Mundial

De ciudad cerrada durante la Guerra Fría a convertirse en la sexta urbe del país a nivel demográfico y una de las sedes del Mundial 2018. Samara adquirió cierta popularidad en la extinta Unión Soviética como centro neurálgico aeroespacial. Precisamente debido a esta actividad militar secreta, se impusieron restricciones para viajar a Samara.

Es precisamente esa temática de los viajes al espacio la que dominará en el Samara Arena. El 21 de julio de 2014, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, participó en la ceremonia de la cápsula del tiempo que marcó el comienzo de las obras del estadio. El Samara Arena tendrá forma de cúpula de cristal y una estructura ligera. Está previsto que por la noche la iluminación de toda la fachada confiera al conjunto cierto cariz expresionista. ¿Y tras el Mundial? Siguiendo la filosofía imperante en la política deportiva del siglo XXI, se proyectará una urbanización residencial dotada de todo tipo de infraestructuras.

El inquilino del Samara Arena cuando finalice la cita mundialista será el Krylya Sovetov, un clásico del fútbol ruso que abandonará el viejo Estadio Metallurg para instalarse en su nueva casa. El Krylya Sovetov ha participado en más de 48 campeonatos de la URSS y 18 campeonatos rusos. A nivel europeo su participación ha sido más bien discreta: en 2002 la tercera ronda de la Copa Intertoto, la primera ronda de la UEFA 2005/2006 y la tercera de la edición 2009/2010, ya como Europa League.

Está previsto que el Samara Arena –también conocido como Cosmos Arena- acoja cuatro partidos de la fase de grupos del Mundial de Rusia 2018 (E, C, A y H), un partido de octavos y otro más de cuartos de final.