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REAL ZARAGOZA

“En mi mente no entra que no ascendamos; es el año”

Eguaras asegura que ya está totalmente recuperado de su lesión, le da mucha importancia al partido del sábado contra el Alcorcón y apuesta “con los ojos cerrados” por el ascenso del Real Zaragoza.

Zaragoza
Íñigo Eguaras.
ALFONSO REYES

Íñigo Eguaras (Ansoáin, Navarra, 7 de marzo de 1992) renovó con el Real Zaragoza durante el confinamiento hasta 2024 y reitera a AS que fichar por el club aragonés fue la mejor decisión que ha tomado en su vida. También se muestra muy agradecido a Víctor Fernández, desea su continuidad y tiene entre ceja y ceja culminar el ascenso a Primera División: “Sería un sueño cumplido”.

—¿Cómo está? ¿Ya ha dejado atrás su lesión? ¿Alguna molestia?

—Ya totalmente recuperado. Fue un susto que menos mal que me pilló al inicio de esta mini pretemporada. Tuve la suerte de poder recuperarme y estar ya disponible para el partido del sábado.

—¿Y físicamente cómo está?

—La verdad es que me encuentro mucho mejor de lo que me esperaba. Nos dieron una bicicleta estática para mantenernos en forma en casa, hice todo el trabajo que me mandaron desde el club y en estas dos semanas que llevo haciendo campo me estoy encontrando muy bien.

—¿Cómo se produjo la lesión?

—Estábamos haciendo un circuito de carrera y casi al final noté un pinchazo en la zona del sóleo. Es la primera lesión muscular que he tenido y me acojoné porque era el primer entrenamiento y nunca había sentido algo así. Decidí parar y después de hacerme las pruebas médicas me salió que tenía una pequeña rotura, pero ya está olvidada.

—¿En algún momento temió que se fuera a perder varios partidos?

—La verdad es que yo estaba muy tranquilo porque sabía que no había sido muy grave, ya que al día siguiente podía apoyar normal y hacía alguna cosa y no me molestaba. Mi único miedo era no llegar al primer partido y en las condiciones que podía llegar porque mis compañeros estaban entrenando, yo estaba parado y vas más atrasado que ellos.

—Con estas once jornadas tan comprimidas, ¿lo que más les preocupa son las lesiones?

—Por supuesto, ya que has estado mucho tiempo parado, físicamente no te encuentras al 100%, muscularmente has perdido en esos meses y sí que es un tema que preocupa, mucho más después de ver que en la primera jornada en Alemania hubo diez u once lesiones.

—Lo que está claro es que jugando cada 72 horas y habiendo cinco cambios, todos los jugadores van a ser importantes, ¿verdad?

—Ahora tenemos que estar todos preparados para dar lo mejor de cada uno porque todos vamos a ser importantes. Al final son once partidos en un mes y jugaremos cada tres días.

—¿Cómo ve al equipo de cara al primer partido?

—Muy bien. Desde fuera, cuando estaba lesionado, me sorprendió, ya que veía a gente con mucha chispa. Seguimos con plena confianza en lo que estamos haciendo, la ilusión del ascenso continúa con nosotros y veo al equipo preparado para afrontar el partido del sábado como lo que veníamos haciendo durante el resto del año.

—El Alcorcón es el único equipo de Segunda que aún no ha perdido esta temporada a domicilio. ¿Les preocupa?

—Sabemos que va a ser un partido muy complicado. Fuera de casa están sacando muchos puntos y aún no han perdido, pero nosotros sabemos que tenemos que hacer nuestro partido. También va a ser un encuentro raro porque volver a La Romareda sin público no nos va a ayudar y seguramente tengamos que dar un plus cada uno.

—¿Qué supone para un futbolista volver a competir?

—En mi caso lo es todo. Nunca habíamos estado en una situación así, con tanto tiempo sin jugar y más en nuestra situación, que íbamos segundos, estábamos luchando por volver a Primera División y la verdad es que agradecemos que se vuelva a competir para terminar el año y ojalá que sea redondo.

—¿El Real Zaragoza fue el equipo más perjudicado por el parón?

—Por dinámica diría que sí, ya que llevábamos todo 2020 sin perder, habíamos recortado mucho con el Cádiz, habíamos abierto cierto margen con el tercero y el cuarto y la dinámica estaba siendo muy positiva. Además, no es lo mismo venir a La Romareda con 30.000 personas que venir sin gente. Eso juega a favor del Alcorcón.

—¿Considera que son favoritos al ascenso?

—No, para nada. Si algo nos caracteriza es que somos bastante humildes. Sabemos que hemos pasado por situaciones muy difíciles y ahora que nos vemos muy arriba tenemos que tener los pies en el suelo. Somos conscientes de que van a ser once finales. Vamos a jugar cada tres días, cada partido va a ser vital y debemos tener la cabeza fría.

—¿Cuál va a ser la clave en estas once jornadas?

—Ser nosotros mismos. Por mucho que haya habido este parón, tenemos que saber que nuestro juego es el balón, estar bien ordenados y aprovechar las ocasiones que generemos. Creo que en estos once partidos la efectividad va a ser lo más importante y el que más errores cometa lo va a pagar muy caro.

—¿Qué importancia va a tener empezar ganando?

—Personalmente pienso que va a ser el partido más importante de los once que nos quedan. Empezar ganando nos daría muchísima confianza y nos generaría otra vez esa sensación de que seguimos en esa dinámica de ganar y ganar. Además, ganando dormiríamos el sábado líderes, que es una situación que no habíamos vivido. Yo creo que va a ser vital el partido del sábado.

—¿Ha visto la Bundesliga? ¿Qué conclusiones ha sacado?

—Algún partido sí que he visto. Físicamente, los equipos en vez de salir a apretar, se mantienen un poquito más ordenados atrás y dejan tener más el balón. Y la estrategia está siendo fundamental. Hoy en día, después de todo lo que ha pasado, tener una buena estrategia puede marcar la diferencia.

—También da la sensación de que se imponen los atacantes rápidos y potentes. ¿Usted también lo ve así?

—Sí, al final la gente ligera se nota que tiene una marcha más. Se les ve con otra chispa que por ejemplo en mi caso, que soy un jugador más pesado. Ves que se mueven muy rápido, que están explosivos y eso sí que se va a notar.

—Volviendo a la puerta cerrada, ¿van a tener que hacer un ejercicio de mentalización?

—Sabemos que va a ser una situación muy rara. Después de jugar en tu campo totalmente abarrotado, ir a La Romareda y no ver a nadie va a ser muy complicado. Además la afición del Zaragoza es una afición que empuja, que quiere más y que siempre te da ese último empujón cuando te falta el aliento. La verdad es que nosotros lo vamos a echar muchísimo de menos.

—Víctor Fernández no se mostró a favor de los cinco cambios hace unos días. ¿Usted qué opina?

—Va a ser otra novedad que según a qué equipo le puede beneficiar o perjudicar. Nosotros somos un equipo que desgasta mucho al contrario con la posesión y jugando al espacio y que te vayan metiendo uno, dos, tres, cuatro y cinco cambios les va a dar ese plus físico.

—¿Qué le ha aportado en todo este tiempo Víctor Fernández?

—Sobre todo confianza. Desde que llegó me dijo que la confianza era lo más importante en un jugador y es cierto. También he aprendido mucho de él, es un entrenador que saca lo mejor de cada jugador y la verdad es que le estoy muy agradecido. Encima estoy contando con muchísimos minutos desde que él vino y me está dando esa confianza que cualquier futbolista necesita. Yo estoy encantado con él.

—Por tanto, ¿le gustaría que continuara la temporada que viene?

—Por supuesto. Vino es una situación complicada, con el equipo en puestos de descenso, nos salvamos y esta temporada está siendo magnífica. Por tanto, ¿cómo no vas a querer que siga tu entrenador?

—Usted es el jugador de Segunda que más pases da y mayor porcentaje de acierto tiene. ¿Qué valoración hace de su temporada?

—He tenido mis altibajos, con fases muy buenas y también partidos en los que he estado fallón y torpe, pero a nivel personal me siento muy contento por cómo me están saliendo las cosas.

—Y durante el confinamiento tuvo el premio de la renovación hasta 2024.

—Fue la mejor noticia que podía recibir. Llevábamos muchos meses hablando y no llegábamos a un acuerdo. El club sabía que yo quería seguir, yo sabía que el club estaba haciendo un esfuerzo por mí y al final ha llegado todo a buen puerto y estoy encantado porque siempre he dicho que aquí soy feliz, tengo todo lo que necesito, disfruto jugando aquí y un futbolista lo que necesita es ser feliz y que te quieran donde estás.

—Incluso llegó a decir que fichar por el Real Zaragoza fue la mejor decisión que ha tomado en su vida. ¿Tan claro lo tiene?

—Sí. Soy de los que pienso que donde te valoran, te tienes que quedar. He recibido el cariño del club, se han portado muy bien conmigo, yo tampoco soy una persona que dé problemas, he tenido la confianza de todos, estoy disfrutando de minutos y lo sigo manteniendo: hasta la fecha es la mejor decisión que he tomado.

—Lleva ya tres temporadas en el Real Zaragoza y es uno de los capitanes. ¿Qué supone para usted portar el brazalete de este club?

—Significa bastante, sobre todo por toda la historia que ha tenido el club y la verdad es que sientes esa presión. Además, al final el capitán es el que tiene que mandar, el que tiene que ir a hablar con el árbitro, el que tiene que animar a sus compañeros en los momentos difíciles, el que tiene que bajar a alguno de la nube cuando las cosas están yendo bien y se le está yendo un poco… Un capitán, sobre todo, tiene que dar ejemplo.

—¿Cuál ha sido su peor y su mejor momento en el Real Zaragoza hasta la fecha?

—Momentos buenos tengo muchísimos y yo diría que toda la gente que he conocido y con la que he coincidido en el vestuario. Y futbolísticamente, aunque acabara mal, mi primera temporada, en la que llegamos al playoff. Para mí fue lo máximo que he vivido en mi carrera como futbolista y lo que estoy viviendo este año está siendo extraordinario. Y lo peor que he pasado ha sido la lesión de pubis y la segunda temporada, en la que no estuvimos a la altura.

—¿Qué supondría para usted ascender a Primera División?

—Un sueño cumplido. Llevas muchos años luchando por llegar a la élite y al llegar allí como que te quitas un peso de encima. Además, a mí me ha tocado la parte fea del fútbol, la de vivir descensos, y yo creo que ascender a Primera compensaría todo lo malo que he pasado.

—¿Percibe ese deseo de toda la ciudad de culminar el ascenso?

—Sí, además, después de tantos años en Segunda, que estemos a once partidos de lograr el objetivo se nota. Vas por la calle y los aficionados te dan siempre ánimos, nos dicen que están con nosotros y nos piden que no les fallemos. Desde el primer año he notado ese cariño de la afición. Siempre está con nosotros tanto en las buenas como en las malas y la verdad es que cuando sales de casa son sólo palabras de agradecimiento y positividad.

—Si ahora mismo tuviera que apostar, ¿apostaría por el ascenso del Real Zaragoza?

—Sí, con los ojos cerrados. En mi mente no entra que no ascendamos. Es el momento, es el lugar, es el año. Nunca habíamos estado en una situación tan favorable como ésta. Vamos segundos, a un punto del líder, sacando cinco a nuestros perseguidores y yo creo que tenemos todo en nuestra mano para ascender a Primera.

—¿Alguna promesa si se logra el ascenso?

—Cualquier cosa, pero sobre todo poder celebrarlo con mi gente, con mis compañeros y con la afición, ya que después de todo esto no sé cómo será esa posible celebración.