Van Aert: “No me siento bien”

El ‘Infierno del Norte’ asoma. Este domingo, el calendario ciclista desembarca en, seguramente, la carrera más dura e imprevisible del año: la París-Roubaix, el tercer Monumento de un curso trepidante. Esta vez, no estará Tadej Pogacar, brillante vencedor en el Tour de Flandes, pero sí Mathieu van der Poel, ganador en la Milán-San Remo, y su eterno rival, Wout van Aert. Sobre el pavés, sobre ese barro en el que tantos y tantos duelos han protagonizado en el ciclocrós. Son los favoritos en una prueba que también contará con Mads Pedersen, Filippo Ganna, Dylan van Baarle o Matej Mohoric.

Van Aert, sin embargo, no parece llegar en el mejor estado de forma posible. En Flandes, fue uno de los corredores que se fue al suelo tras la montonera generada por Filip Maciejuk. En declaraciones para el portal Sporza, ha asegurado que la caída le ha dejado secuelas. “No estoy limitado, pero no me siento muy bien. Es una lástima. Mi condición es buena y espero estar listo para correr, pero tengo problemas en la rodilla y las costillas. Me caí más fuerte de lo que pensé al principio”, revela.

Plan hasta el verano

Tras el Monumento, el corredor belga se tomará un respiro. En principio, no correrá en las clásicas de las Ardenas y empezará a prepararse y mentalizarse para sus compromisos veraniegos, con el objetivo en el horizonte de ayudar a Jonas Vingegaard a defender el Tour de Francia. “He estado entrenando estos días de todos modos y no estoy limitado en la acción. Espero poder jugarme la carrera en la parte final. No corrí mucho, pero tuve que gastar mucha energía. Realmente, necesito un descanso para el verano”, cierra Van Aert. Sobre el pavés, todo es posible.