciones en una temporada concreta.

Cada vez es más habitual verlo en los descansos de los partidos.

Exacto. Con nuestros programas puedes trabajar de tres maneras. Una es en tiempo real: tienes que tener una cámara conectada al programa, y al mismo tiempo que estás capturando en tu ordenador esa fuente de vídeo vas etiquetando lo que está pasando. A partir de ahí puedes tener a otra persona etiquetando más datos que vayan a tu ordenador, y poderlos compartir en tiempo real con el banquillo para que estén viendo lo que quieran ver de lo que nosotros, como analistas, les estamos proponiendo. En el descanso poder revisar todas esas acciones que hemos ido etiquetando. Ahí, con el criterio de un segundo entrenador que pueda estar viendo las cosas abajo, o el del propio analista, que sabe lo que quiere analizar el entrenador. Postpartido se revisa todo. Se puede ir etiquetando lo que va ocurriendo. Sé que el vídeo me lo darán a posteriori, y todos los datos del tiempo real ya los tienes metidos ahí. En tiempo real nunca llegas a esa profundidad como a posteriori.

El Liverpool, uno de sus clientes, en su departamento de análisis tiene un físico, un teórico, un astrofísico, un ex campeón de ajedrez junior y matemático y un doctor en Física que trabajó en el CERN. ¿No da un poco de vértigo?

Tendrán bastantes programas. Tienen a nuestra competencia para el análisis del equipo local, y a nosotros nos tienen para el análisis de los equipos rivales. Tienen analistas de su propio equipo, y otros del equipo rival. Esto es para análisis técnico-táctico. El Barcelona, por ejemplo, desarrolló un modelo de investigación de datos, y en vez de buscar entrenadores y enseñarles a hacer lo otro, buscaron matemáticos y los hicieron entrenadores. Tienes que mezclar las dos cosas. No te vale el conocimiento del dato sin conocer el deporte. Es casi más fácil que el licenciado en matemáticas aprenda las nociones básicas del fútbol.

Los clubes invierten cada vez más dinero en tener a gente específica para esta labor.

Es raro el club profesional que no tenga un área de investigación o de análisis del rendimiento. Después hay países como Reino Unido… Creo que la UCAM es la única universidad que está haciendo un máster de análisis del rendimiento, pero en Reino Unido hay más de 30.

¿Cómo se consigue que una empresa de Gran Canaria llegue a semejante nivel de posicionamiento mundial?

De lo que más podemos presumir es de constancia. Somos pesados como nosotros solos. Ahora la pandemia no nos deja, pero he hecho más km que Ricardito (sonríe). Todo el día con la mochila, viajar cada semana. Si querías presentarle algo a alguien tenías que coger tu avión, irte a no sé dónde. Al principio te dicen que no tienen tiempo, pero al final te van atendiendo. A medidas que tienes 2-3 clientes se te abren más las puertas, entre ellos mismos empiezan a hablar y ves resultados. Después está el propio trabajo interno y la necesidad de esos equipos de ir haciendo cosas. Es un sector que crece y en el que nosotros estamos contentos con el resultado, pero somos el 1% real, como mucho, de lo que hay en el Mundo. A nivel profesional tenemos 40 equipos en España, y estamos en 25-26 de ellos. Pero es que está Italia, Francia… Hay muchísimos países en el mundo que tienen sus equipos profesionales. Debajo de cada uno hay equipos amateur. Pero esto es fútbol, y luego tienes 35 deportes más. Es una tarta tan grande… Los árbitros ACB analizan con Nacsport, por ejemplo.

Solo en la sede de Gran Canaria tienen ya a 30 personas trabajando.

Y abrimos una oficina en Estados Unidos hace cuatro años. Teníamos a tres personas trabajando fijas allí. Por la pandemia todo se bajó bastante, y ahora son dos. Alberto y yo viajábamos para allá un mes cada uno. Ahora lo retomaremos. Tenemos otra persona en Inglaterra. Fue analista profesional de un equipo de la Premier de rugby durante 10-11 años y tiene una experiencia brutal a la hora de hacer análisis diario de datos. Nos viene como cliente, por ejemplo, el Ajax o un equipo japonés de rugby de primer nivel. Hay que hacerle presentaciones a esa gente, pero no tenemos el conocimiento ni del deporte ni del proceso diario. Yo te puedo explicar cómo hacer para que le lleguen los datos abajo a tu entrenador, pero esa persona ha estado 5-6 años compartiendo entrenamientos, información, en tiempo real. Su forma de explicarlo es totalmente distinta a una forma teórica como la mía. Igual que tenemos ese profesional que necesitábamos, tenemos en Sevilla a Dani, que fue analista del primer equipo del Betis durante cinco años, y estuvo otros cinco en las categorías inferiores. Por decisiones deportivas a las que todos estamos acostumbrados, cuando viene un entrenador o director deportivo nuevo con su equipo de trabajo, salió. Creo que ahora está contento. La figura del analista en el fútbol es un perfil muy sacrificado al que se le exige bastante y no tiene ese reconocimiento, sí del entrenador, que merece. Evidentemente, económicamente no está remunerado como un primer o segundo entrenador u otro perfil. Pero la cantidad de esfuerzo, horas de trabajo…Tienes que estar en el campo cuando entrenan, tienes que seguir analizando cuando se va todo el mundo. El fin de semana tienes que seguir analizando desde casa. Es una carga de trabajo brutal. Cada vez que hablamos con alguno les digo que no les envidio nada (se ríe). Estoy de lunes a viernes a piñón, pero por lo menos el fin de semana estoy con mi familia y tengo mis 20 días de vacaciones. Es algo vocacional.

¿En qué momento se dan cuenta de que están alineados con el mercado? Supongo que los inicios fueron de picar mucha piedra.

Creo que dimos un salto en el año 2015/16. En baloncesto habíamos crecido bien, y en fútbol también estábamos bien. Sobre todo en España. Empezamos a vender más en Estados Unidos. A parte de la gente que trabaja para Nacsport, hemos creado una red de distribuidores internacional. Tenemos gente que vende nuestros productos en Argentina, Sudáfrica, en Holanda, cuyo distribuidor vende también en Alemania, Bélgica y Reino Unido. También tenemos distribución en Australia, Japón, Corea… A todos estos sitios hemos ido físicamente a sentarnos con alguien. A veces sale bien y otras, mal. En China teníamos un distribuidor, y al final no aguantó. Ese distribuidor te vende a un cliente chino, y después tienes tú que hablar con el chino. Nuestro chino está bastante oxidado (se ríe). Para nosotros es más importante no perder que ganar. Como filosofía de empresa es mucho más importante mantener a nuestros clientes, darles un buen servicio. No entendemos otra manera de crecer que el no perder. Si vas perdiendo porque no atiendes…

El crecimiento humano de ustedes habrá sido exponencial, claro.

Llegamos a la oficina anterior y éramos 8 personas. Como detalle, solo este año se ha aumentado la plantilla un 33%. Ha sido una apuesta de la casa. Teníamos que hacerlo por varias razones, había que hacer esa inversión de gente. Durante la pandemia nadie fue a ERTE. Mantuvimos a toda la plantilla, toda la pandemia, trabajando desde casa. El propio negocio que tenemos nos ayuda a hacer esto. Se ordenó de una manera muy rápida cuando pasó todo. Pudimos mantener toda la estructura, con todo el mundo cobrando su sueldo. A nivel de gestión siempre hemos sabido que no nos podemos pasar de este gasto y que no podemos dar todos los sueldos que nos gustaría. Nos gustaría que la gente cobrara mucho más, pero somos 100% transparentes. Cada final de mes nos reunimos con todos y decimos lo que nos hemos gastado, lo que se ha vendido en cada sitio… Todos son 100% conscientes del dinero que entra aquí y del dinero que sale.

Son, además, un empresa 100% canaria.

Somos de aquí. La gente nos pregunta si somos distribuidores de una empresa americana. Somos cuatro mataos que empezamos aquí (se ríe). Teníamos ganas de hacer cosas. Al principio fue duro. Yo trabajaba también en la UD Las Palmas. Nosotros no cobrábamos pero necesitábamos a gente para hacer cosas.

¿No han pensado en irse de aquí?

Al principio nos comentaban que nos mudásemos a Madrid. ¿Pero qué necesidad tenemos? Al final, en Madrid, si vives en las afueras, tardas una hora más en coger en vuelo y marcharte. Somos españoles y se nos llena la boca de decir que somos canarios. La verdad es cuando vas por ahí nos dicen que les invitemos a venir (se ríe).

La insularidad no debe ser un impedimento, menos en este negocio.

Ninguno (rotundo). A veces tenemos esa mentalidad insular que nos dice que ir a comer al sur sin pasar el día… Tenemos esa parte canaria de que para ir a comer al sur tienes que dormir allí. Y te cuesta moverte. Esa es una parte que tanto a Alberto como a mí no nos cuesta. A Australia nos fuimos cinco días. Coger un vuelo un sábado, llegamos allí el domingo a última hora, nos reunimos en Sidney un lunes por la mañana y nos volvimos el jueves. Cinco días reunidos, y vuelta y volverse.

(M. D.). O los viajes exprés de Alberto de irse un viernes a Holanda y volver el sábado. O ir a Oriente Medio para hacerle una demostración a un equipo durante un par de horas y volverse al día siguiente.

(F. G.). El último viaje que hice antes de la pandemia fue a la Federación Francesa de Fútbol. Venía de haber estado dos semanas en la oficina de Filadelfia, había bajado cinco días a Méjico DF para buscar un distribuidor allí. Volví a Filadelfía y me vine para acá para llegar un viernes. El sábado nos fuimos al carnaval de día a Tenerife. El domingo volvimos. El lunes cogí un vuelo y me fui a París para hacerle una presentación a la Federación Francesa de Fútol. Llegué un miércoles, y el sábado nos dijo Pedro Sánchez que todos nos teníamos que meter en casa.

Se intuye un importante sacrificio familiar…

Es brutal. Los viajes rápidos no tanto, pero tanto a Alberto como a mí nos quemaba mucho el tema de irnos tres semanas, un mes sí y otro no, a la oficina de Filadelfia. Tres semanas fuera de casa…

¿No hay ningún fondo que se haya interesado en ustedes?

Se hablaron cosas, pero no queremos dinero (se ríe). No queremos dinero sin una ayuda detrás. Prefiero a alguien que tenga un red comercial. Por ejemplo, tengo vendedores en 25 países y compro una parte de tu empresa. Ya tengo gente para crecer. Que vengan y me digan que tienen 4 millones de euros, y ahora empieza de cero. Estás hipotecando tu empresa a alguien que viene con buenas intenciones.

¿A quién colocarías como ejemplo perfecto de dedicación al análisis de datos?

Todos. Todo analista que trabajas con nosotros a esos niveles de rendimientos son unos locos. Si no fueras un loco enamorado de esto, nadie lo aguanta. No hay dinero para pagarlo. Al final es un sueldo más. Hay gente en la mina u otro tipo de profesiones muy duras y que no podemos comparar, pero dentro del mundo deportivo, el esfuerzo que hace esta gente, que es con lo que más tratamos el día a día, es increíble. Y después: personalmente tenemos contacto con pocos primeros entrenadores. Sí los tenemos más con analistas o segundos entrenadores de algunos deportes que han llegado a ser primeros y ya los manejan de otra manera. Esos después te dicen: “A mí no me digas nada. Todo lo que me tuve que comer de análisis, quiero que lo haga él. Yo perfilo y reviso” (se ríe). Primeros entrenadores cercanos con los que trabajamos desde hace muchos años son Marcelino García Toral y Unai Emery. También con Juan Carlos Carcedo. La primera presentación que se le hace a ellos (Emery y Carcedo, con el coincidió cuando este último acabó su carrera como futbolista en Las Palmas) es cuando están en Almería. Juan Carlos había salido de aquí hace poco. Hablé con él y fuimos para allá. Ese año no trabajan con nosotros, pero al siguiente se van a Valencia, que es cuando empezamos a trabajar allí. Tenían a Juanjo Vila, que fue analista de ellos. Marcelino había estado en el Racing, donde empezamos con él. Alberto y yo nos sentamos con él en su casa de Zaragoza para ver qué le gustaría tener.

¿Cuál es el perfil de esos entrenadores al principio?

Tanto Marcelino como Unai se implican. Tienen su cuerpo de trabajo detrás, a ellos les pasan clips de los que necesitan. Preparan su propia presentación, y con eso trabajan. Hay otros que delegan mucho más. Hay entrenadores que son analistas al mismo tiempo.

(M. D). Como Txus Vidorreta, analista de Scariolo en los Juegos Olímpicos y al mismo tiempo entrenadores de primer equipo. Pero ahí tienen a gente que lo hace.

Un cuerpo técnico profesional que se precie tiene a gente dedicada solo a estos análisis.

La cantidad de vídeo que se comen todos los entrenadores… Cada uno tiene su modelo: hay gente que ve el partido bruto porque cualquier cosa vale, otros le piden al analista que les limpie el vídeo de tiempo parado… De un partido te ahorras a lo mejor 20 minutos. Los hay que ven el partido completo. (sonríe). Los hay que reciben un mensaje del entrenador a las 00:30 para que a las 9.00 tengan listo algún vídeo. Y ya no es hacerlo, sino entender la letra que aparece en la foto.

Han trabajado también con clubes como el Leeds United, que ahora tiene a Bielsa.

Antes trabajábamos más que ahora. Todavía tenemos alguna licencia allí. Gente que ha estado trabajando al lado de Bielsa dice que es un poco obsesivo. Como Sampaoli. Por eso intentamos estar en los clubes más que con los cuerpos técnicos. Si hay alguno que use tu sistema, donde vaya él vas tú. Pero también pasa con la competencia. Intentamos estar presentes en todos los cursos de fútbol para la parte de análisis.

Cuando un cuerpo técnico llega y lo cambia todo, a los analistas de los clubes les toca reciclarse.

¿Qué hacíamos para no perder a esos clientes? Adaptarnos, coger los datos que se generan en el otro software, abrirlo en el mío y poder exportar. Hemos abierto puertas a importar y exportar datos para que la gente no se vea obligada al 100% a tener que dejarlo.

La entrada en un club incluirá la debida formación, ¿no?

Sí. Y depende del tipo de club estás más o menos tiempo. Pero nosotros también vamos aprendiendo. Al principio estabas allí con ellos y les metías una chapa de ocho horas, pero al día siguiente tenías que hablar de nuevo. Ahora lo vamos haciendo poco a poco para que todo sea más fácil.

La autosuficiencia como objetivo.

Absolutamente. Si tienes alguna duda estaremos ahí para ayudarte. Todas las actualizaciones se revisan una vez al año. Hasta la pandemia hacíamos una reunión al año para fútbol y otra para baloncesto en Madrid donde invitábamos a todos los clientes y no clientes. Estábamos un día allí y enseñábamos las actualizaciones que se iban a sacar, que siempre hacíamos antes de verano.

(M. D). A las reuniones de verano viene toda la gente de la ACB. A veces viene gente de fuera. Cuando estaba en el Arsenal, un analista de Emery vino para acá. Se le enseñan todas las novedades del año y se les pregunta por sus necesidades para lo que viene.

(F. G). También invitamos a varios de ellos para que expongan su experiencia y cómo están trabajando.

¿Nadie les ha pedido algo exclusivo?

Todos te piden las cosas para ellos, pero también saben que es para todos. No tenemos lo de hacerte algo ad hoc para ti. Todos saben que eso estará en el software. Después hay gente que lo usará, y otra que no. Internamente tenemos muchas herramientas que están bautizadas con el nombre de la persona que nos la pidió. Antes hablábamos de la inversión en personal que hemos hecho este año porque hasta ahora trabajamos directamente en Windows. Queremos, en 2022, poder tener las primeras versiones de Nacsport en Mac. Hemos estado por ejemplo con equipos NBA, y es el gran problema que nos hemos encontrado. Hasta que te piden presupuesto y cuando te dicen que no es Mac, hemos tenido frenazos importantes.

Sería el siguiente salto para la empresa.

No es el siguiente, es EL SALTO a nivel corporativo. Ese aumento de la plantilla en un 33% ha sido en gran parte para desarrollar esto para el equipo Mac. Tenemos que llegar lo antes posible al nivel que tenemos en Windows, donde llevamos 15 años desarrollando el código actual que tenemos en el programa. Ahora tenemos que llegar a ese nivel en un plazo no mayor de 3-4 años. En Windows vamos a seguir creciendo. Esperamos estar equilibrados. Esperamos sacar las primeras versiones en Mac en 2022. Sobre todo a nivel profesional, en Estados Unidos el 80% de la gente es Mac. Hay mucho entrenador americano o inglés, incluso españoles, que usan Mac. Nunca miramos para atrás, por lo que tenemos mucha ilusión por poder poner ese producto en el mercado.

Hoy, además, se le abrió otra puerta muy importante.

Sí: la integración de Nacsport con la empresa rusa InStat. El usuario final de las dos plataformas ahorrará mucho tiempo en el uso de los procesos. Y a nosotros nos beneficia, sobre todo, la capacidad que tiene Instant con más de 100 personas vendiendo por todo el mundo. Es una empresa rusa, país donde tenemos al Zenit de San Petersburgo o al CSKA de Moscú de fútbol. No hablamos ruso (sonríe) pero aprovechamos que había entrenadores españoles. Luego, sabemos que hay entrenadores que hasta que no tengamos Mac no podremos sentarnos con ellos. Creo que somos la única empresa que ofrece el servicio de compra de por vida. Compras una licencia, después un servicio de soporte anual del 15% del valor de la licencia. El resto de empresas son de suscripción anual. Todos los años pagas la misma cantidad: no pagas, no tienes datos. Yo no soy un proveedor de datos que hace todo el trabajo y tú solo disfrutas de lo que yo hago. Con nosotros ellos hacen el trabajo. Les damos el trabajo y lo hacen todo. Si no me pagas el año que viene todo lo que has hecho, o me pagas la misma cantidad o te quedas sin verlo. La gente sí entiende el tema del soporte, actualizaciones… Lo tenemos opcional. Proponemos ir pagando anualmente esas actualizaciones. Si no las pagas no tienes las nuevas, y si tienes algún problema no lo ‘soportamos’. Y, además, te quedas en desventaja competitiva’.

(Miguel Díaz). Nosotros importábamos datos de muchos programas. Con esta empresa lo haces directo. Sus clientes ganan muchísimo tiempo, lo que cual es fundamental en la vida de un analista. Nos retroalimentamos. Ellos son una plataforma online y nosotros, offline. No necesitamos estar conectados a la web. El otro día vino un equipo ucraniano a jugar contra el Canarias. Son clientes de Instat, pero se tiran ocho horas en un vuelo chárter desde Ucrania. Nosotros ahora les damos la capacidad de descargarse el vídeo, los datos, y ya lo tienes todo para trabajar en aviones, guaguas, hoteles, donde a veces las conexiones no son buenas… Damos ese complemente offline nuestro a su plataforma online.

(M. D.). El entrenador del Alba Berlín, Israel González, es uno de los primeros clientes de baloncesto que tuvimos. Tengo una colección de fotos suyas en aeropuertos, aviones, trenes… Es uno de los que, cuando terminaba el partido, ya estaba con eso. (F. G.). El desgaste es brutal. Te subes en un avión con un equipo de algo y siempre verás a gente con un ordenador abierto con vídeos, etiquetando o marcando. Sí o sí. No falla.