Sentir que el móvil suena sin sonar, el síndrome de la 'llamada fantasma'
No eres el único que le sucede eso, sino que un 80% de los usuarios del mundo lo tienen.
El smartphone se ha convertido en nuestra vida. Es el objeto que más vemos al día, lo consultamos de 50 a 100 veces de media, nos dormimos con él y es lo primero que vemos al despertar. Le hemos confiado no sólo agendas, sino datos privados, personales, fotos de la familia, imágenes íntimas, conversaciones escondidas, datos bancarios. Compramos desde él, estamos en contacto con todo el mundo, navegamos, jugamos, vemos series… El smartphone ha sido el último punto de inflexión en la sociedad actual,puesto que la ha conectado a nivel global con un gadget que nos permite hablar en tiempo real desde Madrid con un amigo en Japón y comprar en cualquier tienda del mundo.
Lo más increíble es que lejos de quedarse dentro de su propio concepto, es el concepto el que se ha extendido a otros objetos, y ahora tenemos el ecosistema de elementos inteligentes: el reloj, la pulsera, las gafas, incluso zapatillas, bicicletas, y ropa. Estamos más evolucionados que nunca a nivel tecnológico, aunque esto tiene también su lado oscuro en forma de la dependencia extrema que muchos usuarios sufren de su smartphone, que no son capaces ni de apagarlo por espacio de unas horas. Por supuesto no todo el mundo es así, pero el uso constante que hacemos del smartphone ha traído consigo un curioso síndrome que está aceptado por la comunidad médica. Un síndrome vinculado con las nuevas tecnologías.
¿Qué es el síndrome de la llamada fantasma?
¿Alguna vez has notado que el móvil te estaba vibrando en el bolsillo y al ir a cogerlo te has dado cuenta de que no ha sonado o directamente no llevas encima el terminal? ¿O en vez de sentirlo lo has escuchado sonar como un eco lejano? Lo primero tranquilo, porque es algo que le sucede al 80% de la gente sea o no adicta a su smartphone. De hecho tiene nombre como es el Síndrome de la Vibración Fantasma (Phantom Vibration) y en sí médicamente es una alucinación por el hecho de que es algo producido sin presencia de un estímulo previo, sino de manera repentina. ¿Es algo malo? Al revés, es una prueba fehaciente de que tenemos un sistema neurológico y de estímulos operativo.
Existe una rama de la ciencia que estudia la Teoría de la Detección de la Señal, y según la teoría, existen un número de determinantes psicológicos sobre cómo detectaremos una señal, y de donde estarán nuestros límites de alarma. La experiencia, las expectativas, el estado fisiológico (fatiga, hambre, dolor) y otros factores afectan a los umbrales, y por ejemplo un soldado en tiempo de guerra detectará probablemente estímulos más débiles que si estuviera haciendo guardia en tiempo de paz.
Notificación sensorial
En sí el cerebro reacciona de cuatro maneras diferentes a un estímulo potencial, dos de ellas si realmente el estímulo se está produciendo, y dos de ellas si no se está produciendo pero el cerebro considera que sí está pasando. En el primer caso tenemos dos decisiones correctas:
- No hay estímulo y el cerebro decide como consecuencia que no lo hay
- El cerebro decide que no hay estímulo y por tanto este no se produce
Y dos decisiones incorrectas:
- Hay un estímulo pero el cerebro decide que no lo hay
- El cerebro decide que no hay un estímulo pero este acaba por producirse igualmente
Básicamente nuestro cerebro está analizando y valorando las consecuencias de una decisión incorrecta, y por tanto elige el escenario en el que tenemos más opciones de supervivencia (el impulso básico del ser humano). Aplicado al uso de los móviles, cuando nos llaman y no lo cogemos, automáticamente se genera un sentimiento de enfado, de rabia, que el cerebro considera un escenario negativo. Para que no pase de nuevo, el cerebro crea una alucinación puntual que se traduce en que sentimos el móvil pero nadie nos llama. ¿Por qué lo hace? Porque estamos esperando una llamada, o porque inconscientemente no queremos sentirnos mal por no contestar cuando sí nos llamen.
En sí lo mismo que podríamos aplicar a cuando compramos por Amazon y otras tiendas y el día de reparto no nos movemos de casa, teniendo a veces la sensación de que han llamado al timbre cuando no ha sido así. ¿Por qué? En este caso por el cabreo enorme (escenario negativo) que genera el tener que llamar a la agencia de transportes o peor aún: Tener que irlo a buscar a sus oficinas. Sin duda, los nuevos males derivados de esta época de Consumo y Tecnología actual.