‘Tamayazo’ al Castilla

El estado de depresión en que está sumido el Real Madrid, tras dos derrotas consecutivas en sendos Clásicos en apenas cuatro días, se contagió a un Castilla que llegaba lanzado a esta jornada (desde la derrota en el derbi de filiales del 20 de enero, cuatro victorias y un empate) y que sucumbió en el Municipal de Boadilla ante un Internacional de Madrid guiado por un genial Tamayo. El atacante de 24 años, brillante promesa de la cantera del Alcorcón, culminó la remontada del rival castillista y evitó a los de Manolo Díaz situarse, al menos de forma provisional, en el liderato del Grupo I de la Segunda División B.

El Castilla supo sobreponerse a condiciones adversas (un rival pegajoso y disciplinado y el césped artificial) para firmar un primer tiempo encomiable. Se adelantó gracias a un estupendo gol de Cristo, asistido por Dani Gómez. El canario y el de Alcorcón muestran química, desaprovechada por Solari durante mucho tiempo y de la que ahora saca Díaz partido. Son 13 los goles de Cristo este curso (14 contando el que logró en Copa del Rey con el primer equipo ante el Melilla) y cuatro las asistencias de Gómez. Acompañaron a la diana del tinerfeño buenas intentonas del propio Dani Gómez en área pequeña y de Javi Sánchez y Martín Calderón desde la media distancia. También debió Luca Zidane mostrarse tras un barullo en el área y, pasada la media hora, asomó Tamayo con un anticipo de lo que estaba por venir: velocísimo ‘dribbling’ desde la izquierda y chut sin puntería, con todo a favor.

Las perspectivas para el Castilla al descanso eran tan favorables que no le importó conceder una jugada más antes del intermedio. Ahí comenzó su perdición: centro desde la izquierda y remate en área chica de Rafa Mella. Pasados cinco segundos del minuto de prolongación, los de Díaz se dejaban empatar y el choque cambiaba de manos. El retorno del descanso lo confirmó: Tamayo agarró el balón en mediocampo, se lanzó en conducción, superó a Hernando con un recorte sobre el alambre y en el mano a mano, definió con temple, al segundo palo de Luca Zidane. Gol de museo y celebración a lo Fortnite, que también tienen cabida en el balompié modesto.

El Castilla, ya se ha escrito otras veces este curso, ha ganado garra respecto de cursos pasados y en Boadilla lo volvió a dejar patente. No sacaría el empate, pero no le perdió la cara al duelo en ningún momento y coleccionó buenas oportunidades, casi todas en botas de Cristo (rozó un gol olímpico) y de Dani Gómez (André repelió un cabezazo suyo que ya se celebraba y fue objeto de un penalti no señalado por el árbitro; además de un gol bien anulado por fuera de juego previo de Alberto). El Internacional, fundido, sacó a pasear otros registros: faltas de larga duración (Pina acabó expulsado), cambios en momentos estratégicos… Lo necesario para atar tres puntos que echan el freno a la buena dinámica castillista, a la lona tras su ‘Tamayazo’ particular.