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PRIMERA IBERDROLA

'One Women Club' de Primera Iberdrola

No es habitual que una futbolista pase toda su carrera en el mismo club, desde su debut hasta que cuelga las botas. En Primera Iberdrola de momento hay 27 y ninguna pasa los 30 años

Amanda, Amparito y Melanie Serrano.

Ya no es habitual que un futbolista pase toda su carrera en un mismo club. Desde su debut en el primer equipo hasta el día que cuelga las botas. La competitividad, la dificultad de llegar y asentarse en el primer equipo en la máxima categoría y la ganas de vivir nuevas experiencia convierten a las 'One women club' en una especie el peligro de extinción. En Primera Iberdrola 27 jugadoras que, de momento, sólo han vestido unos colores.

Las grandes exponentes en España de las ‘One women club’ son Melanie Serrano, Amanda Sampedro y Amparito, que llevan más de una década en sus equipos. La lateral del Barcelona es la jugadora con más temporadas en la entidad, alcanzando ya quince cursos, desde su debut, de azulgrana. La rojiblanca es la gran líder del Atlético tras once temporadas de colchonera, mientras que Amparito encadena doce campañas en el Sevilla. Sin embargo, aún les queda mucha carrera por delante. La azulgrana, con 30 años, es la más veterana, pero tanto Amanda como Amparito cuentan sólo con 26 años y mucho futuro por delante.

La precocidad es la nota predominante en el fútbol femenino. Es normal que jugadoras con 15 o 16 años ya debuten en el primer equipo, lo que provoca que jugadoras jóvenes como Teresa (Deportivo), Paola Ulloa (Madrid CFF), Rosita Márquez e Irene Guerrero (Betis), Aitana (Barcelona), Olga Carmona (Sevilla) o Cinta (Sporting Huelva) sean veteranas en sus equipos a pesar de estar rondando la veintena. Aún les quedan muchos años de fútbol por delante, pero hay muestras de lealtad a sus equipos. Es el caso de Irene Guerrero que tras ocho temporeadas en el Betis es la gran capitana, o Paola Ulloa en el Madrid CFF con siete campañas de blanco.

Los fichajes a edades tempranas provocan que jugadoras hoy banderas de sus equipos ya hayan vestido otros colores. Como Ainoa Tirapu y Erika (Athletic) o Marta Torrejón y Alexia (Barcelona). Llegaron siendo adolescentes, pero habiendo debutado en otro equipo. La Masía, de hecho, es una de las canteras más prolíferas, pero sus jugadoras, normalmente, tiene que salir para volver. Es el caso de Leila o Andrea Falcón. El club azulgrana, además, se hace con las grandes promesas cuando ya han debutado en su equipo, como les pasó con Patri Guijarro o Mariona. Caso similar al del Athletic que domina los equipos de la zona y consigue atraer a grandes jugadoras como Lucía García (Oviedo), Moraza (Real Sociedad) o Maite Oroz (Osasuna). Sin embargo, también se le escapan jugadoras, aunque regresen. Gimbert o Marta Unzúe se fueron para volver. 

Amanda Sampredo, el ejemplo de 'One Women Club'

Amanda Sampedro es el gran exponente de una ‘One women club’. La madrileña se crió viendo al Atlético. Su sueño era vestir de rojiblanco y cuando empezó a jugar en el colegio tuvo ofertas, pero esperó al club de sus amores. Llegó al Atlético en 2002 y pudo fichar por el Rayo, entonces un equipo puntero de femenino, pero su padre le convenció para que siguiera de rojiblanco. En 2008 debutó en la Copa de la Reina y logró marcar su primer gol de rojiblanco. Entonces sólo tenía 15 años. En la siguiente temporada alternó el primer equipo con el filial. Tenía claro que quería triunfar en el Atlético y fue cogiendo peso a pesar de su edad. En 2010, con 18 años, fue nombrada capitana. Tiene 26 años, pero su futuro es rojiblanco.