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BARCELONA -GRANADA |

Robert Moreno: “Un empate sería horrible para el Barcelona”

Robert Moreno regresa al Camp Nou, donde se formó como entrenador. Confía en el equipo. Dice que si ve que los jugadores no confían “me largaré a mi casa”.

Actualizado a
Robert Moreno durante el entrenamiento de este sábado en Granada.
ParkerDIARIO AS

Defensa del proyecto. “Este grupo ha demostrado que es capaz de ganar allí. Estos días he insistido a los jugadores en que su fortaleza los tres últimos años fue el grupo, los jugadores principalmente, que son los que ganan en el terreno de juego. Eso sí, deben hacerlo todos juntos; no somos un equipo con el tanto individual de Barcelona, Real Madrid o Atlético, pero sí con el colectivo para ayudarnos todos y arrimar el hombro. Por supuesto que podemos ganar en el Camp Nou. Todo lo que sea sacar puntos allí es positivo”.

¿Estará Luis Milla? “Ha completado todos los entrenamientos de la semana con el grupo”.

El Barcelona no atraviesa por su mejor momento. “Puede pasar de todo, desde que lo pague el equipo siguiente a que se alargue unos partidos. Un empate sería horrible para ellos, y se puede hacer, como ganar. Si como entrenador no pensara que puedo ganar todos los partidos, me dedicaría a otra cosa”.

¿Cuáles pueden ser las claves? “Defender juntos, no ya en una zona concreta sino con la misma idea en la presión alta o replegados; ayudarse entre compañeros para evitar situaciones de uno contra uno en las que el nivel de los jugadores del Barça añade dificultad; aprovechar con balón el espacio libre por su intención de presionar alto; y el balón parado, clave aunque aún no haya dado nada al equipo”.

¿Vivió también momentos complicados durante su etapa con el Barcelona? “Viví situaciones de mayor dificultad con la Selección. Quiero que disfrutemos el partido en el Camp Nou, es muy bonito y siempre gusta jugarlo independientemente del resultado. Es un partido para divertirnos y pasarlo bien, esto es un deporte y si consigues eso haces todo mucho mejor y es más fácil llegar al objetivo. Para mí es muy ilusionante, porque soy socio del Barça y nací al lado, pero ahora soy del Granada a muerte y si le puedo meter cinco se los meto. Soy un profesional y mientras esté aquí, el Granada será el club de mi vida. Y cuando me vaya también, por agradecimiento”.

El Granada ganó la temporada pasada en el Camp Nou. “En tres ocasiones se hicieron dos goles y de nueve que recibieron solo les marcaron uno. Estaría encantado de hacerlo en todos los partidos. Claro que es un partido de referencia y al ser el mismo grupo demuestra que se puede conseguir. Incluso no sumar pero dar la imagen de la segunda parte frente al Betis es bueno para el crecimiento del grupo y generar confianza en el rendimiento. Mi tarea es realizar un análisis profundo de los partidos para potenciar las cosas que se hacen bien explicándose a los jugadores, que son los primeros interesados, para aumentar su rendimiento”.

¿Cómo ve al grupo? “Está evidentemente fastidiado, porque a nadie le gusta irse con la sensación del otro día contra el Betis por la derrota después de haber dominado a un equipo de Europa como lo hizo en la segunda parte, quitándole el balón durante muchos minutos cuando es el que más posesión tiene de LaLiga. Estoy muy confiado en el trabajo que estamos haciendo, en las señales que mandan los jugadores y la creencia en lo que les pedimos. No tengo ninguna duda de que los resultados van a llegar, y esperamos que sea pronto aunque tarden un poco más. Somos insistentes en el trabajo para potenciar las virtudes y tratar de estar acertados de cara puerta”.

Su situación como entrenador. “Cuando vea en los ojos de mis jugadores que no creen en lo que les pido, seré yo el que presente mi dimisión y me largue a casa. Hago esto porque me gusta, porque me apasiona; no estoy aquí para ponerme medallas. Confío a muerte en todos los integrantes del club y ese debe ser mi discurso. Los pesimistas, que lo sigan siendo pero que se lo guarden porque no nos ayudan; lo que ayuda es empujar hacia el objetivo y animar, y es lo que trato de hacer cada día”.

Confianza del club. “Sabían al entrenador al que fichaban y que habría un proceso porque las cosas no se cambian de un día para otro. Lo único que el club me solicitó fue la salvación, y, llamadme tonto, pero no quiero conformarme solo con eso. Tanto Patricia (Rodríguez, consejera) como Pep (Boada, director deportivo) y Sofía (Yang consejera en representación de la propiedad) y el presidente desde China (Rentao Yi) me trasladan confianza total porque nos ven trabajar y saben que los resultados van a llegar”.

Mejoría en el equipo. “Me gustó mucho la presión alta del equipo; el Betis intentó salir en corto varias veces y no pudo hacerlo en ninguna y recuperamos muchos balones. Me gustó mucho toda la serie de acciones de progresión desde atrás con laterales largos o cortos y llegando por banda. Me gustó mucho el bloque defensivo y la distancia entre líneas, en la que teníamos que mejorar claramente y se consiguió. También me gustó mucho el balón parado, aunque tenemos margen de mejora sobre todo en cuanto a posicionamiento en los saques de banda. Me gustó todo en general; el gol fue una acción de fútbol. En la temporada pasado se encajaron goles como para descender, pero se fue muy eficiente a nivel ofensivo y ahora se trabaja para mejorar a nivel defensivo y no correr riesgos de descenso”.

Dos partidos en tres días contra Barcelona y Real Sociedad. “Tengo una plantilla amplia con dos jugadores por posición y todos tienen que ser importantes y participar. Cuando digo que cuento con todos no es una forma de hablar, no soy hipócrita; es lo que voy a intentar, porque es como lo siento. Tenemos buenos jugadores en todas las posiciones como para hacer dos 'onces' competitivos, aunque luego están los estados de forma y a quienes estén peor hay que ayudarles en el campo”.

Silbidos a algunos jugadores durante el partido contra el Betis. “Los silbidos no ayudan, hay que apoyar entre todos para conseguir la mejor versión de los jugadores, aunque el público es soberano y debe expresar su descontento. Prefiero que me silben a mí antes que a los jugadores, aunque tampoco me guste. Todos los jugadores defienden la camiseta del Granada con entusiasmo e interés y cuando estemos fastidiados es mejor unirnos todos como hizo el público en la segunda parte, que me dejó muy contento, y aplaudir a quien no lo haga bien porque es el primer interesado en mejorar”.