Tras invitar a los lectores a despedirse del sevillano en AS.com, hemos seleccionado las diez cartas que mejor representan el sentimiento del aficionado del Madrid.
Sergio Ramos está cerca de cerrar su fichaje por el PSG y poner, definitivamente, punto y final a su etapa en el Real Madrid. El sevillano, un mito del club blanco y cabeza visible de una de las épocas más exitosas de sus historias, cambia de aires 16 años después de su llegada a la capital de España. Un jugador que ha dejado huella en el madridismo tal y como los propios aficionados han demostrado en AS. Hace unos días, invitábamos a nuestros lectores a que escribiesen una carta de despedida al héroe de la Décima y gran capitán de las tres Champions consecutivas. Entre todas las que llegaron, hemos seleccionado las diez que, según hemos considerado, mejor transmiten el sentimiento de aficionado del Madrid.
Ayer fue un día triste, el día en el que se fue el capitán. Ese que me hizo llorar por última vez por el fútbol; jamás olvidare ese minuto 93. El Madrid no será lo mismo sin ti, pero el Madrid sigue ahí; antes que tú se fueron otros muchos como Raúl, Guti, Casillas o Cristiano. Y el Madrid perdura. He de decir que esta situación en parte la has provocado tú. Te confesabas madridista hasta el punto de llegar a decir que jugarías gratis si fuera necesario. Creo que has tensado la cuerda demasiado; desde hace tiempo se sabía que la oferta tenía fecha de fin, ni vale decir que no eras consciente. No sé si influenciado por tu entorno o porque tal vez pensabas que gracias a tu relación con el presidente le ganarías un pulso. Pero a Florentino no le gana un pulso nadie, y esto es un aviso a navegantes. Según lo que dijiste ayer, solo pedías dos años de contrato. Según informaciones te los ofrecieron, pero con rebaja salarial. Con lo fácil que hubiera sido sentarte a hablar con el presidente y poneros de acuerdo. Tú y él, sin intermediarios, como otras veces has hecho. Dicen los medios que has llegado a malmeter para que otros compañeros no renovasen y no se rebajasen la ficha; espero que no sea cierto. Porque no sería digno de un capitán del Real Madrid. Agradecerte los servicios prestados y desearte buena suerte allá donde vayas. Gracias por todo, capitán.
Tengo 33 años recién cumplidos. He visto pasar por el Madrid a muchas figuras, leyendas en su época. He vivido la etapa de Sergio Ramos de principio a fin. Y digo, sin equivocarme, que Sergio Ramos está a la altura de las grandes leyendas que guarda el escudo del Madrid. Porque dejando de lado su calidad incuestionable y todos sus atributos como jugador, cuando veías a Sergio Ramos con la camiseta del Real Madrid veías a un tío que la honraba como pocos en la historia. Yo me sentía orgulloso de ver a alguien así ser el capitán del Madrid. Alguien que ponía la garra y el espíritu ganador ante todo. Saliera bien o mal. Y eso es el Madrid. No sólo ganar, sino pelear hasta el final y darlo todo. Y Sergio Ramos lleva tatuado entre tantos tatuajes el escudo del Madrid y sus valores. Creo también que siempre ha estado cuestionado de más. Cuando muchas veces era el único que daba la talla. Se ha sido injusto con él. Así que pleitesía al capitán de las cuatro Champions. Reverencia al incomparable don Sergio Ramos. Para acabar. Seguro que tiene sus razones y seguro que es la mejor decisión la que ha tomado si no estaba o vio que no iba a estar a gusto. Yo también me cambiaria de equipo si pudiera a veces... pero cuando eliges uno es imposible cambiar mal que nos pese... Así que sólo me queda desearle toda la suerte del mundo, que la merece, y decirle que le esperamos para cuando quiera volver. Un abrazo enorme, capitán. Has dejado una huella imborrable en la historia del Real Madrid y en el futbol mundial. Aunque le fastidie a mas de uno, gracias por hacer al Madrid mas grande. Nos vemos a la vuelta, leyenda.
Sergio, llegaste al Madrid cuando yo era un niño de 10 años al que sólo le importaba el fútbol. Ahora, con 26, tengo que decir que llegaste hasta el fondo de las entrañas madridistas. Supiste recoger el bastión de primer capitán como un guante y llevaste siempre al Madrid a pecho descubierto y sin chaleco antibalas. Desde que llegaste te convertiste en un referente de la afición. Tu gol a Olympicacos, el de Barcelona con la nuca, el gol en Mestalla y así hasta hacernos levantar 22 títulos. Hoy te escribo esta carta para decirte que los madridistas de pura cepa, como me gusta decir a mí, nunca te olvidaremos y siempre serás nuestro 4, nuestro capitán. Nada ni nadie nos borrará de las cabezas lo que nos has hecho disfrutar y lo que nos has defendido en el campo. Querido Sergio, por mucho que escriba, en el fondo no me creo aún que la próxima temporada no estarás con nosotros. Te deseo la mejor de las suertes y espero que en un futuro vuelvas para que nunca perdamos lo que nos diste: el alma. Un abrazo C4PIT4N.
Sergio Ramos, número 4, minuto 93, Décima Champions. Eres la personificación de la filosofía del Real Madrid. Fiel a la victoria, al sacrificio, a la lucha y así hasta el final, incluso hasta después del final. Por el Real Madrid han pasado innumerables mitos y más aún quedan por llegar, pero la esencia de este club la han creado jugadores como tú. Jerarquía, personalidad, auto exigencia y exigencia hacia los demás. Liderazgo con la palabra y con los hechos. El gol de la Décima, cuando pocos creían, cuando algunos ya celebraban, ávidos de medrar con la derrota del número uno... euforia para unos, un mazazo más para los otros. Gracias. A veces los equipos tienen jugadores extraordinarios, pero no tienen alma. Algo falta y la gente se pregunta qué es. La respuesta es un líder, como tú lo has sido durante estos años. Quizás haya algunos que se olviden muy rápido de lo importante y se queden con lo último. Pero si el Real Madrid construyese monumentos a las personalidades mas relevantes de su historia, el tuyo sería de los más grandes. Ganar, ganar sin descanso. Te acabas de ir y tu ausencia ya parece larga. Tu reto ya ha comenzado, el Madrid no espera a nadie y, cuando vuelvas, será aún más grande. La locura de la Décima, nunca la olvidamos. Hasta pronto, Sergio Ramos.
Todos sabemos que un capitán es una persona que dirige, gobierna, manda o representa a un grupo, pero tú no has sido "un" capitán, Sergio, tú has sido "el" capitán. Dirigías, pero también escuchabas a tu equipo; gobernabas, pero también eras capaz de adaptarte a cualquier situación que se te pusiese por delante; mandabas, pero también cumplías con la exigencia que pide la competición al máximo nivel... Pero sobre todo representas el espíritu ganador de una de las épocas más gloriosas de la historia del Real Madrid. Más allá de la leyenda deportiva que nos has legado, te vas dejándonos un ejemplo de humildad, de superación y de excelencia que tardaremos mucho tiempo en volver a disfrutar en el Bernabéu (si es que algún día lo hacemos). No te voy a engañar, Sergio, hoy es un día triste, pero lo único que me alegra es saber que tus nuevos compañeros y nuevos aficionados van a poder disfrutar, aunque sea un poquito, de uno de los mejores deportistas que ha dado nunca este país. Espero que en algún momento puedas volver a la que ha sido y será siempre tu casa con los galardones que mereces y que por fin encuentres esa paz y estabilidad que te mereces y que tanto has luchado por conseguir. Un fuerte abrazo virtual para ti y a tu familia, Sergio. Sinceramente, Nacho.
Querido Capitán, ‘Mi Capitán’: ¡Qué difícil va a resultar la temporada que viene escuchar las alineaciones en las retransmisiones deportivas y extrañar tu nombre en el centro de nuestra defensa! Arduo y complicado acostumbrarse a tu ausencia, porque has sido nuestro estandarte, nuestro referente; todo un ejemplo de entrega, amor y pasión por nuestros colores. Durante algo más de tres lustros los madridistas nos hemos ido enamorando de los valores que defendiste en el Bernabéu, en el "jardín" de nuestros sueños. Siempre estarás en nuestros corazones como cuando nos hiciste viajar por la imaginación del tiempo perdido, con aquel cabezazo al borde de la prórroga de la inolvidable 10ª Copa de Europa en Lisboa. El aroma inconfundible de un madridista como tú, y en quien depositábamos -hasta el último instante- las esperanzas de un triunfo, las ilusiones en una "remontada histórica". Eras el que tiraba del carro en los malos momentos, cuando más te necesitaban el equipo y la grada. Un deportista de raza, esa especie de ‘rara avis’ que nace de cuando en cuando para ser un ejemplo, que, en tu caso, perdurará para siempre porque ya te has convertido en Leyenda. Nos gustaría parar el tiempo, y poder seguir disfrutando de tus controles, de tus centros y de todo ese arsenal de remates, que has ido “coleccionando” a lo largo de estos 16 años, para escribir las páginas más bonitas de la historia madridista más reciente. Quiero desearte lo mejor, a ti y a tu Familia, no sin antes agradecer todos los maravillosos regalos que, sin saberlo, nos has hecho a los madridistas en estos inolvidables años en los que hemos defendido la camiseta del Real Madrid, a tu lado…, al lado del defensa más grande de nuestra historia. Querido Capitán, siempre serás Mi Capitán.
Querido Sergio, te escribe un madridista exigente, cuyo grado de exigencia al club es directamente proporcional a dejarse la piel y no dejar de apoyar nunca. Sinceramente te digo que no me voy a quedar con este último año, en el que las cosas no han salido para nada bien. La gente sufre de no tener memoria. Yo quiero agradecerte, además de los títulos, por tu dedicación, por tu entrega, por tu corazón blanco siempre, porque tu si has sabido representar y llevar al máximo ese sueño de niños que hemos tenido muchos y que no hemos sido capaces de realizar. Nos has representado con tu trabajo, con tus cuidados físicos, sabiendo que el futbolista tiene que ser más futbolista cuando sale del entreno o del partido, gracias por representarnos siempre, y gracias por ser el líder de un vestuario que se ha convertido en familia, lo cual es vital para ganar títulos, no tanto las individualidades. A pesar de que siento te que te equivocaste, las cosas como son y sin esconderme, te digo mi pensar, siento que tú podías haberte quedado en el Madrid los años que quisieras y estrenar el nuevo estadio, precisamente porque sé lo profesional que eres y porque te lo has ganado, pero las cosas ya no son así. Como te digo, no voy a quedarme con lo ocurrido este último año. Te deseo mucha suerte, capitán, todo el éxito del mundo, sólo espero ese día en que vuelvas a estar vinculado al Real Madrid. Te tengo mucha admiración y respeto como profesional, ya que has llevado a cabo los valores con los que me educaron mis padres. Un abrazo enorme y te seguiré donde vayas. Con cariño.
Querido capitán: desde ayer estoy ya deseando que dentro de 20 años algún nieto me pregunte quién fue Sergio Ramos. A veces, las preguntas de los niños no tienen respuesta fácil, pero con esta me estoy relamiendo porque me la pondrán botando dentro del área de todas las cosas que puedo decir. Un 4 que valía tanto como un 10. Un tipo duro que mandaba en el campo y hablaba claro en cualquier sitio. Un futbolista que jugaría en cualquier equipo de cualquier tiempo. Un valiente que siempre iba para delante con todo. Un ganador que levantó muchos trofeos y dio la cara en las derrotas. La demostración viva de que siempre hay que insistir hasta el último minuto. Un beso al escudo del Real Madrid de los de verdad, no de los del día de la foto de la presentación. Y dejo unos puntos suspensivos para quien quiera añadir entradas a la lista... Es lo tuyo con este club algo que tiene el alma de ese cuento bonito que tanto gusta a chicos y grandes: el del chaval humilde que llega a palacio y se hace hombre querido a fuerza de tesón, coraje y honradez. Esta historia no ha tenido el final soñado y esperado por todos todavía, pero eso la hace más real. Sin duda, en la vida de los mayores, sabemos que no importa donde vaya mañana quien aquí dio todo y está en nosotros 4ever. Si te vas a la Premier, enséñales a los ingleses, por favor, el acero que forja las espadas de Chamartín. Si acabas en París, ya sabemos que los niños no vienen de allí, pero tal vez ellos acaben entendiendo que las campeones vienen de Madrid. Da igual el idioma, francés o inglés, para quien habla en el campo. Nos vemos pronto en tu casa que ahora está de obras, pero mañana verá, seguro, la segunda parte de este cuento que aún no se ha acabado. Mucha suerte, pedazo de leyenda.
Querido Sergio, ya nada volverá a ser como antes. Ya no volveré a soñar con verte en el nuevo Bernabéu. Ya no volveré a sentir la tensión, la adrenalina, de que nuestro Madrid vaya perdiendo o con un resultado justo, y soñar en que tú vas a poner la solución. Ya no podré volver a sentir, como si fuera yo mismo, cómo levantas un título. Ya no podré comprar a mis mellizos la camiseta de mi capitán. Ya no podré sentir la tranquilidad de que, contigo en el campo, el Real Madrid era fuerte y sólido. Ya no podré cantar junto con la afición ’Y Sergio Ramos marca un gol…”. Ya no podré mirar la alineación del fin de semana con la misma ilusión Ya no podré sorprenderme con tus entrenamientos personales Ya no podré decirle a mi hermano que aún confiamos en ti, que te quedan muchos años de fútbol. Ya no podré verte en el estadio junto a mi padre. Querido Sergio, ya nada volverá a ser como antes.
Buenos días, caballero, mi nombre es Aitor y escribo esta carta desde mi ciudad natal, Bilbao. No soy seguidor de el Madrid ni mucho menos, soy seguidor de las personas, sobre todo de las personas extraordinarias, las personas que ejecutan a la perfección el pensamiento, la palabra, la obra… Te escribe un seguidor de el Athletic, representas a la perfección la fortaleza del guerrero, la resiliencia, la ambición de ganar, de superarse día a día, de si doy un paso atrás, cojo carrerilla y doy tres adelante, de levantarse cuando uno se cae, del coraje, del líder natural, del carisma, de enfrentarte al mundo sin miedo a lo que digan, valentía, pundonor; en fin, gracias por tantos buenos momentos, por romperte la cara por tu país, por tu equipo, por tu empresa, tengo la sensación de que eres de esas personas que se devoran la vida y de que morirías por tus familiares, amigos y tus ideas, porque has nacido para dirigir, pero también para servir, representas a la perfección las grandes cualidades que deben tener los seres humanos. Espero que te vaya bien en el equipo al que vayas y que cuando te retires sigas representando esos valores en el día a día. Un saludo desde Bilbao.