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RAYO VALLECANO I PACO JÉMEZ

"Míchel sabe mucho de fútbol, elegirá lo mejor para el Rayo"

Paco volvió a pisar el césped de Vallecas. Quien fuera técnico franjirrojo cuatro temporadas disputó, un año más, el partido solidario entre artistas y famosos. Allí analizó de la situación del equipo.

Paco Jémez, en el partido de artistas contra famosos.
PEPE ANDRESDIARIO AS

Paco Jémez volvió a pisar Vallecas. Quien fuera técnico del Rayo durante cuatro temporadas (2012-16) disputó, un año más, el partido solidario que enfrentó a artistas y famosos en favor de la Fundación University. Paco saltó al césped --en el mismo conjunto que el presidente Presa-- y se convirtió en uno de los más aclamados por la grada. Allí pudo encontrar caras conocidas y el calor de la que fue su casa. Ahora se encuentra sin equipo, pero con el "gusanillo" de entrenar. Su nombre siempre se ha relacionado con la Franja en los peores momentos, aunque el técnico defiende el trabajo de Míchel. Siempre pendiente del Rayo, su Rayo.

—Volver a Vallecas siempre es especial y más por una buena causa...
Siempre es emocionante. Se echa de menos. Vallecas es un estadio que a mucha gente no le dice nada y a otros nos lo dice todo. Tiene algo especial. Lo que se vive aquí es difícil verlo en un campo de Primera.

—Le traerá muchos recuerdos.
Muchos y muy buenos. Me llevé el cariño de la gente y también hicimos buenas temporadas en lo deportivo. No habrá jugador o entrenador que haya pasado por Vallecas y no se haya llevado un buen recuerdo.

—¿Sigue viendo los partidos del Rayo?
Todas las semanas. Sabemos las dificultades que tiene un equipo como el Rayo para competir en esta categoría, pero ahí está luchando por salir de un sitio donde lleva demasiado tiempo. Este año la Primera está rara. Tienes que pelear con Athletic, Villarreal, Real Sociedad… diseñados para otras cosas. Y los que, a priori, pensábamos que estarían ahí ya tienen 20 puntos o más. Ahora el Rayo tiene que hacer un esfuerzo importante para recortar distancias o se jugará la permanencia con equipos más fuertes, aunque no lo estén demostrando.

—¿Y mantiene el contacto con la gente del Rayo?
Hablo con Raúl (Martín Presa), Miguel (Ortiz), el Doc (Beceiro)… No hablamos todos los días, pero nos seguimos. Tengo mucho cariño a este club y me ha dado mucho.

—¿Y qué le parece el Rayo de Míchel?
Míchel ha hecho cambios tácticos. Esta defensa de cinco no es con la que empezó y ha intentado buscar acomodo a los futbolistas que posee para sacar resultados. Los entrenadores tenemos esquemas que nos gustan más, pero debemos cambiar si vemos que no va. Sin perder la idea de juego, pero hacer algún movimiento para tener más solidez atrás o más llegada. Míchel sabe mucho de fútbol y va a elegir lo mejor para el equipo.

—Usted tuvo a Míchel en su cuerpo técnico, ¿ya se le veían mimbres de entrenador?
Tenía ganas de entrenar y él supone mucho para Vallecas. Míchel es rayista y está donde siempre ha querido estar. Le deseo lo mejor. Lo malo del fútbol es que eres presa de los resultados. Y eso que aquí las cosas van distintas, se tiene más paciencia. El único técnico que no ha caído de los equipos de abajo ha sido él. Éste es un sitio donde se deja trabajar y eso le ha beneficiado. Ha tenido ese margen de confianza y va a hacer todo lo posible por aprovecharlo.

—¿Puede salvarse el Rayo?
Sí, quedan dos partidos para acabar la primera vuelta. Si gana uno de los dos y la termina con 16 puntos es más asequible. Si lo hace con 13, está obligado a remar más. Imposible no hay nada. El Espanyol empezó fenomenal y lleva seis derrotas. No te puedes dormir ni creer que no vas a salir porque el fútbol cambia de un partido a otro. Aquí nadie va a bajar los brazos, es el ADN de este club y de este barrio.

—¿Qué es de Paco ahora?
Estoy en A Coruña viendo mucho fútbol, colaborando con GOL y esperando que me salga algún equipo. Ya he descansado seis meses, que para mí ya es mucho. Tengo el gusanillo de volver a un banquillo, pero también necesitaba este tiempo para parar. Me ha venido bien para tranquilizarme, estar con mi familia y hacer otras cosas que no hacía.