El entrenador alemán tiene la exigencia de pelear hasta el final por conseguir el campeonato inglés después de dos finales de Champions consecutivas. Apenas ha realizado fichajes.
El Liverpool tendrá esta temporada la difícil misión de mantener el nivel mostrado la campaña pasada, cuando conquistó la Champions League y luchó hasta el final por la Premier con el Manchester City, con unos números difíciles de igualar. Los Reds confían en la plantilla que logró esos hitos y apenas se han registrado cambios. El único fichaje ha sido el del defensor de 17 años Sepp van den Berg y en la lista de salidas destaca la venta de Ings por 22 millones de euros, la marcha de Alberto Moreno o las cesiones de jóvenes como Ojo o Woodburn. El tridente ofensivo que ha maravillado a Europa volverá a ser su gran baza para alcanzar el éxito, así como la seguridad defensiva que ofrecen Van Dijk y Alisson.
Poco margen de mejora tiene el equipo aunque sí hay piezas que pueden progresar. En los laterales, piezas fundamentales como Robertson y, sobre todo, Alexander-Arnold aún pueden mejorar en algunas facetas del juego para conformar un bloque más compacto. Además, Oxlade-Chamberlein, si el físico se lo permite, será otra pieza muy útil en el ataque para Klopp.
Una plantilla con hambre, dispuesta a defender su trono europeo, en la que sólo Mignolet, Lovren, Milner y Lallana han cumplido la treintena.
Altas: Sepp Van den Berg (1,9 millones – PEC Zwolle)
Bajas: Danny Ings (22,2 millones – Southampton), Alberto Moreno (libre – Villarreal), Daniel Sturridge (sin equipo), Marko Grujic (cedido), Ben Woodburn, Mignolet (Brujas).
La estrella: Virgil van Dijk
Difícil seleccionar un nombre como la gran estrella de este Liverpool. Sin embargo, con la llegada del central el Liverpool logró la pieza que le faltaba para ser realmente competitivo. Para cerrar la zona defensiva y así obtener resultados con los goles que asegura su ofensiva. El mejor central del mundo, a quien resulta prácticamente imposible driblar e imponente en el juego aéreo en las dos áreas.
Entrenador: Jürgen Klopp
El técnico alemán logró en la final de Champions ante el Tottenham quitarse la espina de haber caído en las finales más importantes en las que había dirigido a sus clubes. Por fin alcanzó la gloria y fue capaz de mantener el nivel de su once para luchar por dos títulos hasta el mes de mayo. Con su esquema habitual de 4-3-3, en el que la agresividad en la presión y el ritmo alto de ataque son las principales premisas, exige a sus jugadores en cada minuto de juego. Su gran reto será mantener la motivación para realizar ese esfuerzo una campaña más.