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LEGANÉS

Cuéllar y sus ‘milagros’ lo elevan a los altares del Leganés

Ante el Celta volvió a tener una actuación memorable. Ya ha salvado cuatro puntos para los pepineros en esta temporada. En el vestuario lo tratan como un capitán más sin brazalete.

Cuéllar y sus ‘milagros’ lo elevan a los altares del Leganés
G3-SFP©GTRESONLINE

Iván Cuéllar es un tipo peculiar. No admite grises. O le quieres, o le detestas. En Butarque han encontrado una tercera opción complementaria a una de las anteriores: venerarle. Lógico. Esta temporada el ‘Pichu’ se ha ganado el derecho a un hueco en el altar pepinero. Pocos futbolistas en la plantilla blanquiazul están siendo tan determinantes como él con sus actuaciones individuales. Con sus paradas.

En términos de puntos el bagaje es notable. Ya son cuatro los que ha evitado que dejen de ganar los suyos. Ante la Real Sociedad frenó un claro mano a mano de Willian José con 1-2 en el marcador (+1 punto para el Lega por el 2-2 final).

Contra el Barça le hizo un doble paradón consecutivo a Rakitic y Coutinho y evitó el empate y quien sabe si la derrota (+2 puntos para el Lega).

Frente al Celta, también tuvo su dosis de heroísmo cuando, con sus reflejos felinos, desvió un zurriagazo a bocajarro de Brais Méndez a un metro de la línea de gol (+1 punto para el Lega). Sin todas estas actuaciones quizá el Leganés seguiría en puestos de descenso con 14 puntos y no los 18 que ahora suma.

Pero ‘San Pichu’ también suma otros milagros. Ante el Atlético de Madrid, en Butarque, voló para desbaratar un misil lejano de Griezmann que rugía camino del gol. En Mestalla desesperó a Gameiro en un remate que primero desvió Cuéllar y luego terminó sacando casi sobre la línea Raúl García. Suma y sigue. Lo del portero extremeño va camino de la beatificación rutinaria.

Un muro para Lunin

Cuando alguien ajeno al día a día del Leganés pregunta porqué Andreyi Lunin no juega, la respuesta suele ser la misma: Cuéllar. Hay más factores, sí, pero la temporada excelsa de este veterano futbolista (34 años) es el obstáculo fundamental con el que se ha topado el portero cedido por el Real Madrid y fichado por los blancos al nada económico precio de cinco millones de euros.

Pellegrino lo tuvo claro desde principio de temporada. Y eso que el arranque fue raro, con todo el lío por el deseo del guardameta de fichar por el Valladolid tras ver como por Butarque le negaba el acuerdo de renovación que él propuso. El Leganés rechazó su idea de firmar dos años con opción a un tercero.

Fue así, en medio de ese quilombo, como Cuéllar perdió el brazalete. Durante el verano, sus compañeros quisieron que él fuera escogido como uno de los cuatro capitanes pepineros. De hecho fue el primer jugador en portar el distintivo en el primer amistoso de pretemporada, ante el Rayo Majadahonda.

Un capitán sin brazalete

Eso no quita que Cuéllar ejerza en el seno del vestuario como un capitán más de una plantilla que le tiene elevado respeto. Por cómo actúa de puertas hacia dentro y de puertas hacia fuera.

Sobre lo primero, por ejemplo, pocos saben que jugó con molestias ante el Valladolid, el equipo que lo rondó el pasado verano y que aún hoy le sigue rondando. Pero él, Pichu, quiso demostrar que no iba a borrarse de un compromiso tan importante. Jugó y rindió, como todo este curso, a un gran nivel.

Ante los medios siempre da la cara por los suyos. Pichu es ‘uno di noi’. Jamás se muerde la lengua. “Jugando así fuera de casa es normal perder todos los partidos fuera”, dijo ayer en un ejemplo de esa honestidad de la que le gusta alardear y que se suma al currículum de cualidades por las que es amado por su gente y odiado por los rivales. Sin grises de por medio. Puro Cuéllar. ‘San Pichu Cuéllar’.