El peligro de los nuevos USB tipo C
El nuevo estándar en cuanto a conexiones de la telefonía móvil, USB C necesita seguir unas normas de fabricación o puede provocarnos graves problemas
Le llaman el futuro de las conexiones Android, y ya es usado por smartphones de gama alta como el Huawei P9, el HTC 10 o el LG G5 que lo han implementado en sus diseños. De hecho hay marcas que prefieren usar el Tipo C también para el audio por su calidad digital, condenando al ostracismo y al olvido al viejo ‘jak’ de 3.5mm. El USB Type-C ha venido para quedarse, pero como llevamos viendo desde hace meses, dada su tecnología requiere un proceso especial de fabricación. Unos pasos que si no se siguen provocan que el cable de carga no sea válido y pueda provocar daños serios como los que llevamos viendo desde los primeros meses del año en cables fabricados por empresas a destajo. Pero si no sigues sus normas de creación, el resultado es la cantidad de cables y dispositivos de mala calidad que inundan el mercado.
Caso Anker
En la Red existen formas de comprobar la calidad de estos, por ejemplo siguiendo al usuario Benson Leung, un ingeniero de software en Google que analiza este tipo de USB y dictamina en Amazon si cumplen o no el estándar requerido, dando fe de cómo un USB Type-C que en apariencia parece válido es capaz de cargarse un portátil de 1.500 dólares. Este ejemplo el fabricante americano Anke viene a ilustrar precisamente lo que sucede con uno de estos cables potencialmente peligroso, y sirve para comprobar sus efectos en caso de ser defectuoso. La proveedora de accesorios a precio económico ha tenido problemas con uno de sus cables USB C, como el investigador Nathan K. ha experimentado y probado en este video que acompaña a la noticia.
Cambios y disculpas
En sí las ventajas del USB C sobre el micro USB que algunos como Samsung siguen utilizando es considerable -de hecho hay fabricantes chinos que han quitado la clavija del audio para proporcionar sonido digital de mayor calidad a través de auriculares con entrada USB C para el móvil-, pero para ello debe ser un USB C certificado y que cumpla todas las normas. En el caso de este de Anke, la marca se disculpó y devolvió el dinero a todos los clientes que lo habían comprado.