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ESPANYOL

Un año del definitivo cambio de timón del Titanic perico

Chen oficializó la salida de Guasch, el descenso de Perarnau, el ascenso de Rufete y Durán asumió las riendas. Tal día como hoy se cerró Abelardo.

Abelardo Fernández y RdT.
Gorka Leiza.

En las comidas familiares del tan remarcado día de Sant Esteve, los aficionados pericos  debatían el curso pasado el futuro de un Espanyol deshauciado, que era colista y que entraba a la Navidad con un nuevo inquilino en el banquillo. Aunque todas las informaciones apuntaban a que Abelardo Fernández sería el sustituto del ya despedido Pablo Machín (Rufete ya se postuló también, cargo que ocuparía al final del curso), hasta el día 27 no se oficializó la noticia. Su llegada cerró el cambio de rumbo del Titanic perico, que finalmente se precipitó al descenso.

Su contratación finiquitó las semanas más intensas del mandato de Chen Yansheng, solo comparables a la destitución de Quique Sánchez Flores y Jordi Lardín en 2018 de manera fulminante, después de las declaraciones del primero y de la pésima racha del equipo perico. Pero no alcanzan la magnitud de lo ocurrido en 2020, la peor campaña en la historia blanquiazul. Chen preparó el terreno a primeros de diciembre, cuando detectó que la bicefálea creada entre Roger Guasch y Óscar Perarnau no congeniaba y ralentizaba los procesos.

Chen, junto a Rufete y Durán.
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Chen, junto a Rufete y Durán.

El presidente decidió unificar todo el mando en la figura de Josep Maria Durán, convertido ahora a consejero delegado. El directivo trabajó en la sombra en el mes de diciembre para afrontar un mercado de invierno con inversiones (se gastaron hasta 42,5 millones entre Oier, Raúl de Tomás, Embarba y Cabrera) y para tejer al mismo tiempo un plan B en caso de descenso. El despido de Roger Guasch y el descenso de Perarnau a secretario técnico acompañaron esa decisión.

Junto con Durán, Rufete, encargado de la confección de la plantilla junto a David Gallego, asumió al mando de la Ciudad Deportiva. No se pudo evitar el desastre, de hecho el trayecto del Espanyol fue esperanzador el primer mes con el técnico asturiano, pero después de la pandemia todo se torció y se finalizó el curso con un descenso vergonzoso, asumido por todos los jugadores. Un año después, el Espanyol camina directo a Primera, con los últimos capitanes del Titanic.