"¿Bajar ante el Barça me duele? No, lo que me sabe mal es bajar"
“Debemos defender lo que es el Espanyol en un derbi”, afirma el técnico perico, quien apela al escudo y no quiere “inspirar a nadie” con el Tamudazo.
El escudo, la camiseta, la afición y el orgullo. Las palabras a las que el entrenador del Espanyol, Francisco Joaquín Pérez Rufete, apeló en la antesala del derbi contra el Barcelona ante la falta de objetivos palpables. Y ante un descenso que se materializará en el Camp Nou si los pericos no son capaces de ganar, tarea harto complicada. Por eso, el propio técnico reconoce estar ante uno de los días “más tristes”, aunque no le duela bajar en un derbi, sino el mero hecho de bajar.
¿Qué supondría ganar en el Camp Nou para un equipo que está a punto de bajar?
La dificultad es muy grande porque no depende de nosotros. Desde que cogí al equipo, había que pelear desde el orgullo para conseguir el objetivo. Y si no, seguir defendiendo con responsabilidad esta camiseta. Un derbi lo tenemos que jugar como tal por lo que representamos y por la historia del club.
¿Cómo está anímicamente el equipo? ¿Lo ve preparado para aguantar con entereza lo que queda?
Es una responsabilidad muy grande. No defraudarles era no bajar, o no tenerlo cerca. Ahora nos queda una mínima posibilidad, pero lo máximo es defender este escudo y estos colores hasta el final. Debemos acabar como se merecen el club, su historia y su afición.
Usted fue protagonista del Tamudazo. Si el Barcelona envía al Espanyol a Segunda, ¿serían casos comparables?
No es nada comparable. Cada cosa, momento y persona estamos en un lugar. Yo me alegro de que a la gente le vaya bien. Antes lo que hacíamos era jugar al fútbol y ahora, defender al Espanyol desde otro lugar.
¿Ha podido hablar recientemente con Chen Yansheng?
Lo importante para el presidente es acabar como se merecen el club y la afición, no hay mucho más que decir.
¿Cuál es el sentimiento generalizado en la plantilla?
Nuestra motivación es que vamos a jugar un derbi en una situación casi definitiva. Por tanto, debemos afrontarlo con optimismo y defendiendo lo que es el Espanyol en un derbi. Lo hemos hablado esta tarde y lo seguiremos hablando. En estas situaciones, la actitud y las formas son innegociables.
¿Qué recuerda del Tamudazo? ¿Ha inspirado al vestuario?
Recuerdo esa palabra, ese nombre y esa situación. No quiero inspirar a nadie con eso, solo intento convencer al jugador de las posibilidades que tiene individualmente y como equipo. Les he dicho que somos futbolistas, pero más personas que otra cosa, y debemos poner nuestros valores a disposición de la situación y del contexto que tenemos.
¿Qué le puede decir a la afición ante uno de los días más tristes?
Seguro que es de los más tristes. Vamos a pelear, a trabajar, y después vamos a tener tiempo de decir las cosas. Vamos a pelear por el escudo, por nuestra gente, la afición, por el derbi. Hay que remar muy fuerte y levantarse.
¿Le están afectando las críticas? ¿Se ve con entereza para regenerar esta plantilla?
Cuando estoy aquí es porque lo he decidido, igual que cuando no he estado otras veces. Es mi manera de entender este deporte, que es mi vida, y lo que me une a las personas. Lo que pase dentro de diez días no me preocupa. Me preocupa que el Espanyol juegue un derbi para representar a su afición.
¿Por qué no ha habido la tradicional foto con el entrenador del Barcelona?
Ha sido un tema de logística. En mi nombre y el del club respeto al Barça, evidentemente, pero no ha sido ninguna otra cosa.
Sin orgullo, ¿qué le queda al equipo para visitar al Barça?
Se vio a un Espanyol jodido por la situación, no practicando un buen fútbol. Debemos mantener el orgullo. Estamos representando a una gran afición y debemos sacar lo mejor que tenemos como personas futbolistas. Las situaciones son las que son, pero representar a un club en estas circunstancias también te honra, y así debemos hacerlo.
¿Le sabe mal que el descenso pueda llegar ante el Barcelona?
No. Me sabe mal el descenso. Creo que es una situación tan jodida para nuestra gente que no miramos más allá.