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ASCENSO A SEGUNDA

El Badajoz elimina al Bilbao Athletic en los penaltis

Empate a uno en el tiempo reglamentario y a cuatro en la tanda. San Bartolomé falló en la muerte súbita y Maestre dio la victoria a un cuadro pacense que se mantuvo en pie con diez.

Alegría del Badajoz tras eliminar al Bilbao Athletic
ALVARO RIVERODIARIO AS

Bilbao Athletic y Badajoz se desafiaron en un digamos 'Iroman', una prueba para superhombres. Sólo así se puede rotular un partido de 90 minutos al calor de Algeciras, con un suplemento de 30 tras concluir el tiempo reglamentario con empate a uno, y en el caso del Badajoz, con uno menos durante casi una hora tras la expulsión de Casado en el 65'. Y por si fuera poca esa taza, pues taza y media con penaltis. Salir a jugarte el trabajo de todo un año así, y tras cuatro meses sin partidos oficiales, es para gente con la cabeza y las piernas muy firmes. En esa suerte desde los once metros, se impuso el Badajoz. Más agonía es imposible amasar. Sancet, casualmente la referencia estelar del equipo, falló por los rojiblancos y Ramos, por los pacenses en el lote de cinco tiros. En la muerte súbita, acertó Sillero pero no así San Bartolomé, mientras que encontró la red en el otro bando Pablo Vázquez (el crack de la noche junto con el meta Kike Royo, que en la tanda inicial paró el primer tiro a Guruzeta pero el árbitro mandó repetir por haberse adelantado) y Maestre, el que se llevó la gloria.

La primera parte fue alegre, con muchas ocasiones, y la segunda, según se olían todos la resolución, se hizo ya más pastosa, trabada. Garcia de Albéniz cometió un grave error en una cesión, aunque Adilson no acertó a ver puerta. Aquino, un jugador que se sabe todas las picardías del juego aunque el árbitro se cansó de verle exagerar algunos contactos, fue un tormento recibiendo de cara y dejando a algún compañero que venía a recibir. Luengo abrió pronto el marcador, a los 17 minutos, tras un córner en el que remató muy raro por abajo, entre el talón y el gemelo. Ocho minutos duró la alegría de los cachorros, ya que Pablo Vázquez, el mejor de los extremeños, empató de cabeza tras un gran centro desde la izquierda.

Los rojiblancos empezaron con una presión asfixiante, muy decididos a pisar el área contraria, y fueron desapareciendo en ataque, víctimas de serias dudas defensivas, especialmente en las segundas jugadas. Caballero enredaba entre líneas y los pupilos de Munitis iban haciendo su partido, con mucho oficio y determinación.

El ritmo cayó tras el descanso. Kike Royo, estelar en una fase con tanta presión, hizo un paradón a tiro de Artola, que inició y acabó jugada. Vencedor tomó las riendas para organizar el ataque y Morcillo prodigó sus habituales latigazos. Dos de ellos, de falta, colisionaron de forma violenta en el larguero. En el segundo caso, un tiro indirecto tras cesión dudosa de Maestre, se escuchó el estruendo hasta en Bilbao. Nico Serrano, uno de los chavales más prometedores de Lezama, dio más profundidad por la derecha a los bilbaínos, que con Guruzeta en la media hora final del tiempo reglamentario encontraron una referencia sobre la que montar su juego. La expulsión de Casado, muy rigurosa porque la segunda amarilla se sostuvo en un leve agarrón a Sancet, parecía poner definitivamente la alfombra al triunfo de las perlas rojiblancas. Pero no fue así. Munitis dio toda la banda Abad, puso en liza al velocísimo Ramos y, para que pelease lo que le llegara, a un Santamaría que trataba de eliminar al equipo en el que se formó y con el que ascendió a Segunda hace un lustro. Tuvo un par de oportunidades de esas que demuestran que es un depredador del área.

La ocasión más clara la protagonizó Ramos tras una cabalgada furiosa y una cesión a Santamaría, al que negó el gol Ezkieta. También la tuvo Artola en pleno carrusel de cambios, pero el marcador no se movió, en parte porque los pacenses estaban muy bien organizados, pese a contar con un efectivo menos. Frente al asedio del final, con los 22 protagonistas tan cansados que no podían ni con las botas, supieron mantenerse en pie los pupilos de Munitis, que ganó la partida a otro ilustre: Etxeberria. En la tanda de penaltis, la suerte y el éxito decidieron premiar al representante del Grupo IV de Segunda B. Semana nefasta en Bilbao: el primer equipo se quedó sin Europa el jueves, el filial se ha visto apeado a las primeras de cambio en la fase de ascenso a LaLiga SmartBank y el Basconia, el segundo satélite, ha caído unos instantes antes ante el Portugalete en la pelea por un billete para Segunda B. Podían haber sido tres días para llenar la saca de la ilusión, pero esta tenía un agujero y se fueron al limbo.