Un partidazo para gourmets en un torneo que ha sido un gran banquete de fútbol
Un año después de lo previsto, la Euro2020 llega a su fin. Desde un primer momento se presentaba una Eurocopa atípica. En primer lugar, con motivo del 60 aniversario, las sedes estarían repartidas por once ciudades de Europa. En segundo lugar, la crisis causada por el coronavirus y los numerosos contagios previos al arranque de la competición han hecho que la entrada del público a los estadios estuviese cuestionada hasta el último día. Pese a ello, los aficionados han respetado la distancia de seguridad y el plan trazado por la UEFA ha salido a la perfección. El fútbol, después de tantos meses con las gradas vacías de aficionados, ha vuelto a cobrar vida.
Una Eurocopa que será recordada por la cantidad de episodios que ha dejado. Entre ellos podemos destacar algunos como cuando los aficionados que se encontraban en el Parken Stadion, situado en Dinamarca, corearon el nombre de Christian Eriksen una vez conocer que este se había recuperado tras caer desplomado al terreno de juego por un paro cardiaco. Sus compañeros, que hablaban a diario con él, le han brindado un papel magnífico en este torneo. Finalmente, cayeron eliminados en la semifinal contra Inglaterra. La selección española, pese al run-run generado en torno a la convocatoria y a Luis Enrique en las semanas previas al arranque de la competición y durante la fase de grupos, volvió a ilusionar a un todo país. Es más, pese a caer frente a Italia en los penaltis, los españoles ya piensan en el Mundial de 2022. Un mundial donde, a priori, se mantendrá la mayoría del bloque. Toni Kroos dijo adiós a la selección de Alemania para centrarse, según él, en sus últimas temporadas como futbolista del Real Madrid. El germano ya había avisado que si seguían con la misma carga de partidos que hasta ahora tendría que tomar decisiones. Pasarán los años y recordaremos esta Eurocopa como la Euro2020, aunque se jugase en el año 2021.
Los encargados de poner la guinda al pastel serán Italia, Inglaterra y los 60.000 aficionados que llenen las gradas de Wembley para vivir una final entre dos selecciones históricas. Italia, por su juego demostrado y por las selecciones a las que ha eliminado, llega con muy buenas sensaciones. En frente una Inglaterra que, pese a que la UEFA la coloca en la casilla de visitante, estará arropada por más de 50.000 aficionados ingleses. Ambas selecciones están ante una oportunidad histórica. Italia porque, después de su no clasificación al Mundial de 2018, tiene la oportunidad de levantar su segunda Eurocopa 53 años después. Inglaterra, con su famoso cántico it’s coming home de fondo, jugará, por primera vez en su historia, la final de una Eurocopa. En Wembley. Ora o mai più. Now or never. Ahora o nunca.
Roberto Mancini
36 partidos como entrenador de Italia
(27 victorias – 7 empates – 2 derrotas)
MANCINI A POR EL RÉCORD DE ESPAÑA Y BRASIL
Roberto Mancini llegó al banquillo de la selección italiana en mayo de 2018. Después de su paso por los banquillos del Manchester City, donde ganó un Premier League, y del Inter de Milan, consiguiendo tres campeonatos italianos, se marchó a entrenar al Zenit de San Petesburgo de la liga rusa. Su periplo en la élite del fútbol europeo parecía haber finalizado. Pero la selección italiana, después de su no clasificación para el Mundial de 2018, necesitaba un entrenador con personalidad, con carácter y que conociese bien la selección desde dentro. Mancini, 36 veces internacional con la selección italiana entre 1984 y 1994, fue el elegido.
Desde su llegada al banquillo de la “azzurra” el sistema más utilizado ha sido el 4-3-3. El único partido en el que apostó por un esquema diferente (4-4-2) fue en un Portugal – Italia de Uefa Nations League. Curiosamente aquel partido fue el último que perdió Italia. Aunque parezca increíble, la selección italiana es una selección que todavía no ha alcanzado su pico de experiencia. Pese a que encontramos jugadores experimentados como Bonucci, Chiellini, Insigne o Immobile, la mayoría de jugadores están por debajo de los 26 años. Es más, de los 26 jugadores convocados, 17 están debutando en un gran torneo de selecciones. Esto, unido al cambio de juego, hace que esta selección sea muy distinta a la de años anteriores. Por ejemplo, hace quince años la selección de Italia era sinónimo de un fútbol agresivo, duro y muy defensivo. Hoy, la azzurra ha desarrollado la virtud de adaptación a distintos escenarios. Principalmente hay que destacar a Italia como una selección que se siente cómoda con posesión la del balón. ¿Qué ocurre si este plan falla? Italia recurre al plan B. El plan de explotar las bandas a base de contraataques. Todo eso unido a la veteranía de los defensas centrales, ya mencionados anteriormente, hacen que la selección de Mancini haya encontrado el equilibrio futbolístico.
Gareth Southgate
56 partidos como entrenador de Inglaterra
(39 victorias – 7 empates – 10 derrotas)
CON ÉL, INGLATERRA JUEGA POR FIN COMO UN EQUIPO
En 1996 Gareth Southgate falló el penalti que dejó a Inglaterra sin poder acceder a la final de la Eurocopa en el Estadio de Wembley. 25 años después, ahora como entrenador, tiene la posibilidad de levantar la Eurocopa en el mismo escenario que erró su lanzamiento. La historia de Southgate en el banquillo inglés es curiosa. En el año 2011 se convertía en el coordinador de la cantera de la selección inglesa. Dos años más tarde pasaría a ser el entrenador de la sub-21. Tras la dimisión de Roy Hodgson, entrenador de Inglaterra hasta 2016, la federación inglesa optó por poner a Southgate como entrenador interino. Es decir, en un primer momento, era un parche mientras se buscaba otro entrenador. 62 días después de este acontecimiento, Southgate fue nombrado oficialmente seleccionador de Inglaterra.
El primer gran paso de Southgate como seleccionador de Inglaterra lo dio en el Mundial de 2018 cuando los británicos quedaron cuartos clasificados. Durante todo ese campeonato dio continuidad a un esquema formado por tres centrales. Un esquema que, pese a ser criticado por los medios y los aficionados ingleses, dio resultados. Ahora bien, cabe destacar que Southgate no es un entrenador conformista. Es por eso que mira por su selección y por sus jugadores antes que por él mismo. Aquí se encuentra la explicación por la que a lo largo de estos dos últimos años ha cambiado, en más de una ocasión, el esquema. Sin ir más lejos, en esta Eurocopa ha alternado partidos con defensa de tres centrales, como contra Alemania, y con defensa de cuatro. Este último ha sido el esquema más habitual en esta Euro2020 por parte de los ingleses. Esta obsesión por una buena defensa explica el éxito de Inglaterra. A eso hay que sumarle la calidad individual de jugadores de banda como Sterling, Rashford, Sancho, Grealish o Saka, el olfato goleador de Harry Kane y la llegada de jóvenes con talento, como Mount o Foden. Pese a las individualidades, el gran logro de Southgate es que se habla de la selección inglesa como un grupo similar a una máquina de engranajes. Es decir, puedes cambiar una pieza por otra y la máquina sigue funcionando a la perfección.
La selección de Mancini ha conseguido interiorizar que mientras más alternativas conoces, más daño puedes generar a tus oponentes. Durante la Eurocopa hemos visto que Italia ha explotado constantemente las bandas, pero esto no quiere decir que sea una selección que no sabe jugar por dentro. De hecho, entre los jugadores italianos que más están despuntando en esta Eurocopa se encuentran Locatelli, Verratti, Barella y Jorginho, y los cuatro son mediocampistas. De los doce goles que ha marcado la “azzurra” en esta Eurocopa, seis los han firmado jugadores que juegan en la zona de ataque. El número no está mal, pero habla muy bien de la capacidad goleadora del resto del bloque. Y es que cinco de los seis goles restantes se los han repartido entre Locatelli, Barella y Pessina. Tres centrocampistas.
Hablando del ataque italiano, hay que destacar la baja de Spinazzola. Después de romperse el tendón de Aquiles en el partido contra Bélgica, el futbolista de la Roma no estará disponible para jugar la final contra Inglaterra. Tampoco estuvo presente en la semifinal contra España. Spinazzola, pese a ser lateral, ha sido uno de los jugadores que más situaciones de peligro ha generado para los italianos. Sus constantes subidas por la banda izquierda, doblando y apoyando a Insigne, lo han convertido en el mejor lateral izquierdo del torneo. Le sustituirá Emerson Palmieri. El futbolista del Chelsea no es ni de lejos tan completo. Y además, la falta de continuidad en la última temporada en el conjunto londinense hace que llegue a los minutos finales muy fatigado. Eso, sumado a que en ataque aporta menos que Spinazzola, genera dudas entre los aficionados italianos. Es más, la prórroga del Italia – España la jugó Di Lorenzo como lateral izquierdo, pese a ser lateral derecho. Por eso, a falta de unas horas para que ruede la pelota en Wembley, la duda sigue en el aire: ¿apostará Mancini por Emerson como titular?
Cuando un equipo deja la portería a cero en un partido, puede ser casualidad o suerte. Cuando lo consigue hacer en cinco partidos y el único gol encajado en todo un torneo es de libre directo, es que estamos ante una maquinaria defensiva portentosa. Con un esquema generalmente formado por cuatro defensas y dos pivotes, la selección de Inglaterra ha sufrido muy poco protegiendo su portería. Pese a no realizar el juego más vistoso del campeonato, Inglaterra ha llegado a la final dominando en todos los partidos a los rivales. Maguire, el capitán sin brazalete, está realizando un papel extraordinario en esta Eurocopa y está siendo el mejor central del torneo.
Una vez que la base defensiva se ha consolidado, y los cimientos del once inglés han demostrado su solidez, el resto del edificio ha crecido más y más a lo largo de la Euro. Los balones han llegado a zona ofensiva cada vez con más peligro. Aquí, han tenido protagonismo Sterling, Kane, Saka, Mount, Foden, Grealish o Sancho, entre otros. Y es que Inglaterra, tal y como ha demostrado, tiene dos formas eficaces de atacar. La primera, y más habitual, explotando las bandas. Sobre todo, en la que se posiciona Sterling. La segunda, que también es efectiva, es dando balones a Kane. El delantero centro los baja y crea mucho peligro abriendo el juego o combinando con jugadores del centro del campo. En definitiva, la buena defensa de Inglaterra permite que los ingleses lleguen a la final con diez goles a favor en esta Eurocopa.
Italia e Inglaterra han vivido un cambio generacional en sus selecciones de fútbol en los últimos años. Cada vez es más común ver a jóvenes de 18, 19 o 20 años destacar en las grandes ligas europeas. Tenemos infinidad de ejemplos: Mbappé, Haaland, Donnarumma, Sancho, Pedri, Foden, Barella, Mount, Chiesa… Jugadores que, pese a su corta edad, parecen llevar toda la vida en la élite del fútbol. La Italia de Mancini y la Inglaterra de Southgate tienen un bien común: combinan la experiencia con la juventud.
La presencia de tantos jóvenes en ambas selecciones se debe, en gran parte, a que en la Premier League y en la Serie A se está apostando por la cantera. Muchos jóvenes están teniendo oportunidades y las están aprovechando. Son jugadores que destacan por su físico, como Declan Rice, o por su calidad, como Mount o Foden. Esta mezcla ha permitido que, tanto ingleses como italianos, hayan formado bloques muy competitivos y equilibrados. La media de edad es de 25 años para los ingleses y de 27’8 años para los italianos. Bonucci y Chillini, con 34 y 36 años respectivamente, tienen gran parte de culpa de que la edad media de Italia sea más alta que la de los ingleses. Ante tantos jóvenes, la experiencia es un grado.
En una Eurocopa con once sedes repartidas por toda Europa, Wembley ha sido el estadio elegido para disputar las eliminatorias de semifinales y final del torneo. Objetivamente hablar de Wembley supone hablar del templo del fútbol europeo. Por su historia, su ambiente y su ubicación, Wembley es el estadio que todos los aficionados al fútbol sueñan con visitar. Ahora bien, en Italia temen que el factor campo pueda pasar factura a su selección y, de la misma manera, beneficie a los ingleses.
Debido a la pandemia, solo podrán entrar al campo personas que lleven diez o más días en Inglaterra. Es decir, los aficionados italianos no podrán viajar a Londres exclusivamente para ver la final. Por eso, las gradas se poblarán de banderas blancas con la Cruz de San Jorge, como ya ocurrió en el partido entre Inglaterra y Dinamarca. En un estadio donde podrán entrar 60.000 personas, se prevé que haya al menos 50.000 aficionados ingleses. Un auténtico infierno para los italianos. En una final lo habitual es que haya más equilibrio de aficiones en las gradas. Para Italia eso será un problema.
Que Inglaterra termine disputando seis partidos en Wembley en esta Eurocopa es algo que también ha despertado controversia. Solo han tenido que viajar en una ocasión fuera de Inglaterra y han sido el equipo que menos ha tenido que desplazarse. Eso, sumado a la polémica arbitral en el Inglaterra – Dinamarca, hace temer que se repita lo sucedido en el Mundial de 1966, cuando ganaron la final con un gol fantasma. Al menos eso no será posible gracias al VAR.
Fase de grupos
LA MEJOR SELECCIÓN DE LA HISTORIA EN LA FASE DE GRUPOS DE UNA EUROCOPA
Italia, que en un primer momento no partía como favorita en los pronósticos, ha ido convenciendo conforme jugaban sus partidos. Su fase de grupos fue perfecta. A la vez que histórica. Pues es la primera vez desde que se disputa esta competición con fase de grupos que una selección consigue pleno de puntos y, a la vez, no encaja ningún gol en contra. Con tres tantos a Turquía, otros tres a Suiza y uno a Gales, la “azzurra” pasaba de grupos siendo una de las sensaciones del torneo. Spinazzola, Locatelli e Insigne empezaron a brillar desde el minuto uno.
Fase de grupos
INGLATERRA Y SU CRECIMIENTO DESDE LA DEFENSA
Inglaterra, al contrario que Italia, llegaba a la Eurocopa como una de las selecciones favoritas. Sobre todo, por los nombres individuales que tiene en su convocatoria. Compartió grupo con Croacia, República Checa y Escocia. Un grupo en el que la selección inglesa parecía muy superior. Ahora bien, el juego desplegado en ámbito ofensivo generó dudas. De las selecciones que pasaron a los octavos de final, Inglaterra fue la menos goleadora. A su favor cabe destacar que no recibió ningún gol en contra y ganó dos de los tres partidos. Fue así como la selección dirigida por Southgate firmó su pase como primera de grupo con siete puntos. Eso sí, en el aire quedaba una pregunta: ¿sería Inglaterra capaz de plantar cara a las grandes selecciones de Europa? La respuesta llegaría en los octavos de final.
Segunda fase
PARA LLEGAR A UNA FINAL HAY QUE SUFRIR
Todo el mundo empezaba a creerse a Italia, pero antes había que ver cómo reaccionaban ante un partido complicado. Y a falta de uno, le vinieron tres en las fases eliminatoria. En el partido de octavos de final contra Austria, los italianos, a priori, partían como favoritos, pero se llevaron un buen susto. Austria incluso estuvo clasificada para cuartos de final durante un minuto. El tiempo que se tomaron desde el VAR para determinar que el gol de Arnautovic había sido en fuera de juego. En la prórroga aparecieron Chiesa y Pessina, que habían entrado desde el banquillo, para dar la victoria a Italia. Puntito para Mancini en la gestión de los cambios.
Los cuartos de final se presentaban con un auténtico partidazo entre Bélgica e Italia. La selección dirigida por Roberto Martínez era considerada una de las favoritas a ganar esta Eurocopa tras lograr el tercer puesto en el Mundial de 2018. Italia se marchó ganando 2-1 al descanso. En el segundo tiempo demostraron su buen hacer defensivo y pasaron a la semifinal. Aquí, Italia jugaba contra España por cuarta vez consecutiva en una fase eliminatoria de una Eurocopa. Esta vez en semifinales. En ocasiones para ganar un torneo tienes que ganar partidos donde juegas peor que tu rival. Este partido fue un claro ejemplo. España lo intentó por activa y por pasiva, jugó un fútbol vistoso y empató el partido en los minutos finales. Después de 120 minutos corriendo detrás del balón, Italia ganaría en los penaltis. La selección italiana, después de tanto sufrir, está ante la oportunidad de ganar una Eurocopa 53 años después.
Segunda fase
DE LAS DUDAS DE LA FASE DE GRUPOS A ARRASAR EN LAS FASES ELIMINATORIAS
Inglaterra, que ha sentido el calor de su público en cinco de los seis encuentros disputados hasta el momento, ha controlado todos los partidos de las fases eliminatoria. Alemania llegaba a Wembley en el punto de mira después de casi quedar eliminada en la fase de grupos. Inglaterra tenía por delante un duro examen. Era un partido donde ambas selecciones se lo jugaban todo, pues la ganadora iría por el cuadro menos complicado de la Eurocopa. Quitándose de en medio posibles enfrentamientos contra Francia, Bélgica, España o Italia. Inglaterra, después de las dudas generadas por su juego en los tres primeros partidos, acabó imponiéndose por dos goles a cero. A partir de ahí todo parecía color de rosas.
Contra Ucrania lo fue, pues los británicos le endosaron un cuatro a cero, recuperando a jugadores para la causa como Harry Kane. El delantero del Tottenham llegaba a la fase eliminatoria sin encontrar puerta. Hoy, a falta de la final, suma un total de cuatro goles en su cuenta particular. Dos fueron contra Ucrania. El último paso antes de llegar a la final también fue en Wembley. Lo dieron contra Dinamarca en un partido donde tuvieron que remontar un 1-0. Los aficionados ingleses temían que se apareciesen los fantasmas de la Euro del 96, pero un polémico penalti sobre Raheem Sterling volvía loca a la parroquia local. Eso sí, tenían que meterlo. Kane lo falló, aunque él mismo estuvo rápido para cazar el rebote y acabar mandando el balón al fondo de la red. Wembley estalló de júbilo. Inglaterra, por primera vez en su historia, está en la final de una Eurocopa.