Afronta el conjunto de Vicente Moreno tres partidos consecutivos, ante Fuenlabrada, Girona y Leganés, que suponen una prueba de fuego para su liderato.
Con 26 puntos, con cuatro de margen para obtener el ascenso directo y nueve por encima de los puestos que no dan acceso a la promoción, se adentra el Espanyol en un mes de noviembre que puede acabar de lanzarle. En la clasificación y anímicamente, puesto que enlaza el equipo perico tres rivales de primer nivel ante los que deberá incluso mejorar sus prestaciones y rozar la excelencia para conseguir sendas victorias.
La primera prueba de fuego no se hará esperar. La afronta este mismo sábado en el Fernando Torres, contra el Fuenlabrada, y hasta el horario parece trampa: las 14:00. Los madrileños marcan precisamente esa zona de playoff, con 17 puntos, pero con la singularidad de que todavía no han perdido en su feudo, inexpugnable, mientras que el Espanyol sí cayó en su primera visita de la temporada a Madrid, para enfrentarse al Rayo Vallecano.
Solo seis días después, el viernes de la próxima semana, regresan los de Vicente Moreno al RCDE Stadium para recibir al Girona. Un contrincante que para los blanquiazules, paradójicamente, es mucho más complicado de doblegar en casa, ya que se ha impuesto en los dos precedentes disputados en Cornellà, ambos en Primera. Influirá también en este choque la rivalidad creciente que durante esas dos temporadas se generó, con duelos intensos, como el que se fue generando entre David López y el experico Cristhian Stuani.
Y el jueves posterior, día 26, de nuevo viajará el Espanyol a la capital española para verse las caras con un rival directísimo en la lucha por la permanencia, por si los anteriormente citados no lo fueran. Se trata del Leganés, que ya fue adversario la temporada pasada por eludir el descenso y que en Butarque asestó a los pericos uno de los golpes más duros en su caída libre, justo antes de la Navidad.
