Grupo complicado, más de lo que aparentemente indica, para el Real Madrid, que deberá hacer frente al mejor Inter de los últimos años y a dos equipos frescos y con mucha dinamita en ataque como el Shakhtar y el Gladbach. Si a eso se le une que el Madrid de las dos últimas temporadas cayó ante City y Ajax, conjuntos parecidos a los que tendrá en esta ocasión en la liguilla, será conveniente que los de Zidane se apliquen desde el principio para evitar líos.

El Madrid empieza y acaba la fase de grupos en casa, con lo que eso supone de beneficio, pero entre medias no se podrá despistar porque cualquier encuentro es complicado, tanto los dos contra el Inter como las visitas a Ucrania y Alemania. Un grupo sin rivales débiles, eso invita a pensar en que ninguno se va a descolgar pronto y por lo tanto mantendrán las opciones casi hasta el final. Veremos cómo responde el Madrid ante la exigencia de tener a adversarios más potentes de los que ha tenido últimamente en la liguilla.

Quién iba a decir que después de lograr cuatro Champions en cinco años en un quinquenio de gloria casi irrepetible (2014 a 2018) iban los madridistas a asumir que conquistar la ‘Orejona’ se ve ahora como un sueño muy lejano y de difícil cumplimiento. La marcha de Cristiano, el mazo ejecutor de aquellas cuatro Copas de Europa, ha tenido para el Madrid una incidencia terrible en el IBEX del fútbol continental. Dos años seguidos sin ser capaces de pasar de octavos de final. Pero todavía puede haber una esperanza para la bien alimentada afición blanca. El equipo jugará sin presión al no estar ya en la terna de favoritos (Bayern Múnich, Liverpool y PSG ocupan ese podio) y podría ser que Hazard recuperase su exitosa versión del Chelsea para elevar las opciones de la tropa de Zidane en las grandes noches europeas que se avecinan. La Champions es un torneo de momentos y Zizou sólo ha perdido una eliminatoria como técnico (la última del City). Nunca descarten de antemano al equipo que sigue siendo el rey de Europa con sus 13 coronas…

La estrella: Sergio Ramos

El señor de la Décima, el capitán que ayudó a levantar la Undécima (un gol y otro de penalti en la tanda ante el Atleti en Milán), el líder de un equipo que gira en torno a su liderazgo. Sergio Ramos es el que tira del carro y en Europa, cuando él falta, derrota segura. Faltó ante el City y… adiós. Si Ramos está a tope, el camero puede soñar con su quinta Champions. Aunque para que ese sueño se convierta en realidad necesita el 100% de sus compañeros. La temporada anterior fue el segundo máximo goleador de su equipo, siendo infalible desde los 11 metros. Sus registros hablan bien de él, pero no tanto del equipo. Es historia del Real Madrid y también de la Champions.

El entrenador: Zinedine Zidane

Incuestionable su valía en el banquillo blanco, ganó tres Champions y decidió tomarse un año sabático. Reclamado de vuelta, ganó una Liga, gracias, especialmente, al cerrojo del equipo con una defensa ordenada y un Courtois imbatible. Esta temporada, todo apunta a que la defensa tendrá que volver a ser clave para que el conjunto blanco progrese en Champions. Si la defensa es un muro, solo hace falta que los de arriba demuestren acierto a portería. Un tropiezo antes de tiempo podría poner su futuro en duda.  

Un Madrid rocoso, construido desde atrás hacia adelante, con un Courtois inconmensurable en la portería y una pareja de centrales, Ramos-Varane, clave para echar el candado a la portería blanca. No es un Madrid espectacular, pese a que conserva a Kroos y Modric en mediocampo, pero desde luego las gotas de calidad en el ataque se las aporta Benzema, convertido en goleador además de en artista. Le falta acompañamiento en cuanto a goleadores. Se espera que Vinicius, Rodrygo o Asensio puedan ser sus socios en ese apartado.

El Inter ha vuelto a ser un gigante del Calcio y en esta Champions League debe demostrarlo. El último curso terminó con el subcampeonato en la Serie A (a un punto de la Juventus) y la final de Europa League perdida con el Sevilla: ahora los nerazzurri apuntan a ganar títulos, algo que no viven desde 2011. El mercado demuestra que la idea del club es esta. Se quedaron todos los mejores y llegaron jugadores para triunfar ya, como Achraf (al que en Italia ya consideran un crack), Vidal y Kolarov. Fueron fichajes hechos a medida para Conte, que a pesar de un primer curso absolutamente positivo, estuvo a punto de marcharse y ahora tiene una plantilla mucho más completa y competitiva. Antonio quiere triunfar y sus deseos dependerán de Lukaku y Lautaro, una de las mejores parejas ofensivas de Europa: en la temporada pasada, juntos sumaron 55 goles. Solo Gnabry y Lewandowski del Bayern lo hicieron mejor (78 dianas) en el Viejo Continente...

La estrella: Lukaku

El belga ha superado cualquier expectativa en su primer curso de nerazzurro, sumando 34 goles. Con estas cifras igualó el récord de Ronaldo en 1998. Su fichaje fue muy ilusionante y, a pesar de su alto precio, ha demostrado su valía y ha sido determinante para que el Inter aspirara a ganar la Serie A y para llegar a la final de la Europa League. El belga ha alcanzado la madurez de su fútbol en Milán y el Inter se mueve al ritmo de su referente ofensivo. Su estado de forma actual está a la altura de los grandes nueves de Europa. El gol del Inter en sus pies está asegurado.

El entrenador: Antonio Conte

Su llegada tuvo un impacto significativo e inmediato en los resultados del Inter. Le ha cambiado la cara al equipo con su clásico sistema de tres centrales y dos carrileros. El curso anterior acarició la Serie A y la Europa League y en esta temporada quiere devolver al club italiano a su lugar en Italia y en Europa. El club ha conseguido mantener a su dupla atacante formada por Lukaku y Lautaro. Además, los fichajes de Vidal y Achraf dan un plus al equipo. Tiene plantilla para pelear el primer puesto del Grupo B y para tener un largo recorrido en Champions esta temporada. Un técnico siempre competitivo, también lo es ahora.

Puro Antonio Conte el dibujo del Inter, con tres centrales muy definidos y dos carrileros largos a los que les gusta mucho pisar el área contraria. Por ahí ha llegado Achraf, un fichaje estratégico que puede hacer aún más potente el juego de bandas de los interistas. Ha mantenido el club a tod su bloque, especialmente su pareja atacante Lukaku-Lautaro. Si no es una de las mejores del mundo por su grado de compenetración, está muy cerca de serlo.

El histórico de la Bundesliga vuelve a sonreír. Tres temporadas después, el Gladbach regresa a la Champions y lo hace gracias a la excelente labor del técnico Rose. Después de algún que otro experimento fallido en el banquillo, el ex jugador alemán de 44 años se hizo cargo de los Fohlen la pasada temporada y les dotó de una competitividad que dio para terminar el curso entre los cuatro primeros. El secreto está en la incansable presión que el otro Borussia de Alemania suele ejercer sobre sus rivales. Es un conjunto de lo más incómodo y lo puso a prueba ante el todopoderoso Bayern, al que endosó la única derrota de la 19/20 desde que Flick se hiciera cargo del equipo. Se lo debe, también, a su intimidante trío en ataque. Plea, Embolo y Thuram fabricaron 32 goles y 28 asistencias durante la temporada pasada. Lazaro y Wolf, ambos cedidos, son los refuerzos para un equipo que acepta el reto que supone la vuelta a la Champions.

La estrella: Thuram

El hijo del campeón del mundo francés Lilian es la amenaza del Gladbach. Es rápido, marca, asiste. Su papel no tiene nada que ver con la demarcación de su padre (central y lateral), pero la atracción de su apellido solo es uno de los cientos de motivos que hacen destacar a este joven delantero. Tiene físico, altura, define bien, es creativo y explosivo... Y celebra cada triunfo sustituyendo el banderín de córner por su camiseta.

El entrenador: Marco Rose

Soberbia su etapa en el Salzburgo, el Gladbach apostó por él y en su primera campaña lo metió en la Champions. Métodos modernos y dinámicos. Un gran técnico. Su equipo juega un fútbol atractivo y de espectáculo. Y a su entretenido fútbol, lo acompañan los resultados. Por encima de las individualidades, ha conseguido formar un equipo muy competitivo. Una de las revelaciones de la temporada anterior, el equipo alemán no deja indiferente a nadie. Aunque Inter y Real Madrid parten como favoritos para pasar a octavos, nadie le da por muerto. Y mucho menos su técnico.

Un Gladbach contragolpeador, con la velocidad de Plea y Thuram como verdaderas armas, aunque también con jugadores de buen pie en mediocampo como Neuhaus que le pueden dotar de fútbol en partidos en los que lleve el peso. La realidad es que se siente mejor con espacios por delante y el grupo le va a brindar la oportunidad de tenerlos ante Madrid e Inter. La duda, como siempre, está en el rendimiento defensivo. A veces se expone demasiado porque trata de defender muy arriba empujando hacia la presión al rival.

Si existe una dirección deportiva en Europa que tiene claro donde 'pescar' jugadores esa es la del Shakhtar Donetsk, que lleva años reinando en Ucrania gracias a un proyecto que combina la dureza, frialdad y veteranía de los jugadores de la región para los apartados defensivos del equipo y una colección de brasileños de buen pie para todo lo que tenga relación con el gol. Con esa fórmula el Shakhtar logró la Europa League en 2008 y desde entonces se ha asentado en la Champions, donde no es extraño verle en octavos de final, incluso en cuartos. Luis Castro es quien dirige desde la temporada pasada esta nave ucraniana que se mueve al ritmo de samba. El técnico portugués supo recoger el relevo de sus predecesores (Lucescu y Fonseca) y apenas ha cambiado nada: lo que funciona se deja como está. Taison, Marlos, Teté, Júnior Moraes, Dentinho, Patrick, Maycon, Marcos Antonio, Fernando... Está claro a qué se juega en Donetsk.

La estrella: Tete

El jugador más desequilibrante del equipo que encarna a la perfección lo que es el Shakhtar, un equipo con carácter ofensivo que juega al ritmo de sus brasileños. Se asocia a la perfección con Taison y Junior Moraes. Nacido en el año 2000 es un futbolista con mucha proyección, rápido y muy habilidoso en el regate. Después de sonar para grandes equipos, como la Roma, el futbolista brasileño se quedó en el Shakhtar y esta puede ser su temporada para reafirmarse como una gran promesa.

El entrenador: Luís Castro

Siguiendo la estela de los técnicos portugueses del Shakhtar, encarna un poco la misma filosofía y hace de puente idiomático y futbolístico con los brasileños. Es un entrenador que le gusta tener el balón y su equipo suele dominar la posesión. El año pasado el Shakhtar alcanzó las semifinales de la Europa League con la visible huella de su entrenador, que mejoró las transiciones del juego, y convirtió al conjunto ucraniano en un equipo rápido y directo. 

Tiene mucho mérito lo del Shakhtar año tras año, siempre con una nómina de jugadores brasileños muy interesantes, quizá no con tanto cartel como otros pero de un rendimiento altísimo en general. De la mezcla del rigor táctico de los jugadores ucranianos y la magia de los brasileños sale este Shakhtar con muchas cualidades ofensivas en ataque pero también muy equilibrado siempre en mediocampo. En un día de inspiración puede hacer daño a cualquier. Quizá su gran agujero esté en la portería con Pyatov.