Andrés Iniesta siempre ha hablado con la pelota. Desde los inicios en Fuentealbilla (Albacete) hasta su nueva vida en Kobe (Japón). Su historia conocida es la del fútbol delicioso que se sobrepuso a todo -incluso a la morriña manchega- para triunfar como elegido en el F.C. Barcelona y la Selección. Fue a través de su danza elegante con la pelota como el crack encontró la manera de comunicar su sereno mundo interior.

Pero a esa historia conocida le faltaba incorporar el lado más personal del 8. Y eso dependía de la voluntad y una última demostración de valentía del jugador. De que Iniesta rompiera la coraza y se abriera para revelar el prisma humano que habita dentro de un futbolista extraordinario. Andrés Iniesta, el héroe inesperado, primer documental oficial sobre su carrera (Rakuten TV), ofrece precisamente parte de ese libro de llaves. Un viaje a lo largo de su vida y la clave que permite descifrar el código iniestano.

“Siempre he intentado ser una persona normal dentro del mundo especial en el que vivo”, cuenta Iniesta en la cinta. Una reflexión sin alardes que llega tras la confesión más detallada del episodio más difícil de su vida. El pozo sin fondo de 2009. El año de una compleja lesión y el fallecimiento de Dani Jarque que le sumieron en una profunda depresión. “Van pasando los días y te das cuenta de que no mejoras, que no te sientes bien, que todo se va volviendo un poco nublado o negro…” Y entonces la noticia más dura con la marcha inesperada de su amigo. “Fue como un disparo, algo muy potente, que me hizo volver a caer bastante bajo. Seguramente porque no estaba del todo bien”, confiesa.

Y de ahí a la preocupación creciente del círculo cercano. “Cuando vi que estaba mal es la noche que bajó y me preguntó si podía dormir conmigo. Ahí se me cayó el mundo encima”, admite María Luján, la madre de Andrés. Y de ahí al apoyo fundamental de Pep Guardiola mientras el problema pasaba desapercibido, por decisión del futbolista, para la mayoría de sus compañeros. “Yo le veía triste, más triste, pero siempre pasa con estos jugadores. Hablaba con él y me decía que estaba bien. Son humanos…”, cuenta Guardiola. "Andrés le decía: Míster, me voy. Y Guardiola le decía que se podía ir. Fue parte importante. Estuvo muy encima de él y le apoyó muchísimo", explica su padre José Antonio Iniesta sobre la libertad que le concedió el técnico a su hijo en plena recuperación.

"Cuando explico esto no es porque diga yo soy Andrés Iniesta, un personaje público y os voy a dar aquí una lección de cómo superar una depresión. A raíz de que lo expliqué mucha gente me ha dicho que lo vio y le ayudó. Es algo que me alegra”, reflexiona. De nuevo el futbolista que se supone que lo tiene todo, pero que encara un problema como una persona más. La extraordinaria normalidad de Iniesta en el mundo tan especial del fútbol de élite.

El héroe inesperado, ideado por Sports&Life (agencia de representación del jugador), producido por Producciones del Barrio (Jordi Evolé y Ramón Lara) y dirigido por Oriol Bosch, profundiza también en la interconexión de la depresión con los dos episodios centrales de su carrera: el Iniestazo en Stamford Bridge ante el Chelsea y el gol a Holanda en la final del Mundial de Sudáfrica. Dos picos de emoción como ochomiles estrechamente vinculados al gran trauma de su vida. El vacío tras la gloria y el adiós inesperado de Dani Jarque. La sentida dedicatoria a su amigo en el cénit de su carrera. "Andrés no se acordó de su padre, su madre, su novia ni de Jesucristo. Se acordó de una persona que creía que debía estar allí. Ese detalle está por encima del gol, del Mundial, por encima de todo”, cuenta con emoción su padre.

Asoma además una nueva visión del gol de Stamford Bridge con los protagonistas de la acción. Rememoran la jugada Eto'o, Messi y Xavi, pero el testimonio de Petr Cech, ex guardamenta del Chelsea, adquiere un peso especial. “Mi mano se quedó a 18 milímetros del balón. Primero pensé que iba a controlar. Cuando vi que el balón salía directo sabía que iba a ser complicado pararlo. Pensé que iba a tocar el larguero y salir. Al final fue dentro. Cada vez que lo veo estoy triste como en 2009”, relata. Es la visión de Petr Cech desde la portería, que por primera vez habla del Iniestazo (ver infografía). Mucho más que un gol. Un boom de alegría. “Las cuestiones del karma... Siempre dejan las cosas buenas a los buenos”, reflexiona Guardiola. Y también una explosión de desenfreno que quedó reflejada en la estadística. A los nueve meses del gol la natalidad de Barcelona se incrementó un dieciséis por ciento. “Me alegro de haber contribuido en esa labor tan importante”, despacha con una sonrisa el centrocampista.

Capítulo aparte merece también la emotiva y meditada despedida del futbolista del Barcelona después de toda una vida dedicada al club. Desde los complicados inicios en la Masía hasta su adiós. Y capítulo también para el fútbol único del maestro en el dominio del espacio y el tiempo. Un futbolista capaz de aguantar con la cabeza levantada y la pelota cosida al pie hasta el último momento.

Contar algo que no se supiera de un futbolista de la talla de Iniesta era el gran reto. Y la apuesta de El héroe inesperado debía ser una historia deportiva, pero también un retrato íntimo y familiar. AS profundiza en la construcción del relato a través del periodista Marcos López, que puso su sello en el guión, y viaja también en el tiempo para conocer los primeros pasos de Iniesta en Albacete. Los entrenadores Víctor Hernández y Ginés Meléndez recuerdan anécdotas y sus primeras impresiones sobre un chico que sorprendía por su facilidad para conducir y llevar la pelota pegada al pie. Un viaje audiovisual con una recopilación de sus mejores movimientos, infografías de los dos episodios cumbre y la fotogalería de una infancia con alguna instantánea inédita.

Es el código Iniesta. El prisma humano que nos ayuda a comprender a un tipo sencillo, que es a la vez un futbolista extraordinario. Por suerte para todos sigue en activo. Y sigue hablando con la pelota.

El Alba y Brunete: “Escóndelo que te lo quitan"

Ginés Meléndez, director de la cantera del Albacete durante 18 temporadas, y Víctor Hernández, entrenador de Andrés Iniesta durante dos años en las categorías inferiores, comparten con AS aquellas primeras impresiones que les causó. Las anécdotas que ayudan a perfilar la personalidad y la historia tan especial de su pupilo afloran sin esfuerzo.

“No lo conocía. Sabía de oídas por sus primos, que hablaban maravillas de él. Cuando fue a las pruebas fue increíble. La habilidad, el dominio, la visión de juego, tenía gol… Era espectacular. Tan pequeño y el balón pegado al pie. Es lo que más me sorprendió. Se iba muy fácil de todos. Lo hablamos allí y lo tuvimos claro. Le dijimos. Tenemos que ver a otro porque contigo lo tenemos claro ya. Y siempre tan humilde lo entendió y se fue”, recuerda Hernández de aquel primer día en el que se cruzaron sus caminos.

El fútbol especial de Iniesta saltaba a la vista. Tan especial era que Meléndez quiso poner a prueba en su día el instinto de Iñaki Sáez, por aquel entonces entrenador del Albacete. La anécdota en un entrenamiento del alevín explica a la perfección el talento de un niño que era diferente al resto. “Te voy a llevar a ver a un jugador que no has visto en tu vida, le dije. Iñaki me contestó que él había visto jugar a Fidel Uriarte con 16 años en Primera, que qué le iba a decir. Por aquel entonces Andrés llevaba el seis. A los tres minutos me dijo. Es el seis. Y escóndelo que te lo quitan”, relata Meléndez.

Por aquel entonces el chico de Fuentealbilla ya marcaba diferencias. Lo hacía además con un fútbol sencillo. “La croqueta vino después”, cuenta Hernández. “En alevines la hacía bastante bien, pero no la hacía mucho en los partidos y sí en los entrenamientos. Tenía tantos recursos que no le hacía falta. Recuerdo que le gustaba mucho Laudrup. Y sí, ese pase con el exterior se lo he visto alguna vez, pero Andrés era muy práctico”, rememora el técnico. “Hacía de todo, no había quién le quitara el balón. Su cabeza funciona dos mil revoluciones por delante de la de los demás”, explica Meléndez.

El despegue era inevitable. “Yo no le quería llevar a Brunete. Sabía que me lo quitaban, pero era un niño y había que dejarle ir”, confiesa Meléndez. “Aquel equipo era una piña. A Andrés no se le podía quitar Brunete. Y claro, allí ya de oídas, se comentaba... La televisión lo ponía por las nubes... Me quedo con ese torneo, con los cuartos ante el Celta y las semis. Aunque perdiéramos hizo un partidazo”, apunta Hernández, que guarda como oro en paño el sobre con las firmas de todos los jugadores. "Me hice una foto con él porque ya sabia que nuestros caminos se separaban”, cuenta en el documental.

Años después, cuando Iniesta llegó a la Sub-15 y Sub-16 Iñaki, Sáez seguía embelesado con su juego. “¡Qué bueno es el de tu pueblo”, relata Meléndez que le decía el entonces seleccionador. Y como detalle para entender la calidad que tenía desde pequeño otra anécdota. “No había quién le ganara al fútbol tenis. Yo era futbolista y sudaba. Le ponías otro compañero y también ganaba. Era increíble la técnica que tenía en sitios tan reducidos. Con las dos piernas. Se la echabas mal y te la devolvía”, cuenta con emoción Hernández.

Lo vieron crecer y después triunfar y ambos tienen clara la categoría que Iniesta ocupa en la historia del fútbol español. “Entre los cinco jugadores con más talento, pero al margen de eso es un ser maravilloso. Un hombre de palabra. Él nunca habría querido ser un héroe. Es tan humilde... Lo quiero mucho a él y a su familia”, apunta Meléndez. “El mejor futbolista de la historia del fútbol español. No tiene rival. Ha hecho mejores a sus compañeros y al equipo. Y eso es muy difícil. Por eso es el mejor”, sentencia Hernández.

El relato de Marcos López: “Sorprendimos a Iniesta con esta historia”

Contar algo que no se supiera de Iniesta era el gran reto de El héroe inesperado. “Y estar a la altura”, confesaba Marcos López en la entrevista con AS el pasado febrero. El periodista de El Periódico de Catalunya, autor junto a Ramón Besa de la biografía oficial Andrés Iniesta: La jugada de mi vida, conoce de primera mano al futbolista y resultó fundamental en la construcción del relato a partir de más de cincuenta entrevistas. “Es la historia de una persona normal que hace cosas extraordinarias. Más una historia humana que de un jugador. Con todos mis respetos no podíamos hacer un documental normal. El personaje obliga mucho”, avanzaba entonces.

El enfoque deportivo intercalando un retrato más íntimo y familiar funcionó. “Siempre tienes la sensación de que está todo contado y no es así. El foco está puesto en él, pero al mismo tiempo en todo lo que le rodea. Su madre, que casi no había aparecido en medios, cuenta cosas muy potentes. El Iniestazo está contado por Petr Cech. Desde atrás. Hemos sorprendido a Andrés con esta historia”, contaba López.

Un trabajo intenso mano a mano con guionistas, director y también el propio Iniesta, involucrado en todo. “Ha estado muy, pero que muy pendiente. Hacíamos una cosa y a los diez segundos respondía. Con el director tiene muy buena química. Yo les decía en broma a los dos que eran los dos directores”, desvela antes de despedirse admitiendo entre risas su visión perfeccionista y el sufrimiento en la creación hasta dar con el resultado buscado. “Disfruté el trabajo. Ha sido fantástico. Cuando escribes dependes de ti, pero aquí hay tantos elementos… Estuve dos días en el montaje y no duré dos minutos. Luego vi el documental una vez y no lo quise ver más. Siempre creo que falta algo o se puede mejorar. Estás haciendo un documental de Andrés Iniesta. No se puede fallar”.

Una entrevista íntegra que puedes disfrutar en este enlace.

Descifrando el fútbol de Iniesta

El fútbol de Andrés Iniesta es distinto al de los demás. Coinciden en ello entrenadores, compañeros y rivales y así lo muestra también El héroe inesperado (Rakuten TV). A continuación algunas de las definiciones más destacadas sobre Andrés Iniesta y su juego.

Eto’o: “Puedes meter el balón como quieras que Iniesta va a hacer el control que él quiere. ¡Era increíble! Hasta el gran Ronaldinho a veces le podías ver fallar, pero el muy cabrón de Andrés te hace un control con cualquier balón. Yo le preguntaba. ¿Nene, cómo lo haces?"

Pep Guardiola: “Como jugador esquiaba. Él no tocaba el balón, lo iba acompañando. Esa sensación es única”.

Messi: "Es una persona muy normal que va siempre de frente y eso hace que sea tan querido. Una persona especial como jugador y como persona. ¡Qué suerte tiene Andrés que le toca hacer estos goles en los momentos mas deseados! Único. Todo jugador quisiera hacer los goles que hizo él".

Luis Enrique: "Yo le llamaba Harry Potter. Eres Harry Potter con la varita, le decía. Vas a hacer lo que te apetezca cuando te apetezca y cómo te apetezca. La suerte en la final del Mundial es que el balón le cayó a Harry Potter. No tenía dos ojos sino cuatro. Dos detrás y dos delante. Sabía quién estaba detrás y por qué lado le iba a venir".

Buffon: "Es un ilusionista. Jugaba un partido diferente al del resto. Tenía una elegancia en la victoria, esta normalidad, esta sencillez, que te hace decir, es justo que gane otros mil partidos porque se lo merece".

Xavi: "Es el mayor talento español que he visto. Esa relación espacio tiempo cuando espera el jugador y dribla es una maravilla. Te espera hasta el final. Estos son los futbolistas que marcan la diferencia. En la final del Mundial nos estamos jugando la vida y hace un taconazo en el minuto 116. Imagínate cómo es Andrés. Pues hala. Un taconazo. El es así".

Neymar: "Iniesta es un mago. Hacía cosas distintas. No va a existir otro como él. Era muy fácil tener a Andrés ahí. Yo sabía que si le pasaba el balón podía hacer un movimiento hacia gol porque iba a recibir la pelota".

Ursicinio López, entrenador de Iniesta en las categorías inferiores del Barça: “Este no necesita un libro de instrucciones. Va solo”.

Ter Stegen: "Cuando acabas tu carrera con todo el estadio de pie esto ya significa que eres una persona muy grande".

Paco Seirul.lo, preparador físico del Barcelona: "Baila claqué y baila moderno, fino y duro".

Santiago Segurola, periodista: “Para mí es un bailarín, el mejor bailarín del fútbol que he podido ver”.