Manolo Salvador puso la primera piedra del Granada actual
Siete jugadores de los que firmó en su etapa permanecen en la plantilla en Primera. Germán, Víctor Díaz, Montoro o Puertas llevan el sello del de Faura.
El paso de Manolo Salvador por la dirección deportiva del Granada fue breve y lleno de curvas. Llegó para tres temporadas y se marchó tras finalizar la primera, y por la puerta de atrás. Se podría catalogar de mala experiencia. No obstante, el de Faura dejó un patrimonio que todavía persiste en el regreso de los nazaríes a Primera División, el auténtico objetivo del valenciano cuando tomó las riendas de la dirección deportiva tras abandonar el Levante.
Y es que hasta ocho jugadores continúan en la élite de la plantilla que configuró el máximo responsable del área deportiva granota. Siete de ellos los firmó él mismo durante ese verano. El octavo en cuestión, Rui Silva, llegó un año antes, en el mercado de invierno, para cubrir la vacante que dejó Oier Olazábal, que precisamente recaló en Orriols.
Germán Sánchez (Tenerife, 100.000 euros), Álex Martínez (Betis, libre), Víctor Díaz (Leganés, libre), Quini (Rayo, libre), Ángel Montoro (Las Palmas, libre), Darwin Machís y Antonio Puertas (Almería, libre) tienen el sello de Salvador. Algunos de ellos siguen siendo fundamentales en Primera.
Tras una temporada convulsa, en su única experiencia fuera del Levante, y con tres entrenadores mediante, el Granada cambió de rumbo, cedió la responsabilidad a Diego Martínez y el resto es historia.
"Sin un dueño en el día a día, todo va muy lento"
"Fue un poco extraño. Son dos formas de trabajar diferentes. Cuando hay un dueño que no está en el día a día, o un ejecutivo o el presidente no está en el día a día, todo va muy lento. Hacen falta muchos permisos. Para hacer cualquier gestión costaba Dios y ayuda. Después venía, quería hacerlo todo en un día, se volvía a ir y no se hacía nada. Ha sido una experiencia en la que creo que hay que coger lo positivo", explicaba Salvador en la entrevista con AS en la previa de la primera vuelta. "Aquí hay más contacto directo, las cosas se agilizan mucho más cuando se tienen claras y hay más reuniones de la gente que toma decisiones", matizó.