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LEGANÉS

El Leganés vuelve a cruzarse con un azote llamado Setién

El técnico del Barça no es persona bienvenida por Butarque tras un largo historial de declaraciones. En 2019 tras perder 3-0, cargó contra el club: "Juega así, por eso está abajo".

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El entrenador español del Barcelona, Quique Setién, durante un partido.
Maria Jose SegoviaEuropa Press

Visita el Leganés mañana el Camp Nou para medirse al FC Barcelona en Copa (19:00) y lo hace con un viejo enemigo oteando en el banquillo rival. Quique Setién mantiene un largo historial de enfrentamientos con los pepineros consecuencia de sus orígenes humildes en el banquillo del Lugo. También es largo el historial de roces con los blanquiazules. Tiranteces que estallaron en indignación hace casi un año, cuando, tras su visita con el Betis (3-0 perdieron los verdiblancos), el entrenador ahora blaugrana se despachó con unas polémicas declaraciones que lo colocaron casi como persona non grata para la parroquia de Butarque.

Esa mañana de domingo, el 10 de febrero para ser exactos, el Betis se marchó de la Avenida de los Once Leones con tres zarpazos magullando su alma. La cosa terminó 3-0 con un hat-trick de En Nesyri, ahora principal ausencia de los pepineros tras fichar hace días por el Sevilla, eterno enemigo de los verdiblancos. Qué cosas. El choque se jugó ya con mofas y ataques a Setién por lo que había dicho tras el triunfo bético (1-0) en la primera vuelta.

En una entrevista en El Desmarque, Setién afirmó que los jugadores del Leganés se acercaron a felicitar a los del Betis y a él mismo por el estilo de juego de posesión que desplegaron. Dejó entrever que los pepineros tenían envidia. Ambas cosas (las felicitaciones, la envidia) fueron desmentidas en el vestuario blanquiazul, molesto por aquellas palabras. También la afición local, que durante la exhibición en Butarque, ya con el 3-0 en el electrónico, se dedicó a cantar a Setién el ya famoso "Toma posesión". Las cámaras de El Día Después cazaron al ahora entrenador del Barça riéndose por los cánticos, quizá divertido, quizá enojado.

El caso es que cuando llegó a la sala de prensa, lejos de aplacar los ánimos, Setién echó más leña al fuego. "Cada uno usa el estilo que tiene. Al Leganés esta forma de jugar a veces le sale bien y otras veces mal, por eso están ahí abajo. (...) El Leganés sabe lo que tiene que hacer, cuatro cosas que hace espectacularmente bien para mantenerse. Pero si tienen que jugar como nosotros, no pueden", dijo el técnico. Aquello se entendió como una pataleta que no gustó en el seno del Leganés.

Roces desde Segunda B

Aquella no era la primera vez que Setién enfadaba a los madrileños. El roce, en verdad, venía de Segunda B. De 2011, para ser exactos. Entonces su Lugo (ascendió) se midió a un Leganés necesitado par mantenerse en la categoría. Tras perder en Butarque (2-0), el entrenador cántabro cargó contra el césped (en un estado horrible) y dejó entrever que al Leganés, víctima también de aquella pradera pardusca, le interesaba tener el campo en aquel estadio. Fue el inicio de los roces.

Ya en Segunda, en la 14-15, el Leganés visitó el Anxo Carro a principios de temporada. Los de Garitano, recién ascendidos, perdieron a Alberto Martín en el 59' y acabaron atrincherados en su área. El partido terminó 0-0 y con Setién de nuevo molesto: "Se vio claro cuál era la propuesta. Nada más que un equipo ha propuesto jugar", cargó.

El salto del Leganés a Primera no evitó estos roces, que se estrenaron con Setién en el banquillo de Las Palmas. En el 3-0 con el que los blanquiazules empezaron sentenciar la permanencia, Setién señaló a los jugadores del Lega por tirarse y buscar un penalti que, finalmente, se pitó. Aquel partido llegó justo después de una semana de fuertes críticas madrileñas tras un gol con la mano de Bakambu que, en Villarreal, les privó de un empate valiosísimo.

"Al final les han pitado el penalti que todo el mundo quería aquí que les pitaran", empezó Setién. "Se han tirado tres o cuatro veces en el área. Se han tirado cuatro o cinco veces en otras acciones. El árbitro parecía que estaba hoy muy riguroso con algunas cosas. Quizá sea lo normal. Está en un estadio de un equipo que viene quejándose desde hace semanas. Voy a ver si yo también me quejo esta semana. Me quejaré y a ver si así al siguiente partido me pitan penalti de esta manera", afirmó con sorna en el antepenúltimo capítulo de este pique con el Leganés. Mañana, en Copa, quién sabe si esta novela añade un nuevo episodio.