Una iglesia usa un dron para llevar la Hostia en plena misa
¿Blasfemia absoluta o simple ‘update’ tecnológico para la tradición? Esta iglesia de Brasil es noticia por sus drones custodios.
No hay duda del amplio ámbito que está alcanzando el uso de los drones en la época actual. No sólo se prueba para remodelar el servicio de Correos -aunque en Rusia no sean de fiar de momento precisamente-, sino también hay sitios que los utilizan para el transporte rápido de elementos y muestras médicas. De hecho Amazon lleva años experimentando para lograr un sistema de reparto perfecto con drones, aunque su uso más curioso lo acabamos de ver hace unos días: Drones custodios de la santa Hostia consagrada.
Un dron custodio para llevar la Hostia
La hostia es un trozo de pan ácimo (sin levadura) de harina de trigo con forma circular que se ofrece en la eucaristía o misa cristiana, y conforma uno de los momentos más sagrados e icónicos de la Iglesia Católica: El sacerdote conmemora la institución de la eucaristía por Jesús en la Última Cena, y procede a consagrar la hostia y, posteriormente, el vino. En pleno domingo de resurrección -el pasado 1 de abril-, a la iglesia católica de Sao Geraldo Magela en Brasil se le ocurrió una forma muy original y a la vez metafórica de celebrar el momento álgido de la misa sobre la resurrección del señor: transportar la Hostia consagrada en un dron.
Ejemplificando al Dios que baja de los cielos, la Hostia voló en un dron por todo el recinto para regocijo de los feligreses allí presentes, que acogieron el original sistema de transporte con alegría. Una alegría que no ha sido compartida fuera del lugar precisamente, ya que las redes sociales, ávidas de cosas virales, se han vuelto locas con el suceso. En Facebook hubo sacerdotes indignados señalando que era una “¡Profanación!” de un acto sagrado y solemne que debe ser tratado con respeto.
Hostias como drones por el suceso
El ‘stunt’ litúrgico ha acabado con la Archidiócesis de Sorocaba tomando cartas en el asunto y declarando que se tomarán las medidas oportunas de cara a que lo sucedido no se vuelva a repetir. Sin duda el uso de un dron más curioso -y sagrado- que hemos visto, por encima incluso de lo visto en la Milan Fashion Week cuando Dolce & Gabanna montó un desfile de bolsos con drones que tampoco salió muy bien, ya que sus asistentes tuvieron que esperar 45 minutos a que todo estuviese listo.
Aún así al menos no fue el desastre ruso de hace un par de días, en el que un dron de 16.000 euros se estampó contra un edificio a los 10 segundos de empezar su prueba de reparto. ¿Qué será lo próximo?