Se abre la veda para hackear el móvil de Donald Trump
El presidente de los Estados Unidos se niega a hacer caso a sus consejeros de seguridad y sigue twitteando.
Los presidentes electos de los Estados Unidos no pueden usar el smartphone de su elección, ni tampoco el que han tenido consigo desde la pre-campaña. Por motivos de Seguridad Nacional, el servicio secreto le entrega al presidente un móvil especial protegido que suele tener la mayoría de sus funciones bloqueadas, tal y como Barack Obama comentaba acerca de su Samsung Galaxy S4, el mismo teléfono que parece que usa también Donald Trump. De esta forma se reduce al mínimo tanto la interacción del presidente con el resto del mundo como las posibilidades de acceder a él o a sus datos personales.
Hackear el móvil de Donald Trump
Pero parece que esta norma no le gusta al señor Trump, y sigue usando su antiguo móvil Android para encender las redes sociales. Los senadores demócratas Tom Carper y Claire McCaskill tienen razones para creer esto, y por ello enviaron una carta hace un año al Secretario de Defensa James Mattis cuestionándole sobre si el presidente utiliza un dispositivo seguro para realizar llamadas y postear tweets. Puede parecer otro ataque más de la oposición demócrata al funcionario electo republicano, pero lo cierto es que Carper y McCaskill forman parte del comité del Departamento de Seguridad Nacional.
¿Y la respuesta de Trump? Pues un desprecio total, porque según la web Politico, el hombre más poderoso de los Estados Unidos sigue usando sus teléfonos -tiene varios- de formas que no hacen más que incrementar el riesgo de que sean hackeados. Justo lo que América necesitaría en plena época actual, en la que vive una segunda Guerra Fría de carácter digital con Rusia y el clima internacional está muy crispado.
Según varios oficiales senior de la administración Trump, el presidente usa al menos dos iPhones, uno para realizar llamadas y otro para Twitter. ¿Por qué dos? Porque estos terminales están ‘capados’ por así decirlo, y no pueden hacer las funciones usuales que tienen programadas. El iPhone de Trump para las llamadas tiene cámara y micrófono, aunque el GPS está desactivado. ¿Qué significa esto? Que si alguien hackease este teléfono, aunque no tendría acceso al lugar exacto en el que está el presidente sí que podría monitorizar sus llamadas y hasta lo que registra la cámara del terminal.
Se niega a cambiarlos
Según un oficial anónimo que trabaja en el famoso Ala Oeste de la Casa Blanca -la parte del edificio en la que está el despacho oval desde donde el presidente dirige el país-, los móviles del máximo dignatario se suelen cambiar de forma regular en una operación de rutina del Servicio secreto -aunque el móvil en el que Trump usa Twitter no debe reemplazarse tan a menudo gracias tanto a los controles de seguridad del terminal como los que tiene la propia cuenta de Twitter.
El deseo -y el sentido común- ahora mismo de los asesores de Trump es que este cambie de móviles una vez al mes como mínimo, algo a lo que el presidente se ha negado señalando que es “demasiado inconveniente“. ¿Parece muy de película o series como Homeland eso de ver el móvil del presidente de los Estados Unidos hackeado? Pues no, porque John Kelly, el Jefe de Personal en la administración Trump, estuvo meses usando un móvil que había sido ‘comprometido’ por una fuente externa (o sea, pirateado). Y todo porque Kelly se negó a cambiar de teléfono de forma periódica.