5 formas de morir por hacerse un estúpido selfie
¿Realmente merece la pena jugarse el tipo por una foto?
Su auge se ha producido en la era digital actual de redes sociales y teléfonos inteligentes, aunque las auto-fotos o 'selfis' son cosa de hace siglos. De hecho podemos retroceder a 1839, hasta el fotógrafo Robert Cornelius, que hizo un daguerrotipo de sí mismo en uno de los considerados primeros retratos fotográficos de la historia. Pero en sí el vocablo de selfie, un autorretrato realizado con una cámara fotográfica, usualmente una cámara digital o teléfono móvil, se registró en un foro de Internet de la televisión pública australiana el 13 de septiembre de 2002.
5 formas de morir por hacerse un estúpido Selfie
Pero las actuales redes sociales han convertido el Selfie en una obsesión para muchos, sobre todo para los adictos a lo ‘social media’ que cada día están obligados por ellos mismos a subir otra foto más, y a ganarse los Me Gusta y comentarios de cientos de personas. La sobresaturación y/o la obsesión ha llevado a que algunos y algunas lleguen a extremos cuanto menos absurdos por ser el o la que tiene la foto más espectacular, más loca, más increíble. Y de estas 5 formas uno puede perder la vida sólo por la estupidez de tener reconocimiento social digital, o sea: básicamente perder la vida por nada.
En lo alto de un edificio
Más o menos desde 2012 es el año en que los Roofers empezaron a hacer ruido en Internet. Y la espectacularidad del movimiento es la que ha impulsado esta práctica y que cada vez haya más adeptos en todo el mundo. Básicamente un roofer es alguien que escala hasta la cima de una estructura generalmente urbana, como rascacielos, tuberías, presas, etc, para hacerse un Selfi. Cualquier edificio o construcción es buena mientras sea de las más altas de la ciudad. Las fotos y videos de esta gente son visualmente espectaculares, pero aunque queda claro que aquí interviene mucho el subidón de trepar a un sitio prohibido y mortal, ¿merece la pena jugártela por ser el más guay y/o rebelde anti-normas en Instagram? El ruso Andrey Retrovsky de 17 años así lo pensaba, hasta que en 2015 se estampó contra el asfalto tras caer de un edificio de 9 pisos por sacarse un selfie.
Estando con animales
Buscando en Google salen auténticas animaladas de gente que intenta sacarse la foto más loca y original con un animal. Una cosa es posar junto a nuestra mascota, y otra es como el caballero que ilustra la noticia, ponerte a sacarte fotos en pleno encierro de Los Sanfermines como este irresponsable que dio la vuelta al mundo en 2014 cuando quiso hacer la gracia y quedar de superhombre en las redes. O este buzo que prefiere posar para presumir de que tiene una foto con un tiburon que en cualquier momento podría herirlo de muerte.
En espacios peligrosos
En Rusia están los roofers, pero es en La India el país donde más gente muere por hacerse selfis. De los 127 muertos en todo el mundo por las auto-fotos entre 2014-15, 76 de las víctimas fueron en La India. Y ese número no hace más que aumentar con casos como el del pasado 17 de enero, en el que un grupo de adolescentes vio un tren acercándose y decidió sacarse un selfi en las vías para quitarse justo cuando pasase. Dos de ellos no lo consiguieron y fueron arrollados. O estas tres amigas que tuvieron la misma día en Utah, USA, y que les costó la vida a las tres a pesar de situarse a la distancia adecuada, ya que fueron arrolladas por un segundo tren que pasaba en sentido contrario. De hecho lo más escalofriante de esta imagen es que la luz de la esquina es el foco del tren que las arroyó
Pilotando un avión
Morir por sacarte un selfie es algo que no debería pasar, pero el único culpable es el que hace la foto, y la única muerte la suya. Aunque peor es cuando esa persona se lleva a alguien consigo, como pasó en Colorado, Estados Unidos, el 4 de febrero de 2015. Los restos del accidente de una avioneta revelaron que un piloto de 29 años y su acompañante se estrellaron por la noche al querer sacarse un Selfie con el móvil. Hablamos de un piloto con más de 700 horas de vuelo de día y casi 30 horas de vuelo nocturnas, que por querer quedar bien en una red social cometió la peor de las negligencias.
Conduciendo
Presumir de coche no hace daño a nadie, pero participar en un trending llamado #DrivingSelfie (selfi conduciendo) no es precisamente una gran idea. Un ejemplo lo tenemos en la foto de este usuario al volante, con un texto que dice “estoy aburrido, así que aquí tenéis un selfi conduciendo”. Al igual que en el caso del piloto, los que hacen estas auto-fotos no sólo se están poniendo en peligro a sí mismos por no echar cuenta a la carretera, sino a todos los vehículos que están a su alrededor y que no tienen que sufrir por culpa del hedonismo y estupidez de quienes siguen ese trending.