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ESPANYOL

La señal que el Espanyol no vio: Rubi es un culo inquieto

El próximo entrenador del Betis solo ha superado el año de estancia en el Vilassar, donde debutó, y el Espanyol B. Ha pasado por 14 clubes en 18 años. Como jugador ya le sucedió.

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La señal que el Espanyol no vio: Rubi es un culo inquieto
Juan Manuel Serrano ArceGetty Images

Se considera coloquialmente como un culo inquieto a aquel que no puede permanecer demasiado tiempo en el mismo lugar. Y, a pesar de que en el Espanyol parecía haber encontrado acomodo definitivamente (no en vano, y vinculaciones sentimentales al margen, para empezar le restaba otro año de contrato), Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ responde perfectamente a esta expresión. Lo demuestra su repentina huida al Betis, a expensas del cobro de una indemnización, y también la práctica totalidad de su carrera, tanto en los banquillos como de futbolista.

Rubi, con el Sabadell, en junio de 2005.
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Rubi, con el Sabadell, en junio de 2005.DIARIO AS

Ya vestido de corto, y tras abandonar el equipo de su localidad natal, el Vilassar, Rubi pasó con cierta fugacidad por Manlleu (1992-94), Espanyol B (1994-95), L’Hospitalet (1995-96), Pontevedra (1996-97) y Terrassa (1997-98). Pero su carácter nómada se acentúa en su etapa como entrenador, que arranca de nuevo en el Vilassar, en Tercera División durante dos temporadas (2001-03) y que a partir de ahí se divide en periodos cortos con una excepción, la del banquillo donde más tiempo ha permanecido: el del Espanyol B. A Sant Adrià llegó en verano de 2005, con el filial perico en Tercera, y tras ascenderlo y mantenerlo posteriormente en Segunda B, acabó siendo destituido en marzo de 2008, casi tres años después, siendo curiosamente Óscar Perarnau su relevo.

Al Girona lo dirigió con éxito en la temporada 2012-13.
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Al Girona lo dirigió con éxito en la temporada 2012-13.DIARIO AS

El resto de clubes, sin embargo, lo han visto pasar con cierta celeridad: Sabadell (2004-05, cuando fue cesado en marzo), Eivissa (2008-09, aunque solo aguantó hasta noviembre), Benidorm (2009-10), Girona (2012-13, tras un año en que había formado ya parte del staff), Barcelona (2013-14, como parte del cuerpo técnico del malogrado Tito Vilanova y de Gerardo Martino), Valladolid (2014-15), Levante (2015-16, nombrado en octubre), Sporting de Gijón (2016-17, concretamente de enero a junio), Huesca (2017-18) y, evidentemente, Espanyol (2018-19).

En total, y contando ya su próxima aventura en el Betis, habrá pasado por la friolera de 14 equipos en los 18 años que lleva desempeñándose en los banquillos, desde Primera a Tercera. Ni siquiera su debut en Europa lo ha retenido esta vez en un club.