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Barcelona

Griezmann desespera

El delantero francés sigue sin salir del bache que le llevó al banquillo en el Clásico. Ante el Dinamo de Kiev volvió a dar una imagen preocupante y un rendimiento nulo.

BarcelonaActualizado a
Barcelona's French forward Antoine Griezmann touches his head during the UEFA Champions League group G football match between Barcelona and Dynamo Kiev at the Camp Nou stadium in Barcelona, on November 4, 2020. (Photo by LLUIS GENE / AFP)
LLUIS GENEAFP

Antoine Griezmann empieza a desesperar a los aficionados del Barça al tiempo que le deja pocas opciones a su entrenador para devolverle la titularidad que perdió el mes pasado cuando se quedó de inicio en el banquillo ante el Ferencvaros y en el Clásico contra el Real Madrid. Tras dar síntomas de recuperación en Turín contra la Juventus y marcar el único tanto del equipo catalán en Vitoria contra el Alavés, parecía que el francés levantaba el vuelo, pero ante el Dinamo de Kiev firmó el que posiblemente sea su peor partido como jugador del Barça.

Puede que la clave de su actuación estuviera en la clamorosa ocasión que falló a portería vacía en el minuto siete de partido cuando quiso ajustar demasiado el balón y disparó fuera cuando todos los narradores del partido cantaban el gol. A partir de ahí, el delantero de los 135 millones de euros desapareció del terreno de juego.

Hasta que Koeman decidió retirarle del campo para dar entrada en su puesto a Dembélé, Griezmann fue un alma en pena sobre el césped del Camp Nou. Otras veces, su producción ofensiva no ha sido la deseada, pero al menos nunca regateó el esfuerzo y sus ganas de participar. Ante el Dinamo un repaso a sus números nos retrata a un jugador que se quedó bloqueado tras su fallo.

En la hora que estuvo sobre el campo Griezmann apenas intervino en el juego. Valga como ejemplo que dio tan sólo 12 pases, una cifra ridícula. Aleñá, por ejemplo, que jugó sólo nueve minutos dio nueve, casi los mismos que el francés jugando 50 minutos menos.

Su participación en el juego ofensivo brilló por su ausencia: ni una falta provocada, ni un centro al área, ni una falta cometida y tampoco ningún regate intentado. Únicamente un disparo desde fuera del área al final de la primera parte que salió también desviado.

Koeman siempre ha elogiado el trabajo de Griezmann en los entrenamientos y ha asegurado que no tiene ningún problema ni ninguna queja de su comportamiento a pesar de que el jugador le desafiara en el pasado parón de selecciones cuando afirmó que Deschamps si sabía donde tenía que ponerle en el terreno de juego.

La semana que viene, Griezmann vuelve a tener cita con Francia y Deschamps. Puede que ahí, donde se sente sin duda la pieza clave del equipo recupere algunas de sus sensaciones que tanta falta le hacen cuando se pone la camiseta del Barcelona.