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SURF

Los tres policías que mataron a Diego Bello se entregan

Casi un año después de emitirse la orden de búsqueda y captura, los tres agentes filipinos que mataron al surfista coruñés se han entregado en Manila.

Actualizado a
Diego Bello Lafuente, ex jugador del Depor, surfista y empresario español asesinado en Filipinas a manos de la policía en una 'turbia' operación antidroga que ahora se pide investigar. Con la camiseta con la bandera gallega en Riazor para la campaña de abonos 2017 2018 del club coruñés.
Twitter @rcdeportivo

La familia y amigos de Diego Bello, asesinado en enero del 2020 en la isla de Siargao (Filipinas) en una operación policial, todavía esperan justicia. Sin embargo, esta semana se ha dado un paso adelante muy importante para que haya justicia. Los agentes que mataron al surfista gallego se han entregado a la policía filipina tras casi un año en busca y captura.

Todo empieza en enero del 2020, cuando Diego Bello es asesinado. Así lo explica el tío del surfista coruñés, Francisco Lafuentes: "A sangre fría, fueron a su casa y le pegaron ocho tiros delante de su hogar. Lo asesinaron y colocaron pruebas falsas para implicarlo en una red de narcotráfico. No lo decimos nosotros, sino los jueces filipinos. Ahora falta que haya un juicio y todo esto se pueda demostrar. Queremos limpiar su nombre. Estos hombres le quitaron la vida y pretendían quitarle la honra".

A pesar del esfuerzo y el revuelo mediático que consiguieron, las investigaciones sobre la muerte de Bello iban muy lentas. El 25 de marzo del 2022 se emitió una orden de búsqueda y captura contra los tres agentes que le mataron: el capitán Vicente Panuelos y los sargentos Ronel Azarón y Nido Boy Esmeralda. Están acusados de su asesinato y de haber preparado pruebas falsas para acusar al coruñés de narcotráfico.

Tras casi un año durante el cual no se les había localizado, algunos empezaban a pensar que ya no sabrían de ellos jamás. Pero por sorpresa -y para alegría de familiares y amigos- los 3 se entregaron voluntariamente el viernes pasado en dependencias policiales de Manila. Así lo valoraba el abogado de la familia en La Voz de Galicia: "No sé si esta entrega se debe al trabajo de la policía, a la presión diplomática o a un cambio de actitud por parte del Gobierno de Fillipinas, que desde hace unos meses tiene nuevo presidente. Pero estamos satisfechos, porque es un paso más. Ahora falta que se les tome declaración, se siga el procedimiento y haya un juicio".

De momento, los tres acusados han ingresado en prisión sin fianza. En cuanto al juicio, el primer paso es el traslado del expediente de la isla de Siargao a Manila, donde hay más medios y menos obstáculos que puedan retrasar el caso. Habrá una vista por videoconferencia el próximo 1 de marzo para determinar si esto es posible.