Mundial

Es el orgullo del Spartak de Moscú, el "equipo del pueblo. ¿Cómo era posible que un clásico del fútbol ruso con 95 años de historia no tuviera estadio propio? El Spartak había jugado en los estadios del Dinamo Moscú, en el Luzhniki, en el del Lokomotiv, en el Khimki Arena, a las afueras de Moscú e incluso en Ekaterimburgo... Esta "injusticia" se saldó en 2014, cuando este imponente estadio fue inaugurado. Cuatro años antes se comenzó a construir en el solar del viejo aeródromo de Moscú, ubicado en el distrito de Tushino. El día soñado llegó y el Otkrytie Arena se inauguró oficialmente el 5 de septiembre de 2014 en un Spartak-Estrella Roja que terminó 1-1.

Sin embargo, el primer partido oficial disputado en este coliseo fue en la Liga Premier 2014/2015, cuando el Spartak ganó 3-1 al Torpedo Moscú. El español José Manuel Jurado tuvo el honor de ser uno de los goleadores.

Una de las señas distintivas de este estadio es su diseño, y en concreto, su característica y llamativa fachada. Simula una cota de malla compuesta por placas en forma de diamante, en un claro guiño al escudo del Spartak. Su fachada puede cambiar de color en función del equipo que esté jugando en el campo en ese momento. Cuando lo hace el Spartak, se cubre de rojo y blanco, cuando lo hace la selección rusa, se tiñe con los colores de la bandera de Rusia.

En el Otkrytie Arena se encuentra además el museo oficial del Spartak, la peña oficial de hinchas y la tienda del club. Al finalizar el Mundial 2018 se aprovechará el cotizado valor del suelo de esta zona –que además tiene parada propia de metro- para construir una urbanización residencial.

En la casa del Spartak de Moscú se disputarán un total de cuatro partidos de la fase de grupos del Mundial (D, H, G y E) y uno de los encuentros de octavos de final.