Los escáneres corporales llegan al Metro por seguridad
El metro de Los Ángeles será el primero en usar escáneres de este tipo para incrementar la seguridad.
El 11-M de 2004 en España, la explosión de un vagón de metro en Bruselas en 2016, el atentado del metro de San Peterbursgo el año pasado… Desde que se inventaron, los metros y las estaciones de metro alrededor del mundo se han convertido en una de las principales arterias dentro de los núcleos urbanos y un sistema esencial para millones de personas. Pero precisamente por esto, por ser un sistema de transporte masivo, son también un buen objetivo para todo aquél que quiera desencadenar el caos a base de ataques, explosiones o secuestros.
Escáneres corporales llegan al Metro por seguridad
Adoptados desde hace años por los aeropuertos, los escáneres corporales son una de las herramientas principales para evitar que algún pasajero suba a bordo de un avión algo que no debe y/o está prohibido, desde un líquido peligroso a un arma potencial. Es esta misma tecnología la que llegará a las estaciones de Metro aunque diferente: en forma de escáneres capaces de analizar no a una persona por vez, sino a un gran grupo de personas dado que el tránsito en las estaciones de metro es mayor al cabo del día que en un aeropuerto.
El primer metro que pondrá a prueba este sistema de seguridad será el metro de Los Ángeles, que desplegará escáneres por todas las estaciones de la ciudad. Escáneres fabricados por la compañía británica de seguridad ThruVision que serán capaces de analizar hasta 2 000 personas por hora. Al gual que en films como el clásico Desafío Total -la escena más icónica de la época era el enorme escáner de Rayos x del metro-, el escáner corporal será capaz de detectar si algún pasajero del metro lleva armas blancas o de fuego ocultas, ya sean metálicas o no-metálicas. Y no solo tipo cuchillos o pistolas, sino también cosas como chalecos-bomba y cualquier tipo de elemento capaz de producir “bajas en masa“.
Un escaneo voluntario y obligatorio
A diferencia de los aeropuertos, el pasar el escáner será algo voluntario en el metro. La gracia está en que quien no se someta al escaneo no podrá subir al vagón de metro, por lo que la opción voluntaria es más bien obligatoria. El metro de Los Ángeles da servicio a 360.000 pasajeros al día y está en expansión, motivo por el que la ciudad ha sido elegida como el centro de pruebas de la nueva tecnología de seguridad.
Aunque sin duda la verdadera prueba de fuego será cuando los escáneres corporales de ThruVision se enfrenten al reto que supone analizar a los más de 5,5 millones que usan a diario el metro de Nueva York. ¿Para cuando veremos los escáneres en otras ciudades, como Madrid o Londres?