Mundial

El Estadio de San Petersburgo, también conocido como Estadio Krestovski, es uno de los más modernos de todo el Mundial de Rusia. Fue inaugurado con motivo de la Copa Confederaciones 2017, competición en la que albergó hasta cuatro partido, entre ellos la gran final entre Chile y Alemania (0-1). En el momento de su inauguración fue el más caro del mundo, con una inversión superior a los mil millones de dólares.

Este súper moderno estadio fue construido en el solar del viejo estadio de Kirov, que en su momento fue uno de los más grandes de toda Rusia con una capacidad de 110.000 espectadores. Situado en la isla Krestovsky, fue diseñado por el reputado arquitecto japonés Kisho Kurosawa: se trata de una monumental construcción de siete pisos, 56 metros de altura y forma de nave espacial.

Este campo será puntero en cuanto a tecnología, ya que además de su cubierta retráctil dispondrá de terreno de juego deslizante, lo que posibilitará que en él se puedan desarrollar todo tipo de eventos: la temperatura en su interior se mantendrá constante todo el año (15 grados). ¿Quién se beneficiará principalmente de las bondades de este gran escenario? El Zenit de San Petersburgo, el club local que juegan en él sus partidos de la Liga Premier desde el 22 de abril (Zenit 2 – Ural 0).

El Estadio de San Petersburgo será uno de los que más partidos acogerá en el Mundial 2018, un total de siete: cuatro encuentros de la fase de grupos (B, A, E y D), uno de octavos de final, una semifinal y el partido por el tercer y cuarto puesto.