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BETIS

Vientos de crisis en Heliópolis

El Betis regresa de Alemania con dudas crecientes antes del derbi ante el Sevilla. Pellegrini tiene 72 horas y un entrenamiento para encontrar soluciones.

Actualizado a
Manuel Pellegrini, durante el duelo de Leverkusen.
INA FASSBENDERAFP

La caída en Leverkusen empuja al Betis a una crisis de juego y resultados a las puertas del derbi ante el Sevilla. Las carencias mostradas ante el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano volvieron a quedar reflejadas en el Bay Arena. El 4-0 desnudó al equipo de Manuel Pellegrini, que nunca supo cómo detener su vértigo defensivo. El técnico tiene ahora menos de 72 horas para ejecutar directrices que pongan fin al rendimiento perdido. Lo sabe el técnico. También un plantel que se quedó tocado después del duro revés vivido ante el Bayer Leverkusen.

"El domingo hay un partido muy bonito y no nos podemos quedar así. Hay que ser atrevidos y tener personalidad. Hay que volver a la idea. Volver al estilo. Es nuestro momento". Así de claro se refirió Joaquín al mal momento del equipo tras el 4-0 europeo. El capitán quiere aparcar lo antes posible lo ocurrido sobre el césped del Bay Arena y mirar el derbi. También incidió en la mala noche la expulsión de Nabil Fekir en el último suspiro por una pérdida de nervios evitable que puede desencadenar más agravios en Europa. Pellegrini, mientras, trata de encontrar una receta exprés para explicar por qué su equipo ya no rinde de la misma manera: "El problema es una mezcla de las dos cosas. Atlético y Leverkusen fueron dos grandes rivales, pero también creo que el equipo ha tenido un bajón en su rendimiento y hay que buscar los motivos".

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El tiempo corre deprisa para el Betis, que tendrá sólo un entrenamiento para acudir al derbi con más cartas que las que posee ahora. Regresará al Villamarín tras estas dos salidas de altura y espera que su desempeño también cambie de dirección. Si en Alemania hubo diez cambios en el once de Pellegrini, todo apunta a que el chileno hará otros tantos este domingo. Ya sea con mensajes de castigo o bajo su política de rotaciones casi inamovible. La incertidumbre conquista Heliópolis. Y Pellegrini parece el único capaz de contrariarla.