El Valladolid B se atasca en los partidos a domicilio

El Valladolid B adolece de una fuerte morriña. Sus aspiraciones y objetivos de la temporada se están viendo lastrados por su faceta a domicilio, la cual ha condenado al conjunto pucelano a mirar al descenso con más miedo que vergüenza. Aún hay tiempo para evitar males mayores, pero todo pasa por mejorar los resultados obtenidos lejos del Anexos José Zorrilla. La permanencia, a tres puntos de diferencia, todavía es posible.

En cualquier caso, a día de hoy no se pueden escuchar alabanzas en ese aspecto. El Valladolid B es el peor equipo a domicilio de la categoría. Sólo tres puntos obtenidos fuera de casa en todo el curso. Contrastan con los 17 que ha sumado frente a su público. Ocho derrotas en once partidos disputados en tierras pucelanas. Y el casillero de victorias, aún en blanco... Sólo los blanquivioletas y el Deportivo Aragón no han sumado los tres puntos lejos de su estadio.

Sin embargo, los resultados también son engañosos para un equipo que terminó el año con mejores sensaciones de las que mostraba la tabla clasificatoria. Tampoco comenzó el 2018 con mal pie: victoria ante el Rayo Majadahonda, segundo clasificado, y derrota por la mínima ante un Atlético B con aspiraciones a colarse en la zona playoff. Los pupilos de Miguel Rivera tienen el próximo fin de semana la próxima oportunidad para estrenar el casillero de victorias a domicilio ante un Adarve que sólo ha encajado un tanto en su feudo desde el pasado mes de octubre. Sin duda, un enorme desafío.