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SEVILLA

Las estadísticas contradicen a las suspicacias

El Sevilla tiró más y tuvo más ocasiones y posesión que el Villarreal, pero la verbena defensiva de la segunda mitad alienta la idea de la relajación por perjudicar al Betis

SevillaActualizado a
Decepción sevillista.
JOSE JORDANAFP

El Villarreal-Sevilla venía envuelto en la suspicacia por lo poco que se jugaban los de Nervión en comparación a su rival, el cual está metido en la pelea europea con el Betis, eterno rival sevillista. Lógicamente, los tiempos en los que sevillistas y béticos regalaban sus derrotas para facilitar los descensos del otro ya han pasado, pero entre el aficionado sigue habiendo gusto por echar una mano al cuello del rival, algo de lo que los clubes no están al margen ni mucho menos.

Y el 4-0 de La Cerámica podría dejar poco lugar a la duda. Un equipo que no se jugaba nada se relajó más de la cuenta para, de paso, fastidiar a su eterno rival. Sin embargo, la visualización del partido y de las estadísticas del mismo contradicen radicalmente esta creencia. Porque el Sevilla tiró más que el Villarreal, tanto a puerta como fuera, tuvo más ocasiones, tuvo un mayor porcentaje de la posesión y pudo haberse marchado goleando al descanso.

Los números dicen que el Sevilla tiró 10 veces, mitad a puerta y mitad fuera. Tuvo un 58% de la posesión y sólo cometió una falta menos que el Villarreal, por lo que la falta de intensidad, al menos en la primera mitad, no fue tal. Ocurre que en el primer acto, entre la pericia de Asenjo y la impericia de los delanteros sevillistas, el gol para los de Lopetegui se resistió. Ya en el segundo tiempo, por debajo en el marcador y con uno menos, la relajación sí hizo un evidente acto de presencia, con groseros errores defensivos para cabreo del preparador vasco.

El cristal con el que se mire, ya sea el objetivo de los datos o el subjetivo de la sensación, determinará la opinión de lo hecho por el Sevilla ante el Villarreal. Un Sevilla, por cierto, que lleva casi un mes con su objetivo cumplido, que llegó a la penúltima jornada sin opciones de Supercopa, que cerrara la temporada tras llevar compitiendo ininterrupidamente 11 meses y 12 días... Los atenuantes también ganan a las suspicacias.