La Ley Bosman marcó un antes y un después en la historia del fútbol, una de las normas más influyentes del fútbol moderno. A cada uno le afectó de una forma, pero en el Ajax el efecto fue muy evidente. Antes de la sentencia, tres Copas de Europa y una Champions League fueron a parar a Ámsterdam. Desde entonces, ha terminado por ser un club residual en la máxima competición de clubes de la UEFA, con breves destellos como el de 2019.

Los jugadores ya no crecen en el Ajax y se marchan una vez se han caído ya del árbol, sino que suelen salir cuando todavía están verdes. Un claro ejemplo es Justin Kluivert, quien le bastó una temporada y media para salir, con 19 años -y muy malas formas- recién cumplidos, a la Roma. Cruyff se marchó de la capital holandesa habiendo cumplido los 26 años, Van Basten los 22, Rijkaard los 25, Bergkamp los 24, los De Boer los 28...

El Ajax ha tenido que reinventarse para intentar ser competitivo. Es muy difícil y, como hemos comentado, lo logran en temporadas muy concretas, pero lo que sí han logrado es ser más que rentables económicamente en un mercado cada vez más complicado. Los grandes, y el Madrid es un gran ejemplo, cada vez miran más al talento joven y no tanto a las grandes estrellas. Un nicho de mercado que antes podían explotar los clubes pequeños y que ahora también están viendo invadido por los transatlánticos.

Evidentemente, el porcentaje de acierto es bajo. Es imposible que todos los jugadores en los que ponen el ojo y que tienen una gran proyección en su adolescencia acaben cumpliendo las expectativas. Pero lo que hace único al Ajax no es comprar talento a bajo precio, sino saber sacar una plusvalía inmensa de muchos de ellos. Así, han basado su política de fichajes de este siglo XXI en tres mercados. El nacional, una obligación para todo el que quiere reinar en su país; los países nórdicos, gracias a John Steen Olsen; y la americana, la última cronológicamente y que cuenta, además, con un gran poder de marketing.

Este ha sido el leitmotiv de la direción deportiva de Juventus o Bayern en los últimos años. Los italianos han fichado a Dybala, Pjanic, Higuaín, Cuadrado, Szczesny, Demiral o Perin desde que empezaron a monopolizar el Scudetto en 2012. Por su parte, los alemanes han firmado esta década en sus filas a Lewandowski, Götze, Hummels, Pavard, Neuer, Süle, Luiz Gustavo, Mandzukic, Cuisance, Kimmich, Gnabry, Goretzka o el último, Nübel, sin que les diese tiempo a salir de la Bundesliga.

Pescar en el mercado local es un seguro. Por lo general jugadores nacionales, siempre adaptados a la liga y con la consecuencia directa de restarle calidad a rivales directos. La diferencia, y además el problema, del Ajax con Juventus y Bayern es que no tienen la capacidad de retener a su Pjanic o su Lewandowski durante cinco años para construir un proyecto alrededor de ellos. Cuando lo logró con Ziyech duró solo una temporada. 

El marroquí ha sido uno de los grandes aciertos, claro que el suyo es un caso muy especial. No siempre tienen el poder de atracción para robarle a sus competidores directos a sus grandes estrellas. Se rumoreaban negociaciones por Steven Bergwijn cuando fichó por el Tottenham este mes de enero, poniendo treinta millones encima de la mesa. Huntelaar, Suárez o Ziyech llegaron desde equipos de media tabla, no tanto de PSV y Feyenoord.

Intentar un gran asalto a la Champions, hoy por hoy, parece impensable. Pero la manera de acercarse lo más estrechamente posible a ello tiene que pasar por hacer coincidir varios aciertos en el mismo año. Sin margen de error, porque cuando caes en semifinales se acaban yendo De Jong y De Ligt. Cuando Eriksen empezó a asomar la cabeza por el primer equipo, a Luis Suárez sólo le quedaba un año natural para irse a Liverpool.

Realmente fichan jugadores de Holanda indiferentemente de su edad y la etapa de crecimiento en la que estén. Uno de los casos más curiosos es el de Kik Pierie, un central por el que pagaron cinco millones el verano pasado, con 71 partidos en el Heerenveen, y que Ten Hag todavía no le ha hecho debutar. Cada uno recorre su camino, no hay una fórmula fija para estos fichajes. A muchos otros los ficharon muy jóvenes: De Ligt, Klaassen, Justin Kluivert, Daley Blind... y ahora esperan hacer lo mismo con los gemelos Timber, Kenneth Taylor, Ter Heide, Reiziger, Hansen, Brobbey o Eiting, este último ya en la primera plantilla.

Más que analizar cada uno de los fichajes del Ajax en los países nórdicos, esta historia se resume en una figura. Como un personaje interpretado por Clint Eastwood, John Steen Olsen rechaza la vida moderna. Huye de las cámaras, no le gusta ser el centro de atención de un mundo tendente al Hollywoodismo, donde todos querrían mitificarlo. En tiempos de tablets, smartphones y apps, de softwares de scouting y bases de datos inagotables, él trabaja con un boli y su libreta. Y parece mentira, pero, aunque nos cansemos de repetir que el fútbol evoluciona año a año, Olsen es capaz de descubrir a un delantero de físico imponente, buena técnica y especialista en la finalización en 2001 y en 2015.

Ni el mejor ojeador del mundo tiene un cien por cien de aciertos, Messi también falla penaltis. Sin embargo, cuando la calidad de los éxitos es tan grande, nadie te recrimina los fracasos. Ibrahimovic y Eriksen son dos nombres lo suficientemente potentes como para avalar el trabajo de más de veinte años.

“Estaba un poco nervioso cuando hablé con Marc Overmars y Edwin van der Sar. Me dieron las gracias en nombre de todo el club y me dijo que mi contrato iba a ser vitalicio. Seguiré haciendo mi trabajo siempre que pueda, decidiendo yo mismo qué partidos y qué jugadores voy a ver”, comentó tras el firmar el último contrato de su vida en 2014, un sueldo que sigue dando sus frutos. Hace un par de semanas salieron unas informaciones que apuntaban a que el Ajax estaba detrás de Eskild Munk Dall, un chiquillo danés de 17 años que parece que lo tiene cerrado para unirse a las inferiores del club de Ámsterdam.

Curiosamente, como futbolista jugó en el Utrecht y Feyenoord, pero su corazón está en el Ajax. Grandes clubes de Europa lo han querido fichar, pero él se mantiene fiel al club ajacied y a su filosofía.

Desde 1997 es ojeador del club, aunque anteriormente ya había tenido sus primeros contactos con el Ajax. Por supuesto, la figura de Jari Litmanen ayudó. Sin haberlo recomendado él, una de las estrellas del club era nórdico, la Eurocopa 1992 la había ganado Dinamarca -habiendo eliminado a los Países Bajos en semifinales- con Suecia como cuarta clasificada y Michael Laudrup había enamorado a España en los dos grandes del país.

Sin arriesgarse demasiado, precisamente fue Michael el primer fichaje de Olsen. De una estrella de los noventa a Victor Jensen, fichado en 2017 y que de momento solo entra en los planes del primer filial ajacied, John tiene en su currículum desde los más olvidados fracasos a las más famosas leyendas, pasando por jugadores útiles como Moisander o Boilesen. Jugadores que nunca dieron lo que prometieron, como Viktor Fischer, y talentos que no pudieron adaptarse a Ámsterdam, como Michael Krohn-Dehli.

Por supuesto, una persona sola no es capaz de tener controlados a todos los jóvenes de varios países. Tiene ayudantes en toda Escandinavia, que le destacan ciertos jugadores para que él los vea en vídeo y, si le convence, ir a verle en directo. Allí se sienta en cualquier fría grada y apunta en su cuaderno sus notas. Cualquier informe no vale, quiere su propio informe, su propio punto de vista personal.

Joss Beitler fue el cineasta encargado de dirigir El hombre que descubrió a Zlatan, un documental sobre su figura para FOX Sports: “Se sienta en una esquina y no fice nada durante noventa minutos. Solo observa y, de vez en cuando, coge la libreta para escribir algo. Lo ve todo, analiza a cada jugador. Nada ni nadie se le escapa”.

Pero su labor no acaba cuando le da un nombre a Marc Overmars. Recomienda jóvenes, pero también los apadrina. Les da consejos, los guía y se refiere a ellos como ‘mis jugadores’. Ibrahimovic ha afirmado en alguna ocasión que para él es como su segundo padre. “Me llamó la atención cómo fue recibido con los brazos abiertos en todas partes. Incluso en los clubes de los que se va a llevar sus mejores talentos para el Ajax. Todos sus jugadores lo elogian ante las cámaras, también Zlatan a quien fuimos a visitar a París. Trata a los jugadores como a sus hijos”, comenta el mencionado cineasta.

La confianza en su criterio es evidente. “Dolberg es un jugador que siempre ha seguido nuestro ojeador John Steen Olsen, estamos encantados de que haya firmado con el Ajax”, aclaró Overmars en la presentación de la última estrella descubierta por Olsen.

De esta forma, el 10 de noviembre de 2017 fue nombrado miembro honorífico del Ajax tras sus 20 años de trabajo para el club. El talento siempre ha sido un recurrente en las plantillas del Ajax y Olsen es el principal encargado de que ni un gramo de calidad nórdica llegue a la élite europea sin hacer escala en Ámsterdam.

Más allá de los dos colombianos, Davinson Sánchez y Mateo Casierra, que fichó en el verano de 2016 por apenas cinco millones, Overmars pretendía empezar con esta nueva estrategia fichando a Richarlison. Sonó muy fuerte para el mercado de invierno de 2017, pero el Fluminense pedía demasiado dinero y el Ajax terminó optando por Neres (doce millones más muchos variables que le acercaban a casi los veinte), un perfil distinto. El delantero iría el verano siguiente a triunfar en la Premier League y el rendimiento del extremo se haría esperar, pero tocó su pico más alto durante la 2019-20 con el doblete nacional y la gran actuación en la Champions de los de Ten Hag. Otro fichaje frustrado fue el de Diego Lainez, en el mismo mercado invernal pero de 2019, que acabó en el Betis.

En Holanda se han valido de la garra y la pasión argentina para reclutar a tres defensas con diferente suerte. Tagliafico y Lisandro Martínez han sido un éxito total. Por precios muy discretos (cuatro y siete millones respectivamente) se convirtieron en piezas fundamentales desde el mismo momento de su llegada y hoy en día son dos de los mejores jugadores del once titular. Ambos están llamados a saltar de nivel y jugar en una liga superior.

Dos aciertos espectaculares de la dirección deportiva ajacied que chirrían con el fracaso que ha supuesto Lisandro Magallán. Al central, más veterano (25 años) que de costumbre, se le quiso fichar en verano pero Boca Juniors no le dejó. La Copa Libertadores que terminarían perdiendo en el Santiago Bernabéu era demasiado importante y acabó llegando en enero. No contó nada para Ten Hag y, además, salió en la foto del desastroso gol de Lucas Moura en semifinales de Champions. Entró en el último minuto para aguantar el resultado y logró todo lo contrario. Tras una cesión a Mendizorroza, el Alavés está decidido a devolverle a Ámsterdam y no ejecutar la opción de compra. No llega a los mil minutos con Garitano.

Al igual que Lisandro Martínez, Edson Álvarez llegó este verano para intentar tapar el hueco de Matthijs de Ligt. El mexicano llegó con gran cartel, pero no ha conseguido adaptarse totalmente al equipo. Tras varios titubeos, Ten Hag encontró su once tipo con los dos centrales mencionados actuando como doble pivote. Edson dejó buenos partidos y su físico dio mucho al pobre juego aéreo del Ajax, pero en estos últimos meses ha acabado con la confianza del técnico y la afición.

Si Argentina ha resultado dos aciertos y un error, en Colombia se da la vuelta al resultado. A Davinson Sánchez solo le bastó una temporada para ganarse una salida millonaria al Tottenham, dejando 35 millones de beneficios en la cuenta de resultados de Van der Sar. Ese mismo verano llegó Mateo Casierra y, al siguiente, Luis Manuel Orejuela, delantero y lateral derecho respectivamente de Deportivo Cali.

El primero, con un buen rendimiento en el filial (29 goles y 12 asistencias en 46 partidos) nunca fue la primera opción para ser el 9 suplente. Tras pasar de cesión en cesión por el Groningen y Racing de Avellaneda, este verano se deshicieron de él vendiéndolo al Belenenses, con el que ha jugado bastante esta temporada sin mucho acierto de cara a puerta. El segundo no llegó a los trecientos minutos con el primer equipo y en enero el Cruzeiro, donde se encontraba cedido, lo compró para volver a cederlo inmediatamente al Gremio.

En la pasión por los adolescentes brasileños que está atacando a Europa en los últimos años, el Ajax fichó a Antony este mes de febrero, dos días antes de cumplir la veintena de edad. Sao Paulo ingresó 15.750.00€ que pueden alcanzar los 21.750.000€ con variables, una suma para llegar con estatus de estrella al Ajax. Las negociaciones fueron duras, pero Overmars terminó consiguiendo al jugador que tanto quería. El coronavirus ha trastocado todos los planes, pero se espera que sea presentado el 7 del próximo mes.

Antony caerá entre dos niños brasileños más. Giovanni, fichado también este mismo año, y Danilo Pereira. Este último es un buenísimo ejemplo para sus compatriotas. Habitual en las inferiores, este año no había debutado cuando se le necesitó para intentar la remontada contra el Getafe en los dieciseisavos de Europa League. El domingo 23 de febrero se puso por primera vez la camiseta del primer equipo y el jueves 27 estaba saliendo de titular ¡y marcando un gol! ante el conjunto de Bordalás. Todos esperan su oportunidad.