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ESPANYOL 2-BETIS 1

Reyes, azote del Betis, alimenta el sueño europeo del Espanyol

El exsevillista, verdugo toda su carrera de los verdiblancos, culminó una remontada en dos minutos para el Espanyol. Rubén Castro adelantó al Betis en un penalti discutible
Betis - Espanyol: LaLiga Santander, jornada 29

Actualizado a
Reyes, azote del Betis, alimenta el sueño europeo del Espanyol

Académico había resultado el Espanyol-Betis hasta que González González lo quebró con un discutible penalti de Fuego sobre Sanabria, que Rubén Castro empleó para avanzar a los verdiblancos (un año más, alcanza los diez goles). Y, cuando parecía que ataban la victoria los de Víctor Sánchez del Amo y se esfumaban las opciones europeas de los pericos, irrumpió primero Fuego para redimirse y después Reyes, quién si no, para infligir su enésimo castigo al Betis y dar tres puntos de oro a un Espanyol que, por lo eléctrico de la remontada, se acerca a ese “síndrome de la felicidad” del que hablaba Quique Sánchez Flores en la previa.

Resulta curioso que, mientras el Espanyol pudo sentirse afectado por un Virus FIFA que le atacaba directamente (Diego Reyes y Caicedo fueron titulares un día después de llegar de América, Hernán ni convocado), fue el Betis, que no sufría lastre alguno, el que se mostró más plano. Como aquejado del virus de la apatía, de quien se sabe tan lejos del descenso como de Europa. Un partido posicional.

Se alcanzó el descanso sin goles, que no sin polémica, pues hasta tres penaltis reclamó el Espanyol, con especial ímpetu un posible derribo de Bruno (la única novedad verdiblanca, por el lesionado Mandi) a Caicedo en el primer minuto. Pero quién les iba a decir que lo que González González no vio en el área bética sí lo vislumbraría en la segunda parte en el otro bando. El árbitro decretó pena máxima en una acción extraña entre Javi Fuego y Sanabria, en la que el paraguayo cae pero no parece apreciarse contacto. El caso se que se señaló y que Rubén Castro no titubeó al ejecutarlo.

Quedaban 12 minutos y nadie podía imaginar que el que se iría con buen sabor de boca sería Fuego, autor del 1-1 en el 88’ tras aprovechar un rechace. Y menos aún que, en el 90’, el Espanyol culminaría la remontada con el mayor azote posible para los béticos: Reyes, en un golazo con la diestra desde el vértice del área. El último baile con Joaquín, con quien coincidió en el último tramo, se lo llevó de calle el exsevillista.

Víctor: "Te vas con rabia, la penalización fue mucha"

¿Cómo explica los últimos minutos? Esto es el fútbol. El partido lo teníamos totalmente controlado. Fue muy disputado, con alternativas. Fue un partido muy bonito, con una primera mitad muy igualada. En la segunda jugamos mucho más en el terreno de juego rival y en nuestra portería no pasó casi nada. Nos pusimos por delante en el marcador y era de esperar ese arreón del Espanyol, pero los dos goles no vinieron por un asedio. El primero llega a balón parado y el segundo fue un golazo, acción de máxima calidad. Te vas con mucha rabia porque el equipo hizo un partido bueno. Nos vamos sin ningún premio al partido que hicieron los jugadores. Pero esto no para. Hay que finalizar con más rabia las ocasiones en el área rival. El gol de Reyes fue un ejemplo de eso. Mucha penalización para el partido que hicimos. No enlazan dos victorias seguidas... A seguir trabajando. Al final llegará. Hicimos un partido muy completo ante un rival que está bien y fueron dos detalles y acciones aisladas. Viendo el cómputo global, que aún estamos en caliente y no lo hemos analizado, pero competimos muy bien en los 90 minutos. El fallo a balón parado habrá que verlo si lo podríamos haber defendido mejor.
El gol de Reyes que supuso el 2-1 Fue un final excelente para el sufrimiento que tuvimos durante todo el partido. El Betis nos cerró espacios, apretó y nos puso una alta intensidad. Pero apareció la raza de un equipo competitivo y que coopera y nos llevó a esa mentalidad de voltear el partido. En eso están tipos talentosos y geniales como José, que nos encanta que se vuelva a encontrar. Reyes culminó la remontada... Es talentoso, artista y es de los jugadores diferentes. Cuando pone el duende puede cambiar el partido. Nos gustaría que fuera de forma consecutiva, pero la relación con José es innegable, es casi un hijo. Lo llevo en mis equipos desde hace muchos años y lo conozco perfectamente. No se dieron por vencidos: Hemos competido muy bien durante todo el encuentro. Ellos fueron intensos y no nos dejaron jugar como queríamos, fue un partido muy complejo, dividido. Para el que marcara debía ser clave, pero tenemos un espíritu muy rebelde. Nos desdoblamos y queremos mejorar. ¿El triunfo les da un energía extra? Las victorias siempre arrojan bastante vitamina y refuerzo al trabajo que se hace. Pero a estas alturas los chicos ya no necesitan externamente que les digan que lo que se está haciendo está bien. Hacen un esfuerzo tremendo para sacar resultados. No nos animamos a afirmar que cada partido es una final porque no lo hacemos así. No hablamos en términos de victimismo, de que si perdemos es fatal. Si seguimos con este compromiso podremos pensar en cosas interesantes. Sus gestos de alegría después del partido: Es de esos momentos que te regala el fútbol y son diferentes. A veces vivimos momentos amargos como ante el Celta y te quedas frío, pero estos te dan una energía tremenda. Es una alegría colectiva que nos une y el espíritu perico es fantástico. ¿Vio el partido perdido? Cuando hacemos cambios siempre pensamos que son para mejorar. Hicimos cambios con el resultado posible y podíamos hacer las cosas mejor y nunca dí el partido por perdido. En fútbol todo es posible y está demostrado. 100 victorias como entrenador: Eso está muy bien. He estado en buenos equipos que por eso hemos ganado tantos partidos. Son efemérides, pero un entrenador es lo que son sus jugadores y eso se lo debo a los jugadores que he tenido y es más de ellos que cosa mía. La falta de creación de juego en ciertos momentos: Cuando un entrenador hace la alineación sabe si tiene más o menos equilibrio. Fue un partido muy complejo, el equipo no era del todo artístico, tampoco defensivo y sí equilibrado. Estuvimos imprecisos los dos equipos. Fuimos un conjunto competitivo y no podemos desechar ninguna propuesta porque tenemos que arropar a todas.