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ATLÉTICO DE MADRID

Empatar, empatar, empatar y volver a empatar

El Atlético de Simeone cosechó su empate número 15 en una Liga que debía haber competido con Madrid y Barça. Lo mejor: Llorente y que Morata encuentra la racha.

Actualizado a
Diego Pablo Simeone da instrucciones a Stefan Savic en el partido ante el Celta en Balaídos
Octavio PassosGetty Images

Para jugar ante el Celta no cocinó nada nuevo Simeone. Su clásica pizza del 1-4-4-2 con Oblak; Arias, Savic, Giménez, Lodi; Llorente, Thomas, Saúl, Koke; Correa y Morata. Empezó Llorente en el centro del campo por banda derecha y Correa de segunda punta junto a Morata, pero antes del minuto diez intercambiaron sus posiciones y Marcos volvió a jugar de punta y Ángel de medio por la derecha. Antes había llegado el 0-1 de Morata, con asistencia de Correa entrando por la derecha, en jugada iniciada por Llorente, desarrollada por Arias y concluida por Morata. El 9 del Atlético y de la Selección va recuperando sensaciones y puede entrar en la racha que busca todo delantero y que le dará la confianza que no acaba de tener del entrenador.

Sin goleadores. Recuperar al mejor Morata, como al mejor Costa o que João Félix tenga la progresión que su talento exige es tarea de entrenador. Y también debería sacar mayor rendimiento Simeone a Lemar, Vitolo y Correa. No es normal que los atacantes del Atlético lleven tan pocos goles. Solo Morata, el 9 de España, está en el Top-10 con 12 goles. Tras la frialdad de los datos se esconde la falta de atención a la fase ofensiva en las tareas de las sesiones de entrenamiento. Morata, Costa, João, Lemar, Vitolo, Correa y Saponjic, todo futbolista ofensivo, necesita que el entrenador le ayude y le dé herramientas para atacar, igual que se las da, a ellos y al resto del equipo, para defender.

Pizza con Llorente. La mejora que ha experimentado el equipo tras el parón por el confinamiento ha estado en las transiciones. Ahí es donde Simeone se encontró un ingrediente nuevo para la pizza llamado Marcos. Llorente parecía que era como echarle piña y ha resultado ser trufa más exquisita del mundo, y lo ha mezclado bien, adelantando a la vez al equipo a un bloque medio y alto por la necesidad de ganar, ganar, ganar y volver a ganar que tenía para cumplir el objetivo obligatorio de ser tercero

Fondo de armario. El Celta fue de menos a más y le complicó la vida al Atlético de Simeone como todos los equipos que juegan con tres centrales y más si encima hacen el fútbol de posición y posesión que realiza el conjunto vigués. Se volvió a evidenciar el fondo de armario de ropa de marca que tiene Simeone en su plantilla. Aún con las bajas de Costa, Carrasco y João Félix, metió a dos refuerzos que suman más de cien millones como Vitolo y Lemar y el equipo acabó yendo a por la victoria pon la calidad del canario y el campeón del mundo francés, empuje del Zorro Herrera, capitán de México, y la frescura de Manu Sánchez, digno representante de la Academia que puede jugar en Primera. Además, el Cholo sacó del confinamiento a Saponjic. ¡Aleluya! El Atlético acabó con Oblak; Arias, Savic, Giménez, Manu Sánchez; Koke, Herrera, Thomas, Lemar; Vitolo y Saponjic. Lo intentó, pero volvió a empatar. Empatar, empatar, empatar y volver empatar. Así hasta 15 veces. Son demasiadas. Era una Liga para estar con el Madrid y el Barça arriba hasta el final.