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El CSD busca la paz entre Luis Rubiales y Javier Tebas

El CSD recibe este viernes a la FEF y LaLiga en busca de un diálogo que permita la renovación del convenio de competencias, bloqueada por las discrepancias de ambas partes.

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El CSD busca la paz entre Luis Rubiales y Javier Tebas
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El Consejo Superior de Deportes (CSD) abrirá este viernes sus puertas a la Federación Española de Fútbol (RFEF) y LaLiga en busca de un diálogo que permita la renovación del convenio de coordinación de competencias, bloqueada por las discrepancias de ambas partes.

Una resolución del organismo que preside María José Rienda hace menos de un mes, en la que les pedía un compromiso para intentar alcanzar un acuerdo auguraba ya la escena de mañana para tratar de renovar un documento vigente desde la temporada 2014-2015 y que expira el próximo 30 de junio.

Firmado inicialmente en agosto de 2014 por Juan Padrón, exvicepresidente primero de la RFEF, y Javier Tebas, presidente de LaLiga, y prorrogado un año después hasta junio de 2019 por el propio Tebas y Jorge Pérez, entonces secretario general de la RFEF, el convenio fija ls competencias exclusivas de cada parte y las que desarrollan de forma coordinada.

La llegada de Luis Rubiales a la presidencia de la RFEF el 17 de mayo de 2018, con un pasado como presidente del sindicato AFE en el que sus diferencias con LaLiga fueron más numerosas que sus coincidencias, no aventuraba una negociación fácil y apuntaba a una inevitable mediación del CSD.

Al poco de cambiar su presidencia la RFEF ya adelantó su deseo que modificar aspectos del reparto de competencias del convenio. Entre ellas habló de un nuevo pacto en la cesión de derechos de explotación, del nombre de la competición, del balón y de la aplicación de los horarios del torneo liguero.

Diferencias aparte en otros temas, como la idea de LaLiga que no fructificó para jugar fuera de España el Girona-Barcelona de la jornada 31 en Miami, las reuniones mantenidas por las partes fueron tan infructuosas que ésta pidió al CSD que resolviera su titularidad exclusiva en determinados
puntos.

La fijación de los horarios, la elección y/o comercialización del balón y la denominación de las dos competiciones profesionales son las competencias que LaLiga demandó como propias. El CSD no apreció conflicto de competencias en este momento; resolvió la inadmisión de la solicitud de LaLiga e invitó al diálogo a las partes.

La petición hecha por ambas para su mediación hizo al CSD anunciar el pasado 28 de marzo que aceptaba la misma y la petición de que dejaran de lado sus enfrentamientos personales.

Pero desde esa fecha hasta hoy el escenario se ha complicado todavía más, con el anuncio del presidente de la RFEF de que la temporada que viene no habrá partidos los lunes; su proyecto para que la Supercopa se juegue con formato de final cuatro -los dos finalistas de Copa y el campeón y subcampeón de Liga- en enero y fuera de España y con un nuevo modelo de Copa del Rey.

Sujeto a la aprobación de la Asamblea que la RFEF celebrará el próximo día 29, Rubiales quiere una Copa a partido único hasta las semifinales y que desde la primera eliminatoria jueguen equipos de Regional, Tercera división, Segunda B, Segunda y Primera divisiónSobre su mesa, Rubiales tiene ya la propuesta de calendario para la temporada 2019-20, que prevé la fecha del 18 de agosto para su inicio; el 24 de mayo para el final en Primera y el 18 de abril para la final de la Copa del Rey.

La propuesta, que incluye competición en enero en coincidencia con la Supercopa, ha sido consensuada con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Federación debe responder ahora a LaLiga si la acepta.

El calendario es una las competencias coordinadas entre LaLiga y la RFEF según el convenio vigente, que otorga a la patronal la fijación de los horarios y el modelo oficial de balón de Primera y Segunda que pretende el organismo que comanda Luis Rubiales.

El documento dicta que las partes acuerdan someter los conflictos que puedan surgir en su interpretación y aplicación y que no hayan podido ser solucionados previamente por la comisión de seguimiento del CSD, a la que faculta para tomar las decisiones que considere necesarias para el cumplimiento.