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ESPANYOL

El Espanyol alterará su destino con una ampliación de capital

50 millones que el club debe al conglomerado chino Rastar pasarán al capital social, con lo que reducirá a menos de la mitad su deuda neta, que quedará en unos 40 millones.

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El Espanyol alterará su destino con una ampliación de capital
Rodolfo MolinaDIARIO AS

Además del Aplec de Penyes de Europa y de David Gallego, quien apareció por sorpresa en Sant Sadurní d’Anoia, la fiesta mayor de los pericos vivió este domingo la oficialidad de una noticia que se deslizó en la Junta de Accionistas del pasado mes de diciembre y que de producirse íntegramente cambiará el destino económico del Espanyol: una ampliación de capital durante la próxima temporada en que más de la mitad de la deuda neta del club se convertirá en capital social y, por tanto, dibujará un horizonte mucho más saneado. Si se cubre, claro está.

“Unos 50 millones de la deuda que el club tiene con el grupo Rastar se consolidan y pasan a formar parte del capital de la empresa”, anunció el vicepresidente del Espanyol, Carlos García Pont, quien de un modo muy didáctico explicó todas las aristas en que esta ampliación beneficiará al club: “Afecta a los intereses, porque Rastar es cotizado que debe cobrar intereses cuando hay una deuda; esos intereses ya no los pagaremos. No debemos devolver el capital porque ya no es deuda”.

Continuó el directivo: “El balance tiene una pinta diferente, quedará una deuda neta de 40 millones cuando en la primera auditoría que vi, hace tres años, era de 180 millones. Si vas a los bancos, verán más claramente que estamos comprometidos”, comentó. Y culminó: “También tiene un efecto en el límite salarial de LaLiga, el ‘fair play’ financiero, no pasaremos a un tope inimaginable pero estará dentro de un crecimiento que se espera del club”.

A efectos deportivos, según García Pont, “esto quiere decir que el club no se verá obligado a vender jugadores por razones económicas. Cláusula o nada, como dijo Rufete. Tendremos más posibilidades de las que teníamos antes”. “Afecta a la temporada que viene, la que comienza este mes de agosto”, aseguró, pese a que “ha de pasar por Junta de Accionistas, entre finales de noviembre y principios de diciembre. Una vez aprobadas, dispondremos de unos tres meses. El plazo para que nos den el límite salarial es de unos seis meses desde que comienza la temporada”, aclaró.

“Es un crecimiento que ya le hubiera gustado al Espanyol hace unos años”, celebró el vicepresidente, quien reconoció: “Chen dijo que en tres años a la Champions y el gobierno chino le dijo que no, vamos más lentamente pero somos un club financieramente sólido, que pone dinero cuando le dejan, tenemos una plantilla comprometida y un equipo que trabaja es lo mejor que hemos tenido hace años. No estamos locos y no compraremos ordenadores de oro, pero sí lo que necesitamos, a nuestra velocidad”, sentenció.

García Pont recordó que “en la primera ampliación de capital, de 150 millones, se cubrieron 75 y tiramos hacia atrás porque cuando el gobierno chino dice ‘esto no me gusta’, no la hago”. Sin embargo, aseguró que ahora no sucederá lo mismo: “Esto nos permite tener el camino de crecimiento que queríamos, no a la velocidad que pretendía imprimirle Chen al principio pero sí con una velocidad razonable. Un paso detrás de otro”.

Finalmente, el ejecutivo del Espanyol se mostró elegante al ser preguntado por la salida de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’: “Disfrutamos del fútbol, tuvimos una buena temporada. Discutir sobre malentendidos es una tontería. Prefiero tener una buena relación con Rubi aunque se ha ido con un proyecto a medio camino. Tenemos la suerte de contar con un entrenador en casa que entiende el Espanyol, este tipo de juego y que nos dará una continuidad e incluso una proyección mejor de la que podríamos haber tenido. Agua pasada no mueve molinos. Que le vaya bien salvo cuando juegue contra nosotros”, concluyó.