El proyecto 'Cofidis, Pedaleando Contigo' es un ejemplo de cómo el ciclismo es no solo un extraordinario ejercicio físico, sino también un deporte mental. Su práctica ayuda a promover la integración social y el desarrollo de personas con discapacidad.
El maillot rojo y blanco con las letras de Cofidis serpenteando en solitario por las carreteras es todo un símbolo de la resistencia humana. Nadie mejor que Silvain Chavanel, con 18 participaciones seguidas en el Tour de Francia, representa la imagen icónica de un equipo ciclista fundado en 1996. El proyecto Cofidis, Pedaleando Contigo, lanzado en 2018 por la entidad financiera de origen francés, es el colofón de una relación inherente: la que une al ciclismo con la superación personal. Cofidis España ha creado, junto con la Real Federación Española de Ciclismo y el Comité Paralímpico Español, la primera cantera de ciclistas adaptados. El objetivo, formar parte de la selección española paralímpica. El próximo reto, los Juegos de París 2024.
Otro maillot, el de Jaime Andrés, de 22 años, es habitual en las rotondas de la nutrida población madrileña de Boadilla del Monte. Los triatletas entrenando forman parte del paisaje en las carreteras de este entorno. Y en ellas surge la figura de este joven estudiante universitario que Cofidis ha seleccionado como futuro proyecto de medalla. Sus reflexiones son un ejemplo de manual de resiliencia. Jaime retrata en primera persona la práctica deportiva como terapia ante la adversidad.
Jaime es uno de los 6 miembros del Equipo Cofidis de Promesas Paralímpicas, núcleo de futuros deportistas de alto rendimiento creado dentro del proyecto Cofidis, Pedaleando Contigo. Un programa que apoya y promueve el ciclismo paralímpico pero que también tiene otro objetivo más social: promover la integración social y el desarrollo de personas con discapacidad a través del deporte, en este caso el ciclismo.
"Cuando eres mayor te da igual lo que piensen los demás. Pero en el colegio era duro que tus compañeros pudieran correr mientras yo no podía seguirles a la pata coja en la clase de Educación Física. Odiaba el deporte”
Jaime Andrés, 22 años. Ciclista.
Este madrileño de 22 años nunca pensó que podría llegar a estar en un grupo de promesas que luchan por alcanzar la élite del ciclismo español. El chico que hoy trata de batirse consigo mismo en la carretera y con sus compañeros de la peña ciclista Lute Anguita apenas hacía deporte en su infancia. “Cuando eres mayor te da igual lo que piensen los demás, pero en el colegio era duro que tus compañeros pudieran correr mientras que yo no podía seguirles a la pata coja en la clase de Educación Física. Odiaba el deporte”, recuerda.
Un problema en el parto dejó unos instantes sin oxígeno parte del hemisferio izquierdo del cerebro de Jaime. El resultado fue una hemiparesia que le resta coordinación y fuerza en las extremidades derechas de su cuerpo. Un gesto tan rutinario como escribir con la mano derecha era imposible para este estudiante, que tuvo como primer reto infantil convencer a las monjas de su colegio para escribir con la mano izquierda. “Fui a clases para mejorar la escritura. Siempre he sido muy cabezota en eso de intentar mejorar”, dice, mientras explica con naturalidad sus experiencias como adolescente jugando al fútbol, surfeando o en el rugby. “Con el tiempo tuve que buscar un deporte menos agresivo. Por eso empecé en el ciclismo”.
“Los ciclistas disfrutamos del sufrimiento”, asegura Andrés. “Al principio no podía con mis compañeros del Lute Anguita, pero poco a poco, con mi mentalidad, fui aproximándome a su nivel. No les fundo, pero voy poco a poco, y a veces hasta me escapo. Es puro disfrute”, explica sobre su grupeta. Todo un carácter que ha sido seleccionado por el proyecto Cofidis, Pedaleando Contigo, como uno de los jóvenes españoles con más posibilidades de acudir a París dentro de tres años.
El apoyo de la entidad financiera en deportistas como Jaime es trascendental. “A mis padres les gustaba que hiciera deporte. Pero cuando empecé en el alto rendimiento ya no les agradaba tanto... Supongo que por el deseo de todos los padres de que sus hijos saquen sus estudios adelante y tengan un buen futuro laboral. Pero yo lo estoy haciendo, intentando acabar un doble grado de Magisterio y Educación Física”.
El pacto en casa fue todo un clásico: mientras estudies, puedes seguir entrenando. Y Jaime, además, se ha pasado el verano como monitor de campamento y compagina la universidad con las exigentes sesiones diseñadas por su entrenador, David Navarro. Su jornada, a simple vista, asusta. Ya está en pie a las 6 de la mañana para estudiar y no para hasta las nueve de la noche, con tres o cuatro horas de entrenamiento diario y dos o tres días de sesiones de fuerza en el gimnasio.
La categoría en la que compite Jaime Andrés es la C3, definida por la Unión Ciclista Internacional (UCI). En ella intervienen ciclistas cuya capacidad física está mermada por problemas como la hemiparesia de Jaime. Las carreras se celebran en ruta, con 60 o 70 kilómetros de recorrido, o en velódromo. Hay unas 20 o 30 pruebas en el circuito español. “Cada año se suman algunas. Nos conocemos todos. El mejor es Eduardo Santas [bronce paralímpico] al que ahora mismo considero lejos. Él, por ejemplo, dispone de más patrocinadores … Pero no es excusa. Soy positivo por encima de todo”, apunta Jaime Andrés.
El proyecto Cofidis, Pedaleando Contigo permite a nuestro protagonista pisar el acelerador con la vista puesta en París 2024, como aquellos que disponen de una beca del Plan ADO Paralímpico. “Le conocí un día que vino al velódromo a preguntar si podía hacer prácticas para sus estudios de Magisterio e INEF”, recuerda Begoña Luis, directora deportiva del proyecto de Cofidis. “Cuando subió al peralte me di cuenta de que hacía un movimiento raro. A esa edad, muchos chicos tratan de disimular su discapacidad”.
“Conocí a Jaime Andrés un día que me preguntó en el velódromo si podía hacer prácticas para sus estudios de Magisterio e INEF. En el peralte me di cuenta de que hacía un movimiento raro. A esa edad muchos chicos tratan de disimular su discapacidad”.
Begoña Luis, directora deportiva del proyecto.
Begoña cree que Jaime cumple con las capacidades de un deportista discapacitado de élite. Lo dice desde una dilatada experiencia, pues ya en 2008 comenzó a trabajar como fisioterapeuta para deportistas como Jaime. “Tiene buena cabeza y es disciplinado. El ciclismo es una terapia en sí mismo. He visto verdaderas metamorfosis. De jóvenes sedentarios a ciclistas muy finos. Como terapia física es un ejercicio óptimo, aunque sea solo porque les facilita su movimiento y la independencia que eso supone. Hay gente que andando no recorre 50 metros y en una handbike completa hasta 60 kilómetros. Se suele recomendar la natación y está muy bien, pero el ciclismo constituye una terapia magnífica”, añade la fisioterapeuta.
El deporte como terapia parece un lugar común entre las personas como Andrés, pero este ciclista va un paso más allá: confiesa que le gustaría aplicar en el futuro todos sus conocimientos y experiencia a casos parecidos al suyo. “En los entrenamientos te pasas mucho tiempo solo, y mentalmente hay que ser especial. A todos los ciclistas nos gusta el sufrimiento. Aunque te pegas fuertes palizones, siempre quieres más...”. París, meca del ciclismo mundial, bien vale ese empeño.
Una categoría más de la Federación de Ciclismo
La UCI instó en 2009 a las entidades nacionales a unificar las categorías del ciclismo adaptado. Desde entonces, la Federación Española considera a estos deportistas como una parte más de su estructura, al igual que el Mountain Bike o el BMX. Su principal patrocinador, Cofidis, también trata de que la exigencia sea similar. “En ciclismo adaptado no hay infantil, cadete, sub-23… Por eso, quizá, la gente está perdida o confundida. El proyecto de Cofidis logra centrarles”, explica Begoña Luis. Y la iniciativa da claros frutos: “Gracias a Cofidis he podido competir en el Campeonato del Mundo en Bélgica, tener cobertura médica, seguimiento de entrenadores y, sobre todo, estar cerca de los deportistas que disputan los Juegos Paralímpicos”, concluye Jaime Andrés.
*Este contenido ofrecido por Cofidis ha sido elaborado por Diario AS.