Los deportes extremos tienen lugar en agua, tierra, nieve y aire. Este último medio es uno de los que más está evolucionando en los últimos años. Especialmente a través del wingsuit, los 'hombres pájaro', pero también los Jetman están haciendo de las suyas.

El último en conseguir un progreso digno de dar la vuelta al mundo ha sido el francés Vince Reffet, que aprovechó el día de San Valentín -aunque no ha publicado el vídeo hasta más tarde- para volar como nadie lo había hecho antes.

En concreto, con base en Dubái (Emiratos Árabes), despegó del suelo y en 8 segundos alcanzó los 100 metros; en 12 los 200, en 19 los 500 y en 30 segundos había llegado a 1000 metros de altura. A una media de 240 kilómetros por hora, realizó un vuelo de tres minutos que acabó con un roll y un loop a 1800 metros de altura para luego abrir su paracaídas a 1.500 metros y aterrizar de nuevo en Skydive Dubai.

Es la primera vez que un piloto Jetman puede combinar tales maniobras a tanta altitud en un vuelo seguro. Algo que no parece fácil con un que equipo permite alcanzar hasta 400 kilómetros por hora y se controla con el propio cuerpo... ¿dónde está el límite?